Cada 14 de abril, desde el año 2020 y tras ser aprobada y respaldada por la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, con el claro objetivo de concientizar sobre esta enfermedad desatendida en muchos países del mundo.
Muchas veces el mal de chagas ha sido asociado a los sectores pobres del norte del país, pero se trata de una enfermedad presente en todo el territorio.
Clínicamente hablando, se trata de una infección causada por un parásito llamado Trypanosoma cruzi (T. cruzi) y es conocida como la “enfermedad silenciosa” porque generalmente no presenta síntomas y solo en tres de cada 10 personas puede provocar complicaciones en el corazón y el sistema digestivo.
Como se trata de una problemática compleja de salud que involucra múltiples dimensiones (biológica, ambiental, económica, política, educativa y sociocultural), debe ser abordada reconociendo cada una de ellas, por lo que el trabajo de los Gobiernos locales cobra una vital importancia para su prevención, erradicación y tratamiento temprano.
Formas de transmisión y síntomas
El parásito Trypanosoma Cruzi, causante de esta enfermedad, se aloja en el cuerpo de las personas enfermas más frecuentemente a través de la picadura de la vinchuca, sin embargo, también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo, a través de la transfusión de sangre donada por una persona con Chagas a otra, o a través de un trasplante de órgano.
La enfermedad a través de la picadura, se transmite en sí, cuando la persona se rasca la herida e introduce las heces del insecto infectado en ella.
El Chagas se puede detectar a través de un análisis de sangre que se realiza en todos los hospitales y centros de salud y es especialmente importante realizar estos en embarazadas ya que los bebés que lo hayan contraído durante el embarazo o parto, pueden curarse si son diagnosticados y tratados a tiempo.
En la mayoría de los casos tener Chagas no constituye un obstáculo para desarrollar actividades laborales o deportivas pero es importante tener en cuenta que los infectados no deben donar sangre, ya que el parásito vive y se reproduce en la sangre y de ese modo se podría transmitir la enfermedad a quien reciba la transfusión.
Con respecto a los síntomas que provoca el mal de Chagas se encuentran el cansancio, irritabilidad, falta de apetito, malestar en general, fiebre prolongada, diarrea, dolor de cabeza y vómitos y si la picadura fue cerca del ojo y la persona se lo refriega puede hincharse y aparecer el síntoma del “ojo en compota”.
En caso de presentar síntomas se debe concurrir rápidamente al hospital o Centro de Salud más cercano, donde tras una correcta examinación se dará inicio inmediato al tratamiento, el cual consiste en la toma diaria de una pastilla prescrita por el médico, durante dos meses, la cual es de acceso totalmente gratuito.
De acuerdo a la Ley Nacional 26.281, el análisis y el tratamiento para Chagas son gratuitos y se realizan en todos los centros de salud y hospitales públicos del país, aunque también puede realizarse el diagnóstico y tratamiento en centros médicos privados.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda realizar en todos los casos, una vigilancia epidemiológica activa con el objetivo de identificar oportunamente casos agudos, orientar las acciones de control, monitorear la tendencia de las diferentes formas de transmisión, estimar la prevalencia en el grupo poblacional de personas gestantes e identificar a las personas gestantes infectadas para determinar el riesgo de transmisión congénita.
Además, pretende asegurar la detección temprana de niños expuestos garantizando su seguimiento adecuado hasta completar el proceso de diagnóstico, garantizar el acceso al tratamiento oportuno en los casos de Chagas crónico, así como el acceso al tratamiento y servir a las acciones programáticas de seguimiento de indicadores y planificación de insumos.
En este sentido, desde el el Gobierno de la provincia de Formosa, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, específicamente desde el Departamento de Control de Vectores y Zoonosis se lleva adelante de Tratamiento del Mal de Chagas, mismo que se focaliza principalmente en las áreas endémicas rurales, cubriendo todas las localidades de la provincia.
Además de la vigilancia activa epidemiológica se realiza una entomológica y no vectorial, se brindan capacitaciones dirigidas al recurso humano del sistema de salud y a la comunidad con el objetivo de concientizar sobre la enfermedad, la atención al paciente, el diagnóstico de laboratorio y el tratamiento de la enfermedad.
Para lograr avances en el control del Chagas, es necesario el trabajo en los hogares y con la comunidad y ese es el foco que se ha priorizado en Formosa.
Durante el primer trimestre del año concluyeron además, las tareas de fumigación en el departamento Bermejo y se iniciaron nuevas rondas en Ramón Lista, esto vinculado a los ciclos de trabajo de detección y control de la vinchuca en las poblaciones del oeste provincial.
Con recorridas casa por casa, la aplicación de insecticidas y la concientización de los vecinos sobre los cuidados que deben efectuarse diariamente para evitar la presencia de vinchucas y prevenir el Chagas, el cierre tuvo lugar en las comunidades La Rinconada y Pozo de Maza, ubicadas en el Departamento Bermejo en el mes de febrero e inmediatamente se iniciaron en Ramón Lista, en las localidades de María Cristina, Lote 8 y El Chorro como parte del segundo ciclo.
Esta tarea de combate químico se realiza en las casas en las cuales se detecta la presencia de la vinchuca, donde los insecticidas utilizados dejan un efecto residual para evitar la circulación activa del vector en las mismas y donde se vuelve a replicar de tres a seis meses posteriores.
El trabajo articulado con la Nación
En el mundo, cerca de 28 millones de personas están en riesgo de infección, de 7 a 8 millones están infectados actualmente, 3 millones sufren de enfermedad crónica y en Argentina, por las cifras del año 2022, un total de 1,5 millones de personas padecen esta enfermedad.
En nuestro país, las principales vías de transmisión del parásito son la vertical (embarazo) y la vectorial.
Ante este panorama, el Ministerio de Salud de la Nación continúa con las acciones para disminuir la propagación de la enfermedad, como los análisis a personas embarazadas, el tratamiento químico de las viviendas y la vigilancia de la presencia del vector que transmite la enfermedad.
En el año 2020 se dio inicio a la segunda etapa del Proyecto FONPLATA que tiene como objetivo interrumpir la transmisión vectorial del Chagas y además, a partir de la articulación del Programa Nacional de Salud Escolar de la cartera sanitaria con el Ministerio de Educación, se elaboraron contenidos con información sobre Chagas y está en elaboración una guía didáctica para incluir en la currícula escolar contenido sobre la enfermedad.
Para el año 2021, además de continuar con ese trabajo, se llevó adelante la evaluación y tratamiento químico de más de 100.000 viviendas de 54 departamentos endémicos; se instaló la vigilancia entomológica en 31 departamentos; se testeó para Chagas a 250.000 personas gestantes y a los hijos de aquellas que hayan resultado positivas; se trabajó en el fortalecimiento del diagnóstico y tratamiento de todos los pacientes positivos, y se transfirió tecnología e insumos para la realización de PCR para Chagas en ocho provincias.
Además, una de las grandes herramientas en las que se pone foco es en el Programa Nacional de Chagas (PNCh) que comprende la promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico y el tratamiento específico.
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