Con la prolongación de la pandemia del COVID-19 en todo el mundo, los Gobiernos debieron trazar líneas estratégicas para responder ante la caída de la economía.
Muchos países Latinoamericanos como Brasil, Perú, Chile o Paraguay venían en un lento pero marcado ascenso en su actividad económica.
Esto se vio desacelerado por varios factores que afectan a una mejora económica. Por ejemplo: caída del consumo interno, baja en las exportaciones, déficit en el sector servicios y desmedido gasto público.
Paraguay, además, tiene que lidiar con un inmenso sector de trabajadores que está en la Economía Informal, dependiendo de changas diarias y de actividades comerciales fronterizas.
El Gobierno de Abdo respondió con el Plan Pytyvo, llegando a casi un millón de compatriotas, subsidiando pagos de 500.000 guaraníes.
Pero, como si fuera poco, las fronteras terrestres con el principal socio comercial -Argentina- siguen cerradas, tuvieron que aparecer otras alternativas.
La Unidad de Gestión de la Presidencia de la Nación trabaja un plan que tiene dos o tres puntos claros: Seguridad Alimentaria, Apoyo al Empleo y Seguridad Social.
Para entender uno de los ejemplos que podemos tomar es el Plan de Gobierno Ñangareko, una acción que llegó a las 350.000 familias más vulnerables del país, con productos nacionales de alimentación.
Para el Plan Ñangareko se desembolsaron 140.000 millones de guaraníes.
Para atender a las necesidades directas de los trabajadores, el Ministerio de Trabajo lanzó la plataforma Wendá, dónde hay casi 3.000 emprendedores.
Wendá funciona como una red social donde los trabajadores proponen su servicios o productos y las personas pueden consumir. Además, el Ministerio de Trabajo propone cursos gratuitos que llegan a más de 100.000 personas.
Para el importante sector indígena y campesino de Paraguay, se elaboraron campañas de distribución de alimentos, repartiendo más de 6 millones de toneladas.
El 2020 tuvo una fuerte presencia del Estado en Paraguay, las obras fueron otra constante en el trabajo ejecutivo y la apuesta por la salud marcó la agenda presidencial.
Por su parte, el 2021 inicia con algunas certezas. Desde el ámbito educativo se conoce la modalidad de retorno a clases por parte de los estudiantes y docentes.
Además, el Ejecutivo Nacional ya está cerca de promulgar el presupuesto 2021, que se espera que sea de 13.000 millones de dólares americanos, unos 92 billones de guaraníes.
El principal objetivo de este 2021 es lograr austeridad en el gasto público, invertir en infraestructuras y apostar por el desarrollo habitacional.
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