Pocos días antes de que finalice el 2022, el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) advirtió que la superficie de agua sobrevive sólo en el Iberá y los dos ríos que bordean la provincia. Sólo el 12% de la provincia está cubierta por agua, lo que consideraron como «una situación nunca vista».
La superficie cubierta habría disminuido entre noviembre y diciembre, pasando de un 17% al 12% en el último mes del año.
Desde el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica Corrientes señalaron que “en localidades como Mercedes, Santa Rosa, Bella Vista y Empedrado el agua no está más presente en los campos», y aclararon que se debe a la falta de precipitaciones. “Estamos en un 50% por debajo de los promedios anuales. Según la zona de la provincia, apenas van acumulados entre 600 y 800 milímetros, cuando en épocas normales se registraba entre 1.100 y 1.200 milímetros», añadieron.
Un buen indicador es que el primer día de enero de 2023 haya llovido en la capital correntina y en las demás localidades, más de lo que llovió en enero de 2022
¿Podría llegar el quiebre en enero?
Sin embargo, pese a toda esta situación mencionada, desde el INTA sostienen que la situación de sequía podría revertirse este primer trimestre del año.
“Depende del pronóstico, porque son estimaciones que se hacen con distintos programas, algunos expertos dicen que a mediados de enero se comenzaría a normalizar la situación del fenómeno de La Niña y pasaría a establecerse un periodo neutro. Otros sostienen que la situación cambiaría hacia fines de febrero”, comentó a NEA HOY la doctora de Recursos Naturales, Carolina Fernández López, que tiene a su cargo el área de agroclimatología del INTA.
Dijo también que vienen observando que las lluvias no están siendo tan escasas como en periodos anteriores de seca y consideró que, aunque consideran que aún falta más agua para revertir la situación, un buen indicador es que el primer día de enero de 2023 haya llovido en la capital correntina y en las demás localidades, más de lo que llovió en enero de 2022.
Por el momento, la emergencia hídrica continuaría debido a la necesidad de agua que posee el suelo y ya que la situación también fue agravada por la bajante del Paraná, lo cual repercutió en el nivel de las napas subterráneas.
¿La situación podría ser diferente a mediados de año?
Es algo que suponen los expertos del INTA. Si bien mencionan que los pronósticos más certeros se pueden dar, como máximo, con una semana de anticipación, analizan que a partir de junio o julio podría comenzar el ciclo de El Niño.
Fernández López advirtió de la posibilidad de que el nuevo fenómeno irrumpa con inundaciones en el territorio provincial. “Todo depende de cómo venga la situación porque si son lluvias torrenciales seguro va a haber inundaciones. Pero si son lluvias en exceso que se repitan distintos días seguidos y le de tiempo al suelo para absolverlas podríamos recuperarnos bien”, consideró.
Por el momento, la emergencia hídrica continuaría debido a la necesidad de agua que posee el suelo y ya que la situación también fue agravada por la bajante del río Paraná
Asimismo, remarcó que es necesario el manejo sistematizado de los canales construidos para regular el paso del agua, previendo lo que pueda suceder hacia fin de año.
En el mediano plazo, la doctora de Recursos Naturales del INTA descartó posibles situaciones de inundación en el territorio correntino.
Mencionó, por último, que “aunque se sembró menos (en el último tiempo, debido a la situación de seca) hay cultivos sembrados y las lluvias que vengan se podrán ser absorbidas por el suelo rápidamente”.
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