El Sistema Integrado de Movilidad Urbana (SIMU) confirmó que este viernes a las 9 analizará una nueva suba en el pasaje de colectivos en Corrientes. La noticia, adelantada por la concejal Mercedes Franco Laprovitta, confirma lo anticipado por NEA HOY el 2 de septiembre: el oficialismo municipal había decidido esperar después de las elecciones del 31 de agosto para habilitar el incremento.
Actualmente, el boleto de colectivos en Corrientes se encuentra en $1.290, pero las empresas presionan por llevarlo a $2.000. El Ejecutivo municipal busca cerrar en $1.500, con la posibilidad de aplicar otro ajuste en enero de 2026 bajo la excusa de la “emergencia del transporte”.
Colectivos en Corrientes: un servicio deteriorado y usuarios rehenes
El aumento no llega solo. El sistema de transporte atraviesa una crisis estructural: colectivos en mal estado, frecuencias irregulares y un servicio cada vez más caro para los usuarios. En apenas un año, el boleto aumentó 545%, mientras miles de correntinos optaron por bicicleta, moto o caminata ante la imposibilidad de pagar el colectivo.
El impacto es fuerte: un trabajador con salario mínimo debe destinar casi el 18% de su sueldo mensual solo a viajes en colectivo, más que lo que gasta en servicios básicos como electricidad o agua.

Choferes en conflicto y empresas bajo la lupa
El argumento oficial para justificar la suba se centra en los salarios de los choferes, que reclaman el cumplimiento de la escala nacional con un básico de $1.300.000. Sin embargo, las empresas ERSA, TCL y Miramar aseguran que no tienen fondos suficientes y amenazan con un paro.
Los trabajadores, en cambio, denuncian que las patronales utilizan la crisis como excusa, mientras los usuarios quedan en el medio, pagando más por un servicio cada vez peor.
Ajuste político y complicidades locales
La situación se agrava por el retiro de subsidios al transporte del interior dispuesto por el gobierno de Javier Milei. En lugar de exigir la restitución de esos fondos, tanto la Provincia como la Municipalidad de Corrientes, alineados políticamente, hasta hace muy poco, con la Casa Rosada, trasladan el costo a los ciudadanos.
La postergación del aumento hasta después de las elecciones deja en evidencia la estrategia: evitar el costo político y volver a cargar sobre los bolsillos de los correntinos cuando ya no hay riesgo electoral.
Con datos de NEA HOY e información de Radio Sudamericana.
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