Las tradiciones y la cultura de los pueblos originarios de Formosa siguen vivas en las manos de las mujeres de las comunidades originarias. Las artesanas tejedoras del chaguar trascendieron las barreras de la provincia norteña y son reconocidas en el mundo por cada pieza artesanal que expresan la diversidad cultural del Norte argentino.
Las artesanas expresan en cada pieza la identidad y el arraigo cultural. Las manos tejedoras con fibra de chaguar del monte transmiten sus saberes ancestrales y el respeto a la madre tierra. Ellas, mujeres empoderadas, son el espíritu de cada pieza, ese que trasciende el valor del dinero para dotarlas de fuerza espiritual y sentido de pertenencia.
Pero, el camino del reconocimiento de las mujeres de las comunidades originarias muchas veces (o casi siempre) no es fácil. Sin embargo, juntas poco a poco lograron conformar una red de asociaciones conformadas por mujeres artesanas de las etnias Wichí, Qom y Pilagá que reúne a más de 2.000 artesanas.
La impulsora y actual Presidenta de la Cooperativa de Mujeres Artesanas del Gran Chaco (Comar), la más grande de Argentina que nuclea a las mujeres artesanas, es Norma Rodríguez. Ella nació y vive en Lote 8, una comunidad Wichí de 880 habitantes ubicada en el extremo Oeste de Formosa casi al límite con Salta y Paraguay.
Norma Rodriguez fue reconocida a nivel nacional con el premio Gran Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes por su trabajo con tejidos de chaguar, una planta nativa de los montes secos que crecen en el norte argentino. Desde la red de la Cooperativa de Mujeres Artesanas se tiene el propósito de preservar las tradiciones de su comunidad y lograr que todas las mujeres se empoderen a través de la organización.
La red de artesanas que se gestó en la provincia de Formosa logró agrupar y empoderar a las mujeres de las comunidades originarias que se dedican a comercializar artesanías con la técnica de la fibra del chaguar. Este saber ancestral ha pasado de generación en generación entre las mujeres originarias.
Actualmente, y a través del fortalecimiento de Comar lograron instalar sus productos artesanales en la mayoría de las provincias del país y en países del mundo, como por ejemplo en China y Australia. La red de mujeres de comunidades aborígenes del Gran Chaco fortalece el recorrido de comercialización de las artesanías con lana, chaguar y carandillo.
Estar organizadas y empoderadas las ayudó a incrementar las ventas de sus productos, sobre todo desde el inicio del aislamiento con una plataforma digital para comercializar su producción y resolvieron el desafío de la conectividad en zonas, a veces inhóspitas.
Hace más de 20 años que las artesanas de las comunidades originarias de Formosa, enclavadas en el corazón de los bosques semiáridos del Gran Chaco argentino, se ocupan de cosechar la planta de chaguar para luego desfibrar sus hojas y obtener hilos resistentes con los que fabrican cautivantes artesanías, vestidos, carteras, entre otros accesorios como bellos textiles artesanales que comercializan para vivir.
Con el avance del tiempo desde la organización de la red de Cooperativa de Mujeres fueron adquiriendo distintas herramientas tanto digitales, para mostrarse al mundo, como maquinarias que facilitan los procesos y el desarrollo textil, pero siempre conservando la técnica ancestral y la identidad cultural en manos de las artesanas.
Norma Rodríguez, la fundadora de la red de cooperativas de mujeres artesanas rompió con los moldes del patriarcado dentro de su comunidad y comenzó a pensar una forma de organización donde las mujeres tuvieran más acceso y obtuvieran el precio justo por el valor de su trabajo.
La pandemia trajo otro desafío para las mujeres de las comunidades originarias, pero a través de las redes sociales comenzaron a vender cada vez más artesanías y por eso concretaron un convenio con el Banco de Formosa para abrir 2.000 cajas de ahorro sin costo, para cobrar por su producción no solo en efectivo sino también a través de transferencia bancaria.
La conectividad en plena pandemia fue un aliado en los procesos de comercialización para estar conectadas, mostrar sus productos y llegar a más clientes.
La conectividad se desarrolló en la zona en 2015 a través de un programa de responsabilidad social empresarial de Samsung conocido como Gran Chaco Nanum Village, un programa de gestión asociada y trabajo en red que ha logrado, a lo largo de cuatro años de ejecución, instalar 19 Centros Nanum Village en Salta, Formosa y Chaco.
La Cooperativa de Mujeres Artesanas del Gran Chaco fue sumando cada vez a más mujeres artesanas y hoy son la red de cooperativas más grande del país integrada por 24 asociaciones de tres provincias: Formosa, Chaco y Salta.
Hoy las artesanías de las mujeres de las comunidades originarias son reconocidas y valoradas en todo el mundo. Para la Presidenta de Comar, Norma Rodríguez, es muy importante seguir utilizando las técnicas ancestrales y que no se pierda la cultura de los pueblos originarios.
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