El primer año de la gestión de Javier Milei estuvo marcado por un fuerte ajuste que impactó negativamente en todas las provincias. En términos de cuentas públicas, la inversión real directa nacional se desplomó un 73,4% interanual, liderada por la paralización de la obra pública, lo que afectó principalmente a la población debido a la falta de construcciones nacionales.
La obra pública, que representa más del 60% de la inversión nacional, abarca proyectos de infraestructura, ampliaciones, caminos, puentes, edificios y desagües, entre otros. Su paralización explica esta fuerte caída en la inversión en las provincias y afecta directamente a gran parte del país: en 17 distritos, las construcciones nacionales representan más del 90% de la inversión total del Ejecutivo nacional.
Durante el año 2024 la inversión real directa mantuvo una tendencia descendente, con bajas superiores al 70% entre enero y julio. Aunque se moderó entre agosto y noviembre, permaneció volátil. En diciembre, la caída fue menor (-31,7%) pero continuó siendo significativa, cerrando el año con los niveles de inversión más bajos en dos décadas.
Aunque todas las provincias registraron una baja interanual en la inversión nacional, en 19 distritos esta superó el 50% y en cuatro cayó más del 90% en comparación con 2023: Chubut (-95,6%), La Pampa (-95,3%), La Rioja (-96,6%) y San Luis (-90,8%). En el NEA las caídas fueron de -32,7% en Chaco, -43,3% en Corrientes, -64,5% en Misiones y -74,7% en Formosa.
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