Más allá de lo que puedan discutir los expertos o los funcionarios sobre los verdaderos causantes de la ola de calor, las altas temperaturas que azotaron a la región estas últimas semanas tienen graves consecuencias para quienes todos los días salen a trabajar bajo el sol.
En las últimas semanas el calor extremo, los incendios y la caída en la producción afectó a muchos trabajadores, quienes son el único sustento de su familia.
El calor y la venta ambulante
La venta ambulante es un rubro que ha crecido mucho en el NEA durante los últimos años. Miles de emprendedores y artesanos han encontrado en este método la única manera de obtener el sustento de sus familias, pudiendo día a día apalear un poco la crisis económica para intentar salir adelante.
Este es el caso de la Feria Tavapý, una feria de artesanos que ya se ha vuelto un paseo tradicional del cuarto tramo de la costanera de Posadas. Todos los sábados y domingos, cada una de las familias que trabajan en la feria deben trasladar sus productos, armar y desarmar sus puestos de venta, por lo que normalmente en verano resuelven realizar la feria desde las 18 hasta las 23 horas para no tener que hacerlo bajo el sol radiante de la siesta.
Pero como lo comentó en diálogo con NEA HOY Claudio Corrales, coordinador de la Feria Tavapy, este año la ola de calor hizo que menos gente saliera de sus casas a pasear, y esto afectó las ventas de todos los vendedores ambulantes.
En condiciones normales, desde las 18 h el cuarto tramo de la costanera ya se vería repleto de familias que pasean alrededor de los puestos de los artesanos. Este año, en cambio, el público comenzaba a llenar las veredas recién caída la noche, dando a los artesanos tan solo unas dos horas de concurrencia para obtener las ganancias de la semana.
El calor y la agricultura familiar
La falta de lluvias y la sequía también afectó a muchos trabajadores que en el NEA viven de las condiciones húmedas de la tierra. Este fue el caso, por ejemplo, de las cooperativas de ladrilleros en Formosa y Corrientes, que están teniendo dificultades para producir los bloques por lo árida que está la tierra de las olerías.
En Misiones, bastión de la agricultura familiar en el país, los pequeños productores están teniendo problemas para mantener sus cosechas. Entre los afectados están las familias de Colonia Nueva Libertad, que conforman la Cooperativa Parajes Unidos.
En diálogo con NEA HOY, Eduardo Vázquez explica que todos los años la cooperativa obtiene sus ganancias de la cosecha de porotos y distintos tipos de maíz. Pero sí la sequía del año pasado echó a perder gran parte de la cosecha, éste año obtendrán aún menos ganancias por el calor y la falta de lluvias. Esto a su vez inhibe la producción de semillas nativas, por lo que les saldrá cada vez más caro continuar la producción los próximos años.
Pero además de la cosecha, la ola de calor está atentando contra las huertas que tiene la cooperativa para alimentar a las más de 200 familias que la conforman. Las temperaturas intensas y la falta de lluvias los obliga a regar constantemente las hortalizas aumentando mucho más el gasto de agua corriente.
El calor y la calle
Mabel y su marido son cartoneros, y en diálogo con NEA HOY explicaron que tres veces al día trasladan el carro con sus bicicletas, desde la Chacra 26 hasta el Parque de la Salud. Se van recorriendo la costanera y vuelven por la avenida Rademacher, juntando en el camino los cartones, botellas y otros elementos reciclables que les permite obtener apenas lo suficiente para la comida del día.
El trabajo ya es suficiente agotador y desgastante en condiciones normales, pero la ola de calor hizo aún más agobiante tener que trasladarse por el asfalto, acarreando todo lo que se pudo juntar en esa salida.
Pero a pesar del cansancio o del malestar que pueda darles el calor, ambos están obligados a hacer los mismos recorridos todos los días para mantener los puntos de recolección de los que depende su supervivencia. Para ellos, el cambio climático no es algo que se discuta en una cumbre en Glasgow, sino algo que viven todos los mediodías y que los está perjudicando cada año.
Apalear el calor
Además del impacto que el cambio climático y las olas de calor tienen sobre la economía de un país o una región, es importante recordar que estos eventos climáticos adversos afectan todavía más al ciudadano de a pie, al que tiene que salir todos los días a enfrentarse a este clima para trabajar.
Mientras se discute a nivel nacional y mundial la forma de reducir las emisiones y revertir el cambio climático, las políticas de forestación, provisión de agua corriente u otras medidas tendientes a apaciguar el impacto del calor extremo, son necesarias para que los trabajadores más vulnerables se vean menos afectados.
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