El proyecto enviado por el Gobierno de Javier Milei al Congreso prevé un crecimiento del 5%, una inflación menor a un dígito mensual y superávit fiscal. Sin embargo, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advierte que las metas son imposibles de cumplir y podrían funcionar como excusa para profundizar los recortes en áreas sensibles.
Esto se debe a que el artículo 1 del Presupuesto 2026 habilita al Poder Ejecutivo a ajustar las partidas necesarias en caso de no alcanzar el equilibrio fiscal, lo que podría afectar directamente áreas como salud y educación.
El Presupuesto 2026 se presenta como una pieza central para consolidar el equilibrio de las cuentas públicas. Sin embargo, un informe del CEPA advierte que el escenario planteado es de muy difícil cumplimiento, lo que abre la puerta a mayores recortes en el gasto social y productivo.

Un optimismo que choca con las proyecciones privadas
Un dato sumamente llamativo es lo que se espera del dólar. El Presupuesto prevé un tipo de cambio de $1.325 a diciembre de 2025 y de $1.423 a diciembre de 2026. Sin embargo, al 15 de septiembre, el dólar se ubicaba en $1.462, lo que implicaría una reducción del 9,4%, algo difícil de lograr dado el escaso nivel de reservas.
El proyecto estima un crecimiento económico del 5%, una inflación anual del 10,1% (equivalente a 0,8% mensual) y exportaciones récord por USD 112.695 millones. No obstante, el Presupuesto señala que habrá un déficit comercial de USD 5.751 millones, es decir, proyecta que se importarán más bienes y servicios de los que se exportan. Por ello, resulta difícil pensar que la situación del dólar pueda mejorar, ya que no habrá suficientes ingresos de divisas para sostener un tipo de cambio más bajo.

Estas cifras contrastan con las estimaciones privadas. Por ejemplo, el REM (informe con las expectativas del mercado) del Banco Central prevé una inflación del 28,2% y un dólar cercano a $1.600 para el mismo período. Según el CEPA, este desfasaje implica que, ante el incumplimiento de las metas, el Gobierno podría recurrir a recortar partidas para sostener el superávit, que de entrada plantea compensar el déficit comercial.
Canje de deuda sin control
Otro punto cuestionado es la habilitación para realizar canjes de deuda sin cumplir con la Ley de Administración Financiera, que exige mejoras en monto, plazo o tasa. Este cambio no solo aumenta la discrecionalidad del Gobierno, sino que incluso podría incrementar el déficit, reforzando la lógica de los recortes como “solución”.

Los recortes previstos en el Presupuesto 2026
El informe del CEPA detalla una serie de reducciones que impactarán en programas sociales, educativos y científicos, entre otros:
- AUH: reducción y eliminación de la movilidad automática en los aumentos.
- Obras cloacales: apenas 0,2% del presupuesto, sin metas definidas (en 2024 se habían prometido 56 obras).
- Becas estudiantiles: caída acumulada del 76% desde 2023.
- CONICET: recorte del 5,4% interanual y casi 40% acumulado desde 2023.
- Hospitales nacionales: caídas de entre 6% y 1% interanual, y hasta 45% acumulado desde 2023.
- Régimen de zonas frías: eliminación de gran parte de los descuentos tarifarios.
- Educación y ciencia: derogación de la garantía del 6% del PBI para educación, del 1% del PBI en ciencia y tecnología, del Fondo Nacional para Escuelas Técnicas y del Fondo para la Defensa Nacional (FONDEF).
En conclusión, para el CEPA, el Presupuesto 2026 no solo plantea metas económicas imposibles de cumplir, sino que además prepara el terreno para que el Gobierno justifique un ajuste aún más profundo en nombre del equilibrio fiscal.
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