Cuando los gobernadores del nuevo bloque eligieron llamarse Provincias Unidas, no imaginaron que la ironía iba a ser tan literal. Traducido al inglés, el nombre de esta liga federal es United States. Y si uno observa con atención, la semejanza va más allá del idioma. El armado que hoy reúne a figuras como Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy), Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz) se presenta como un armado “federal” y “de equilibrio” entre el poder central y las provincias, pero se comporta cada vez más como el plan B del establishment norteamericano para el día en que Javier Milei deje de ser funcional.
Provincias Unidas reúne a muchos de los famosos “dialoguistas”, aquellos que se hacían presente cuando Javier Milei buscaba aliados en el Congreso y los gobernadores intentaban garantizarse recursos en medio del ajuste. Después se dio vuelta la taba, los focus group comenzaron a mostrar que era mejor, para la imagen, alejarse del Presidente y, para agosto, nace Provincias Unidas, mostrándose como opositor. El problema es que las últimas decisiones del bloque (y algunas ausencias llamativas) alimentaron la sospecha de que asumieron ese rol sólamente como una herramienta de negociación con el Gobierno Nacional.
El quiebre por Nucleoeléctrica
El episodio más reciente ocurrió en el Senado. El formoseño José Mayans, jefe del bloque de Unión por la Patria, intentó avanzar con un dictamen para excluir a Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) de la lista de empresas sujetas a privatización. Pero la reunión de las comisiones de Minería y de Ciencia y Tecnología nunca comenzó por falta de quórum. Entre los ausentes estuvieron Carlos “Camau” Espínola (Corrientes), José María Carambia (Santa Cruz) y Eduardo Galaretto (Santa Fe), 3 senadores vinculados a gobernadores de Provincias Unidas. Espínola, además, se retiró del Congreso para asistir al acto que Martín Lousteau encabezó en el Estadio Obras, junto a otros referentes del espacio federal.
Esa ausencia dejó a Mayans sin los votos necesarios y permitió que el oficialismo avanzara con el plan de privatización nuclear impulsado por el economista Demian Reidel, asesor presidencial y exfuncionario del macrismo. “A mí me sorprende la ignorancia o la hijoputez que puede haber en esto”, dijo el Senador, denunciando que “Reidel está haciendo negocios inmobiliarios con un tema estratégico para el país”.
Actualmente, el 79% de las acciones de NA-SA pertenece al Ministerio de Economía, un 1 por ciento a Enarsa y un 20 a la Comisión Nacional de Energía Atómica. El decreto 695/25 dispone que el Estado mantenga el 51%, entregue un 5% a los trabajadores y habilite la venta del 44% restante. La oposición intentó frenar ese proceso, pero Provincias Unidas optó por hacerle el juego a La Libertad Avanza.

El mensaje de las ausencias
La lista de ausentes se completó con Mariana Juri (Mendoza) y Sonia Rojas Decut (Misiones), ambas con doble firma en las comisiones. En el caso de la misionera, fuentes parlamentarias vincularon su ausencia al regreso de Reidel y a una supuesta reunión con el conductor político del oficialismo provincial, Carlos Rovira, para “ordenar” la relación con el Gobierno nacional.
Pero esa no fue la primera vez que el espacio se alinea con la Casa Rosada en temas sensibles. En Diputados, los gobernadores de Provincias Unidas y los peronistas Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta) provocaron la caída del proyecto que restituía el impuesto a los combustibles, una iniciativa que ellos mismos habían impulsado. Entre las 119 ausencias en el recinto se contaron al menos 20 legisladores cercanos a los mandatarios del bloque federal, incluidos representantes de Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Jujuy.
Entre Milei y la sucesión
Provincias Unidas se vende como una “estrategia federal de construccion a largo plazo”, pero en verdad es un espacio de centro, que busca captar al votante que acompañó a Milei en 2023 pero que podría alejarse ante el desgaste del ajuste. Una especie de nuevo “Juntos por el Cambio” con un discurso más moderado y resaltando la capacidad de gestión provincial. Con la idea de una posible gran PASO para el 2027, el partido parece más una “alternativa de gobernabilidad” que una oposición dura. Por lo pronto, en el Congreso son más bien una red de contención para el oficialismo.
Los guiños no faltan, el 10 de octubre Santiago Caputo, el principal asesor del Presidente, se reunió junto a Cornejo, Torres y Sadir, acompañado del estratega norteamericano Barry Bennet, confirmando así la cercanía del bloque con el círculo de poder libertario y el teléfono directo de Estados Unidos.

“El plan B del establishment”
“Provincias Unidas es el plan B del establishment. Si Milei y el PRO se van a la banquina, esta liga de gobernadores de centroderecha está recreando Juntos por el Cambio”, afirmó el Dirigente de FORJA Gustavo López, candidato a Diputado de Proyecto Sur. Según López, el bloque no representa una oposición real sino una promesa de continuidad del modelo de ajuste.
Pero Marcelo Lewandowski fue aún más claro: “Pullaro es Milei con otros modales”, dijo en una entrevista radial. El Senador santafesino afirmó que “El gobierno de la provincia es una versión moderada del mismo modelo que defiende Milei que pudo hacer mucho de lo que hizo por el aval que legisladores de Santa Fe que responden a este espacio político lo apoyaron con su voto”.
Ahora que el Gobierno Nacional está a la baja en todas las encuestas es fácil venderse como oposición, pero para ver si eso es cierto, hay que prestar atención a lo que el bloque hace, no lo que dice, y hasta ahora, sus votos dicen “oficialismo”. Con Milei o sin Milei, el modelo de ajuste parece asegurado, y en ese esquema, el bloque de gobernadores se consolida como el puente más cómodo entre la Casa Rosada y la Casa Blanca.
ADEMÁS EN NEA HOY:
La Diputada chaqueña Marilú Quiróz abre las puertas del Congreso al negacionismo antivacunas