Junio trajo un récord de focos de incendios en la Amazonia, en Brasil. El Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe), registró un aumento del 2,7% en puntos de fuego respecto al mismo mes del año pasado, lo que supone 2.308 incendios, siendo la mayor cantidad en 14 años.
Los datos preocupan a los expertos, que advierten que el récord llega tan solo al principio de la temporada de verano en la Amazonia y temen no solo que lo peor esté por llegar, si no que este año llegue cargado de afectaciones a una de las zonas verdes más importantes del planeta.
Matt Finer, líder de un proyecto de seguimiento de incendios para la organización Amazon Observation advierte que «la temporada de incendios, que generalmente alcanza su punto máximo en agosto y septiembre, está comenzando a acelerarse, con 23 incendios importantes registrados en lo que va de año. Todos los incendios han ocurrido en el estado de Mato Grosso, en el borde sureste del Amazonas«, informó.
Las causas detrás del aumento de incendios en la Amazonia brasileña
El Presidente Jair Bolsonaro y sus políticas son blanco de críticas por el aumento de deforestación e incendios en la Amazonia. Desde su llegada al poder en 2019, se le acusa de eliminar las regulaciones de protección ambiental y de desalojar a los pueblos indígenas de sus tierras. Solo en 2020 «(en la selva) se redujo un área siete veces el tamaño de Londres«, alerta el Inpe.
Además, documentos gubernamentales y personas cercanas al mandatario han acusado al Presidente de manipular el sistema de multas, que sirve para castigar a los taladores ilegales.
La sequía extrema que promete acechar el país también tiene influencia sobre los incendios en la Amazonia. De hecho, el Ministerio de Minas y Energía informó que entre septiembre y mayo las centrales hidroeléctricas de Brasil tuvieron los ingresos más bajos de agua en 91 años.
“Lamentablemente este récord del mes de junio no sorprende, considerando la continuidad de la política antiambiental y la insistencia en utilizar métodos costosos como el envío de tropas militares, lo cual ha resultado ineficaz en los últimos dos años.”, Rómulo Batista, Greenpeace Brasil.
Finalmente, la organización sin fines de lucro Amazon Environmental Research Institute (IPAM) dijo en un comunicado que «para empeorar las cosas, este es un año afectado por el fenómeno de la Niña, que especialmente hace que se seque el sur de la Amazonia, lo que amplía la ventana de deforestación y quema«.
Para los defensores del medio ambiente, el hecho de que Bolsonaro haya aplazado las multas refleja su intención de debilitar a las agencias ambientales. Ha reducido el presupuesto derivado a ellas, denuncian, y ha suavizado los castigos a los madereros y mineros ilegales y mantenido el congelamiento de las contrataciones.
Tanto los críticos de Bolsonaro, como los trabajadores de las agencias ambientales, temen que más gente se sume a la destrucción de la Amazonia y que los culpables evadan el pago de las multas en caso de que venza el plazo de prescripción.
Fuente: France24
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