Seis productoras de contenidos de Misiones, Chaco y Uruguay realizaron la presentación del consorcio Lucero Audiovisual, una alianza que nace con la idea de afianzar el trabajo en conjunto y potenciarse mutuamente para articular esfuerzos tanto en las producciones propias como así también para compartir su experiencia y conocimientos a otras productoras y potenciar el sector en la región.
El consorcio está integrado por cuatro productoras de Chaco y Misiones que vienen produciendo contenido regional que ensanchan la soberanía cultural de la región. Estas son “Detrás del Sol”, “Imaginaria”, “Fango” y “Circulares”, quienes se unieron a el estudio de sonido de Puerto Iguazú “Porlasramas” y el realizador audiovisual Adolfo Carbonell, que reside en Montevideo.
El consorcio fue seleccionado por el programa Gestionar Futuro, del Ministerio de Cultura de la Nación con la intención de fortalecer su conformación y generar vinculaciones estratégicas en la región.
Además, cuenta con el aval del Ministerio de Acción Cooperativa Mutual e Integración, la Secretaría de Cultura de la provincia, el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones y el Parque Tecnológico de Misiones, además de haber firmado un acuerdo de colaboración mutua con el Instituto de Cultura del Chaco.
Una plataforma para exportar contenidos de la región
En entrevista con NEA HOY, Mónica Amarilla, productora de Imaginaria, contó que la idea de armar el consorcio Lucero Audiovisual surgió a partir del objetivo de ingresar al Programa federal de asistencia técnica para las exportaciones de la agencia argentina de inversiones y comercio internacional, que tiene por objetivo aumentar las exportaciones de las MiPymes y asistirlas técnicamente para integrarse al comercio internacional.
“Nos interesó esta línea porque nosotros veíamos que ya teníamos ese momento como un caudal de contenidos tanto para la venta internacional como para la exportación”, explica Amarilla, “entonces nos pusimos a trabajar seis meses en plena pandemia para ver cómo podíamos generar las condiciones para exportar contenidos”.
En la tarea de alcanzar éste objetivo se fueron dando cuenta que habían varios pasos previos, como la formalización de algunas productoras o la elaboración de mecanismos de trabajo en conjunto.
Pero los resultados y los conocimientos adquiridos en el trabajo que llevó ingresar al programa ya están siendo aprovechados no solo por las productoras que integran Lucero Audiovisual, sino por otras de la región que pueden aprovecharla como plataforma para asociarse y producir sus contenidos.
Amarilla comenta como, después de la presentación de Lucero Audiovisual en distintos espacios como el Nodo MICA que se realizó en Chaco a principios de Junio, la propuesta fue muy bien recibida y ya establecieron contacto con productoras de la región con la intención de iniciar proyectos en conjunto.
“Esta forma innovadora de grupo asociativo también amplia eso, fortalece la producción audiovisual de la región” explicó Mónica Amarilla.
El trabajo colectivo dentro de la industria creativa
La unión de las pymes para sumar fuerzas es una constante tanto en el sector creativo como en el manufacturero. Es común, por ejemplo, que distintas pymes panaderas se unan si necesitan alcanzar las demandas de clientes que no podrían cubrir de forma separada. Haciendo esto, todas adquieren mayores ganancias, mientras que cada una produce individualmente de acuerdo a sus capacidades.
En el sector creativo el trabajo en conjunto conlleva un beneficio aún mayor. Como explica Amarilla, a partir del intercambio de saberes y el trabajo conjunto se puede llegar a un producto final mucho mejor en un tiempo más reducido.
“Partiendo desde la base de que el trabajo audiovisual es un trabajo colectivo, el hecho de asociarnos tiene que ver con eso, con que podamos cubrir y tengamos más posibilidades, tanto en lo creativo como en la producción”, explicó Amarilla.
Además, para aclararlo aportó un ejemplo de resultados que ya está produciendo Lucero Audiovisual: “Al tener este intercambio entre varias productoras pudimos armar un grupo creativo que trabaja la parte de guion”, explicó, “un guion trabajado por una persona en soledad es muy probable que lleve un tiempo aproximado de un año de trabajo. Con esta conformación pudimos sacar un guion de largometraje en tres meses”.
La fórmula podría ser que, mientras en otros sectores la unión puede hacer que distintas pymes se sumen o multipliquen su producción, en el caso de las industrias creativas, como lo es la audiovisual, las pymes que se unen y trabajan articuladamente terminan potenciando la cantidad y calidad de su producción.
“Si una sola productora tiene que abarcar todas esas instancias es mucho más difícil. Se necesita toda una estructura, se necesitan otras herramientas”, aclara Amarilla, “en cambio, si nosotros podemos tomar, en esta forma que encontramos de consorcio, abarcar cada uno de los espacios de la cadena productiva, eso nos potencia en lo que hacemos, y nos da la posibilidad de escalar la producción en términos de tiempo y de calidad”.
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