Además de las dificultades para conformar su gabinete y las movilizaciones convocadas por la oposición, el Presidente Pedro Castillo se vio envuelto en un nuevo episodio de la crisis política del Perú que amenaza con interrumpir su mandato.
Con 76 votos a favor, 41 en contra y una abstención, el Congreso admitió que se debata el 28 de marzo una moción de vacancia o destitución, basada en el supuesto de “permanente incapacidad moral”, planteada por legisladores de oposición.
Esta es la segunda vez en cuatro meses que se eleva una moción en el Congreso peruano para destituir al Presidente, sin embargo, la moción anterior no pudo pasar la primera valla de 52 votos para ser debatida en el recinto. Esta vez, Pedro Castillo deberá enfrentar el debate en un Congreso mayormente opositor.
Entre los argumentos que justifican la medida se encuentran las acusaciones de la oposición de que el mandatario habría incurrido en presuntos delitos de fraude procesal. A su vez, se enumeran las declaraciones de Karelim López, una empresaria y exsecretaria de Martín Vizcarra vinculada al Fujimorismo, que involucra al jefe de Estado en una presunta trama corrupta en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Además de las acusaciones de la oposición, la situación se agrava al sumarse también exmiembros del ejecutivo de Castillo, que denuncian la existencia de un “gabinete en la sombra” y delitos de tráfico de influencias agravado en la licitación de obras públicas.
Intentos de golpe
Lucía Alvites, socióloga y excandidata al Congreso por “Juntos por Perú”, explicó en diálogo con NEA HOY que se trata de uno más de los intentos de golpe de estado que la derecha peruana viene orquestando al Gobierno de Pedro Castillo desde que asumió el 28 de Julio del año pasado.
“Nosotros estamos ante una situación permanente y sistemática de una estrategia de golpe de estado lenta desde el día uno, desde los resultados electorales en la segunda vuelta del año pasado”, concluye Alvites. En esta estrategia, la socióloga incluye la denuncia de fraude luego de saberse los resultados del ballotage presidencial, algunas convocatorias a movilizaciones y cambios que se han llevado adelante desde el Congreso.
“Se plantearon tanto mecanismos legales para, por ejemplo, hacer cambios constitucionales y allanar el camino hacia una destitución presidencial como también agitar el mecanismo de la vacancia por incapacidad moral permanente”, explicó Alvites
Crisis Política
Sería un error tomar los intentos de destitución como un hecho aislado o mirarlo como un enfrentamiento natural entre oficialismo y oposición. Lo cierto es que Perú desde hace varios años viene atravesando una crisis política que tiene del lado acusador siempre al mismo sector.
“Estamos ante una crisis profunda, con un sistema político agotado, que en la práctica en todas estas décadas de neoliberalismo solo ha servido para poder negociar y hacer del Congreso y espacios de representación un espacio de lobby para ciertos intereses” describe Alvites
Si bien el proceso que cimenta las bases de la crisis política puede hallarse desde el final de la presidencia de Alberto Fujimori, la misma estalló en la inestabilidad institucional que comenzó en la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski en el 2017.
Las características de esta crisis política es la misma que viene sufriendo el gobierno de Pedro Castillo, una constante pugna del Ejecutivo con las fuerzas políticas opositoras del Congreso encabezadas generalmente por el partido Fuerza Popular de Keiko Fujimori y sus aliados.
Como resultado de esta pugna, Perú no tuvo un mandato presidencial completo desde el 2016. Martín Vizcarra, Manuel Merino y Francisco Sagasti y el mismo Pedro Kuczynski han sido removidos o forzados a renunciar antes de cumplir los dos años de mandato.
Éste proceso, de acuerdo a la socióloga, “trae un sistema político desgastado sin ninguna confianza de la ciudadanía. Tenemos actualmente al Congreso con mayor desaprobación en nuestra historia, ese mismo Congreso es el que quiere vacar al señor Castillo”.
El descontento del pueblo peruano con la inestabilidad institucional llegó a tal punto en 2020 que provocó movilizaciones y protestas contra la remoción de Vizcarra, un funcionario que lejos estaba de despertar el clamor popular.
Es por ello que, aunque las últimas encuestas reflejan una baja en la popularidad de Pedro Castillo, Lucía Alvites no descarta que su remoción pueda generar una respuesta de la población contra la decisión del Congreso.
De acuerdo a algunos expertos citados por la agencia de noticias AFP, esta vez la oposición no estaría en condiciones de conseguir los 87 votos que exige la Constitución de Perú para remover a un Presidente. Sin embargo esto no evita que vuelvan a intentarlo en los próximos meses, sumado a otras estrategias que contribuyan a bajar la imagen del mandatario
Ante este escenario, se vuelve cada vez más urgente para el Gobierno de Pedro Castillo avanzar en una constituyente que entre otras cosas pueda limitar aquellos mecanismos que hoy se están utilizando para acrecentar la crisis política del Perú.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Pedro Castillo denuncia a la derecha peruana de intentos de desestabilización