Dos semanas atrás, el Senador radical, ex Gobernador de la provincia de Corrientes, Ricardo Colombi presentó en la Comisión de Educación y Cultura el expediente Nº 7858/23 referido al proyecto de ley por el que se busca implementar la Educación Sexual Integral (ESI) “sin ideología de género”.
El texto propone que se establezca “el principio de neutralidad ideológica en el sistema educativo de la Provincia de Corrientes; quedando prohibido en las escuelas públicas la imposición, promoción y aplicación de programas y/o de las leyes de adoctrinamiento ideológico”.
Para el Senador, la ESI tiene “el único objetivo de lograr la formación integral de niños, niñas y adolescentes, considerando aspectos biológicos, éticos y psicológicos sobre su sexualidad, especialmente para prevenir enfermedades, situaciones de abuso y embarazos no deseados”.
En el marco de las repercusiones que generó esta iniciativa del ex Gobernador, NEA HOY dialogó con la Licenciada en Ciencias de la Educación, especialista en temas de ESI y docente de Nivel Inicial, Eliana Goldring, a fin de conocer los impactos que podría tener la sanción de un proyecto de este tipo.
Si se aprobara un proyecto como el de Colombi, “quedaría por fuera todo el resto de temas que hacen, justamente, a la integralidad de la Educación Sexual; el valor de la afectividad, la perspectiva de derechos y la perspectiva de género”, explicó la profesional.
Y dijo que la normativa se limitaría a impartir contenido alineado con la prevención de situaciones de abuso, el embarazo en la adolescencia, “que, obviamente, son contenidos súper válidos pero que solo deja a la sexualidad en un plano de prevención, amenazas y riesgos y no habla de temas como el placer”.
Consultada sobre si existe un riesgo real de enseñar a los niños la identidad de género, comentó que lo que demostró la ESI, en los años que estuvo vigente, es que “el proceso de transitar la construcción de identidad de género, tanto en varones o mujeres, cuando esta identidad no se corresponde con la que adquirió al nacer, es muy duro”.
“Muchas veces ese proceso es duro y solitario, y muchas veces son las familias las que resisten, que no pueden o no saben cómo acompañar a sus hijos e hijas”. Es por ello que la escuela se convirtió en “el espacio que acompaña desde un lugar profesional y con mayor neutralidad”.
“Las masculinidades y las feminidades no son exclusivas y no son de una sola manera sino que pueden ser múltiples y, en este sentido, la escuela tiene una gran posibilidad para enseñar esto”
Por otra parte, Goldring consideró que detrás de la discusión “existe una concepción de derechos, pedagógica, de quienes son nuestros sujetos de aprendizaje”.
A su vez, manifestó que “quienes creen que esto es adoctrinar también tienen una postura convencida en relación a cómo son los sujetos de aprendizaje; un sujeto que solo puede ser concebido de forma binaria como mujer o varón y no existen otras posibilidades más que eso”.
Los logros de la ESI, desde su aprobación en 2006
Goldring destacó que la consecuencia más positiva que tuvo la implementación de la ESI, a nivel nacional, fue brindar mayores posibilidades, herramientas y recursos a los docentes para afrontar situaciones que suceden históricamente en las escuelas.
“Muchas veces los docentes respondían más desde su sentido común. La ESI aportó la posibilidad de pensar esas escenas desde otro lugar, intervenir, darle entidad y recorrerlas en recorridos didácticos y objetos de enseñanza”, consideró.
Vale destacar que Eliana Goldring fue tutora de los cursos virtuales de ESI organizados por el Instituto Nacional de Formación Docente y de las capacitaciones nacionales presenciales dirigidas por el Ministerio de Educación de la Nación. Además, fue docente en la Diplomatura Superior de ESI, organizada por la Provincia de Buenos Aires.
En relación a la construcción de una sociedad más inclusiva, Goldring mencionó que la ESI puso sobre la mesa estas cuestiones de las que antes se hablaba poco. “Fue un logro poner en agenda todos estos temas que hacen a la construcción subjetiva de cada uno de los chicos”.
A la vez, consideró que la ESI permitió entender la importancia de que la escuela “no solo enseñe matemática, lengua y demás, sino que le pueda dar visibilidad a las cuestiones de convivencia, la grupalidad, la afectividad, a cómo construyen su noción de cuerpo, la intimidad; todas cuestiones fundamentales que sirven para la vida”.
¿Por qué los sectores se oponen a la ESI?
La especialista se refirió también a las causas por las que diversos sectores se oponen al avance de la Educación Sexual Integral en el país y señaló que tiene que ver con el modo en que fueron educados.
Muchas veces, “bajo ciertos patrones religiosos y culturales, donde el binarismo, con todos los estereotipos y las características asociadas a él, se volvieron nueva matriz de aprendizaje”.
Sin embargo, admitió que es un desafío poder descubrir esas marcas y abrir la mente y la cabeza para poder pensar otros modos posibles de existencia, donde todos y todas estén contempladas y donde la escuela habilite estos nuevos espacios.
“Estos patrones que nos inculcaron están instalados en nuestro modo de ver, de percibir, de aprender, de comunicarnos, y parece muy difícil salirse de la matrix y poder pensar en otros términos”
“Creo que es un camino largo el que hay que recorrer y creo que siempre nuestras propias experiencias, crianzas y educaciones eclosionan en ese encuentro con el otro. Es el gran desafío de la escuela hacer que ese encuentro sea uno que potencie, amplíe, que diversifique y que no clausure”, finalizó Goldring.
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