El Ministerio de Economía confirmó esta semana la salida de dos funcionarios clave y la disolución de sus respectivas áreas: la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y la Secretaría de Industria y Comercio. Se trata de Marcos Ayerra y Esteban Marzorati, quienes alegaron “motivos personales” para dejar sus cargos. La decisión fue oficializada por el ministro Luis Caputo.
Ambas secretarías serán absorbidas por la Secretaría de Coordinación de Producción, a cargo de Pablo Lavigne. Aunque el Gobierno asegura que los programas seguirán vigentes, referentes del sector advierten que la medida implica la pérdida de interlocución institucional en uno de los momentos más críticos para la industria y las pymes.
Referentes de entidades empresarias expresaron su preocupación por el cierre de estas estructuras. Desde el sector pyme aseguran que la situación ya era crítica por la falta de programas, subsidios y líneas de crédito. “Con Ayerra se va el único interlocutor que teníamos. Las pymes enfrentan serios problemas y necesitamos alguien que nos escuche”, señalaron.
La Unión Industrial Argentina (UIA), por su parte, reiteró que “las tasas de interés deberían estabilizarse en un nivel razonable” y reclamó “financiamiento urgente” para sostener el capital de trabajo. Desde la entidad también remarcaron que la industria está 10% por debajo del año pasado y que la reactivación está paralizada.
15.000 pymes cerradas y más de 100 renuncias en el Estado
Según estimaciones del sector, 40 pymes cierran por día en la Argentina, lo que equivale a unos 500 empleos perdidos diariamente. Se estima que, desde la asunción de Javier Milei, ya cerraron más de 15.000 pequeñas y medianas empresas.
La salida de Ayerra y Marzorati se suma a una larga lista de más de 100 renuncias dentro del Estado nacional. Fuentes oficiales admiten que “resulta cada vez más difícil retener personal”, ante el congelamiento de salarios dispuesto por el presidente.
Programas vaciados, áreas desmanteladas
Desde hace meses, las secretarías eliminadas venían perdiendo funciones y presupuesto. En el caso de Pyme, ya se habían eliminado programas clave, fondos de asistencia directa y subsidios a la tasa. Incluso el control sobre las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) fue transferido al Banco Central.
El impacto también se siente en la economía del conocimiento. Aunque sus programas siguen operativos, el sector advierte que el menor cupo fiscal redujo los beneficios, sobre todo para las empresas más grandes. Se teme que el presupuesto 2026 profundice estos recortes.

Advierten por el cierre de más empresas
Para el presidente de Industriales Pymes Argentinos, Daniel Rosato, el cierre de la Secretaría Pyme “es un paso hacia el estancamiento del aparato productivo nacional”, y podría provocar “la desaparición de miles de pymes que necesitan asistencia que ya no tendrán”.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también expresó preocupación: “Deja a las pymes sin canal institucional para abordar sus problemáticas”, señaló. La entidad pidió que se mantengan los programas que aún funcionan, como Capacitar, Creando Capacidades Locales y Punto Pyme.
Ajuste productivo sin freno
El cierre de las secretarías marca otro paso del Gobierno en su camino hacia una “simplificación” estatal que, en los hechos, implica desmantelar políticas públicas esenciales para el desarrollo productivo. En un contexto de recesión, caída del consumo y pérdida de empleo, la decisión es vista por el sector privado como una señal de abandono.
“La política pyme desapareció, como desaparecieron los programas, el crédito y la planificación productiva. Hoy no queda nada. Solo ajustes y más cierres”, resumió una fuente de la UIA.
Con información de Infobae y Ámbito.
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