El recambio turístico volvió a mostrar ayer postales de largas filas, de autos y personas en los pasos fronterizos. En el caso de la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen, se concentró gente de varias localidades y provincias de paso hacia las playas de Dionisio Cerqueira, en Brasil.
Según reportaron algunos turistas que usaron el paso fronterizo, por momentos la atención se vio desbordada y se generaron importantes filas de personas que debían aguardar para hacerse el hisopado del lado brasileño para poder ingresar a la Argentina.
“Hicimos más o menos tres horas de cola, gente de todo tipo: señores de más de 70 años bajo el sol, señoras de 40. Los que atendían no nos decían nada. Toda la gente amontonada, que yo pienso: si nos quieren cuidar, esta no sería la manera”, comentó Renzo Espinosa.
En tanto del lado argentino las filas eran similares aunque se apuntó que por la tarde el movimiento fue mermando. Fue mucho menor el movimiento de autos que el visto durante el sábado por la tarde noche, se comparó.
Según se explicó desde la localidad de Bernardo de Irigoyen, se ve que durante el día son más los argentinos que van rumbo a Brasil y por la tarde/noche aumentan los turistas brasileños y argentinos que quieren ingresar a la Argentina. Y se explicó que la tendencia se incrementó este fin de semana por el cambio de quincena.
En Bernardo de Irigoyen también comentaron que con el cruce de más turistas la ciudad se vio más concurrida por cambistas o arbolitos, que buscaron hacer su negocio informal de venta de reales por pesos.
Fin de semana complicado
El sábado, tanto para el ingreso como para el egreso del país, hubo demoras de entre cinco y siete horas en pasos fronterizos como Bernardo de Irigoyen-Dionisio Cerqueira.
Las esperas se generan debido a algunas complicaciones con los requisitos sanitarios y la falta de organización para los trámites, ya que se forma una sola fila para los trámites y controles sanitarios donde hay tanto personas que entran como que salen del país o los que hacen tráfico vecinal fronterizo y el puesto de salud del lugar cuenta únicamente con dos personas, uno administrativo y un enfermero.
Por otro lado hay complicaciones con el sistema informático de Migraciones, según lo manifestado por varios turistas consultados que coincidieron en que de a ratos es muy lento el sistema, se colapsa o se cae generando más demoras de lo habitual.
Fuente: El Territorio
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