El debate sobre la legalización de la marihuana avanza en Paraguay y, según confirmaron fuentes parlamentarias, en marzo podría tratarse un proyecto de ley que busca despenalizar su consumo recreativo. La iniciativa es impulsada por el senador liberal Líder Amarilla, quien aseguró que la iniciativa cuenta con un amplio respaldo del oficialismo y la disidencia colorada.
«La marihuana para uso medicinal y el cáñamo industrial ya están regulados en el país, pero el paso que buscamos ahora es liberar el THC y permitir el consumo recreativo de manera pública», explicó Amarilla. Según el senador, Paraguay ya es uno de los mayores productores de cannabis en el mundo y regular su uso podría generar oportunidades económicas, que es lo que más interesa a algunos congresistas.
El proyecto propone ir más allá del modelo uruguayo, que limita la comercialización del cannabis a un esquema estatal restringido. «Ellos no llegaron a explotar bien el potencial de esta industria. Acá la gente ya vive de esto, y podemos ser una potencia. Algunos estiman que Paraguay es el tercer productor mundial», sostuvo Amarilla. Uno de los puntos clave del debate será el impacto económico de la legalización.

De acuerdo a datos oficiales, las incautaciones récord de marihuana en Paraguay alcanzaron un valor local superior a los US$ 1.000 millones, cifra que podría quintuplicarse en el mercado europeo. Esto refuerza el argumento de que una regulación permitiría captar parte de estos ingresos en lugar de que queden en manos del narcotráfico.
El oficialismo ya dio señales de acompañamiento a la propuesta, lo que abre la puerta a una rápida aprobación en el Congreso. «Hay que revisar», había dicho el Presidente Santiago Peña en una oportunidad, secundado por su ministro de Industria y Comercio, Javer Giménez. Por otro lado, la disidencia colorada, habitualmente más conservadora respecto a estos temas, se inclinaría por apoyar a Amarilla.
En este sector se destaca una figura que podría generar controversia: Mario Abdo Benítez. Según registros oficiales, empresas vinculadas a la exesposa del exmandatario, Fátima Díaz Benza, fueron beneficiadas con licencias para la producción e industrialización del cannabis durante su gobierno.

La firma Tavira SA, donde Díaz Benza es accionista, había quedado inicialmente fuera del cupo de licencias, pero tras un decreto presidencial de febrero de 2020 se amplió el número de permisos para incluirla. El ajuste normativo realizado por el entonces mandatario generó sospechas de favoritismo. Documentos oficiales indican que Tavira SA es parte de un grupo empresarial con conexiones políticas, incluyendo a José Antonio Dos Santos Benítez, hijo del exembajador paraguayo en Estados Unidos.
Esta situación generó cuestionamientos sobre el interés de ciertos sectores en la legalización de la marihuana en Paraguay. Sin embargo, Amarilla desestimó las críticas y sostuvo que la regulación es necesaria más allá de cualquier conflicto de intereses. «Este es un debate que debemos dar como sociedad. Hoy tenemos un mercado negro que mueve fortunas, mientras que podríamos estar generando empleo y captando impuestos», señaló.
Con un panorama favorable en el Congreso, la discusión podría avanzar sin mayor debate. Si el proyecto se aprueba, Paraguay podría convertirse en uno de los primeros países de la región en establecer un mercado de cannabis recreativo completamente regulado.
Fuente: La Política Online.
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