Sin tapujos y a viva voz, los sectores vinculados a Javier Milei vienen reivindicando desde hace varios años las políticas del ex Ministro de Economía Domingo Cavallo, llegando al punto de que el propio referente libertario propusiera como parte de su plataforma de campaña la dolarización como forma de combatir la inflación, apertura comercial y privatización de servicios estatales.
En sus últimas presentaciones, el ex presidente Mauricio Macri también reivindicó la reprivatización de empresas como Aerolíneas Argentinas y, en las últimas semanas, el precandidato a presidente por Cambiemos Horacio Rodriguez Larreta se subió a esta tendencia.
Quizás no se acuerdan porque eran chicos, pero el economista que ama @JMilei terminó así porque le sacó los ahorros a miles de argentinos. Arrastrándose pic.twitter.com/jXfbU2pHYD
— Narciso 🏳️🌈 (@sebas_0kk) May 1, 2023
En un encuentro empresario en el Palacio Duhau, el actual jefe de Gobierno porteño afirmó que se debe realizar una reforma laboral para “terminar con la industria del juicio e indemnizaciones” y luego “hacer una brutal desregulación de la economía, como lo hizo (Domingo) Cavallo en octubre del ‘91”
Del otro lado del espectro político, el jueves pasado en el Teatro Argentino de La Plata, la ex presidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner se refirió en su discurso a esta reivindicación de las políticas de Cavallo, que provocaron la crisis del 2001.
“En ésta Argentina circular es como que el pasado aparece acá en el presente”, formuló, “hoy estamos con la sensación de que figuras e ideas y hechos del pasado parecen querer venir nuevamente a instalarse en el presente para acondicionarlo y además para condicionar también el futuro”.
En la siguiente nota, repasamos algunas de las medidas económicas que se implementaron en la década de los 90 y las consecuencias que tuvieron para el país.
Dolarización
El 29 de marzo de 1991 se creó de la mano del Superministro de Economía Domingo Cavallo la Ley de Convertibilidad, que entre otras cosas establecía una relación cambiaria fija entre la moneda nacional y la estadounidense, a razón de un dólar por un peso (convertido de 10.000 australes).
Una relectura del pasado intenta hacer creer que el congelamiento del tipo de cambio no solo solucionó la hiperinflación, sino que además fue responsable de la ausencia de la inflación durante todo el mandato menemista y hasta la crisis del 2001.
Es que la ley de convertibilidad también prohibía la remarcación de precios. Por otro lado, las alianzas que el menemismo tenía en el movimiento sindical aseguraron que los salarios también se congelaran y que los precios no se dispararan por la puja distributiva.
Por el contrario, mantener el tipo de cambio a la larga resultó muy caro para Argentina. Al principio del menemismo, fue financiado con la venta de las empresas estatales, provocando desocupación y deficiencia de servicios en sectores claves para la productividad. En la segunda mitad de la década del 90, cuando se vio que la venta de empresas estatales no reducía el déficit fiscal, el tipo de cambio debió ser financiado con emisión de deuda.
Finalmente, el gasto público que implicó el mantenimiento de este tipo de cambio fue lo que provocó que en diciembre del 2001, durante el gobierno de la Alianza, el mismo Ministro de Economía Domingo Cavallo anunciara el «corralito«. Al no poder seguir vendiendo empresas estatales ni emitir más deuda pública, se resolvió utilizar el dinero de los ahorristas para financiar la dolarización que desde 1991 estaba desfinanciando al país.
1. ¿Son altas o bajas las indemnizaciones por despido en Argentina? Hilo para no abogados a propósito de un nuevo intento de instalar que ese es un problema central del sistema de relaciones laborales https://t.co/Ix5QJUBdZa
— Luis Campos (@luiscampos76) June 14, 2022
Reforma laboral
La propuesta de una reforma laboral no es nueva en el espacio de Rodriguez Larreta. Desde hace varios años el jefe de Gobierno porteño, junto a su compañero de coalición Martín lousteau vienen instalando que el empleo privado en Argentina no crece debido a las trabas que tienen los empresarios a la hora de contratar.
Sin embargo, durante la década de los 90 también se implementaron varias reformas que flexibilizaron la contratación de personal y, contrario a lo que se afirma, no solo fallaron en incentivar las contrataciones si no que contribuyeron al aumento del desempleo.
La Ley de Empleo (24.013) sancionada en 1991 promovió los contratos flexibles y temporarios. En 1993 habilitan los “aumentos por productividad”, en 1994 promueven la Ley Pymes (24.467), que redujo las indemnizaciones, permitió la movilidad horaria, fraccionamiento de vacaciones y trabajo de 12 horas sin pago de horas extras. Finalmente, en 1998 se aprueba por el congreso la Ley de Formación y Empleo (24.465/98).
Lejos de incentivar las contrataciones, estas leyes contribuyeron al aumento del desempleo, que entre 1991 y 2001 subió del 6,5% al 17,4%. Junto a la apertura indiscriminada de las importaciones, que llevó a muchas empresas argentinas a cerrar por no poder competir con las multinacionales en el mercado interno, las reformas y flexibilizaciones laborales triplicaron la desocupación durante los noventa y la lleran a superar el 20% para el 2001.
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