Mente atenta. En estas dos palabras se resume el significado del mindfulness, una actividad cada vez más difundida en todo el país. Con el objetivo de salir de la vorágine del día a día, esta técnica busca “vivir el presente como una experiencia más amable y construir una mente más habitable”. Pero, ¿qué es específicamente y cuáles son los beneficios de esta actividad que tiene más de 2.500 años de antigüedad?
Durante las últimas tres décadas, la práctica de Mindfulness pasó a formar parte de la Medicina y Psicología de Occidente, y comenzó a aplicarse y estudiarse científicamente como una salida para reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y mejorar el bienestar global corporal.
En diálogo con NEA HOY, la licenciada en Psicología y especialista en niñez, adolescencia y familias, Romina Roa explica que “las prácticas de mindfulness vienen a interrumpir con la dinámica de la vida moderna porque nos invita a estar más atentos, a comenzar a tomar más el mando de nuestro foco atencional y de empezar a prestar atención a este mundo que nos rodea”.
El estrés cotidiano: ¿cómo afecta a los niños y niñas?
“La mente en general está ansiosa, hay mucha tristeza, hay muchos trastornos psicológicos tanto en la infancia como en la adultez”, siendo los primeros los más perjudicados ya que heredan estos trastornos de los padres o los van adoptando por conductas de simulación.
“Los seres humanos no nos resignamos a ser felices porque las habilidades que nos permitieron seguir vivos en nuestra especie tienes que ver con estos mecanismos cerebrales de lucha o huida o con la capacidad de la mente de pensar en el pasado para adquirir experiencia”, advierte la profesional chaqueña sobre la dinámica cerebral del adulto.
En este contexto es donde toman relevancia los niños, que son los primeros que detectan estas situaciones de estrés o falta de atención en lo cotidiano. Los niños perciben esta condición del adulto de estar físicamente pero no mentalmente con ellos, y esto es notable cuando el niño “demandan, se enchincha, hacen berrinches”.
“De alguna manera, la vida moderna que llevamos tiene condiciones que hace que sea difícil, por la falta de tiempo, practicarla. Y se nos hace difícil conectarnos con nosotros mismos, y quiero decir conectar con nuestro cuerpo, nuestras emociones, lo que pensamos, y sobre nuestras relaciones”, profundiza
Las patologías psicológicas en los niños pueden ser heredadas de los padres o familiares o también ambientales, es decir, alguna experiencia de bullying que pudieron haber sufrido en el ámbito escolar.
Roa hace hincapié en el valor de explicarle al niño “la importancia del cuidado del cuerpo, de la energía psíquica, limites sanos, tomar mejores decisiones” poniéndole especial énfasis en “lo interior“, más que “lo exterior”. De esta manera, se destaca uno de los beneficios más importantes que tiene la disciplina del mindfulness que es “aprender a equilibrar entre el afuera y el adentro”.
Mindfulness para niños y niñas
Cuando los niños llegan por primera vez a las prácticas “su cuerpo está movedizo, quieren todos charlar al mismo tiempo”, a medida que avanzan en la práctica se comienzan a notar los beneficios que van absorbiendo y, “se vuelven más empáticos, empiezan a mirar más al otro, a escuchar más y tener interrogantes”.
Sin embargo, explicó que la edad para desarrollar esta disciplina puede ir desde niños y niñas recién nacidos a través de masajes y de “enseñarles a conectar con su cuerpo”. Sin embargo, la especialista chaqueña, ofrece la práctica para niños de cinco años hasta la adolescencia.
Las prácticas que se utilizan para los niños son lúdicas, ya que en las edades de infancia los niños se reconocen en el juego, por lo tanto, se debe plantear al Mindfulness “de un modo divertido”, para luego a medida que se avanza en el Mindfulness se comienza a hacer actividades de respiraciones guiadas, entre otros mecanismos.
Sobre la participación de los padres en la evolución de la práctica, es indispensable que formen parte las prácticas y acompañen al niño en las nuevas actitudes como un camino en familia.
Al respecto, la también experta en acompañamiento en herramienta de crianza, mencionó que “la importancia verdadera de esta práctica es que formen parte de un objetivo como papas y como mamás en nuestras casas” y resaltó que un niño que va solo a Mindfulness o a terapia, sin la compañía de sus padres, “no va a funcionar” y no va a producir el efecto buscado.
Los talleres que realiza Roa para padres comenzaron hace más de 8 años, con una notoria evolución en las técnicas, las formaciones, herramientas de “crianza respetuosa” y distintas formaciones de terapia familiar y terapias contemporáneas.
Actualmente, la especialista realiza terapias de entrenamiento en Mindfulness de ocho encuentros donde puede observar el avance de los niños y donde puede observar el proceso y la evolución de la práctica en los que participan, “como fueron ampliando su vocabulario emocional, el trato con sus padres, y entre su grupo, prestarse los elementos, la amabilidad”.
¿Cuáles son los beneficios del Mindfulness?
La experta Sara Lazar, neurocientífica del Hospital General de Massachussetts y de la Facultad de Medicina de Harvard, es pionera en el desarrollo y el estudio del Mindfulness y realizó un estudio científico que demuestra los beneficios cotidianos que esta práctica puede aportar:
- El aumento de la capacidad de calmarse.
- Disminución del estrés y la ansiedad.
- Potenciar el desarrollo de la atención.
- Aumento de la capacidad de percepción y de la memoria.
En su investigación, Laza señala que no es necesario que la práctica sea por una gran cantidad de tiempo, sólo diez minutos de meditación Mindfulness al día tendrá resultados considerables.
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