“Mauricio por décima vez. No te vamos a dar la Hidrovía” contesta una conocida cuenta libertaria al indignado tweet del PRO, reclamando por la ficha limpia. La Hidrovía Paraná-Paraguay, una de las arterias fluviales más importantes de Argentina y transporta cerca del 80% del comercio exterior del país. Lejos de ser un reclamo partidario, las asperezas de la política actual se explican por un negocio económico.
Una joya mercantil
La Hidrovía es una red fluvial que conecta al país con los principales mercados internacionales. ¿Por qué? Porque transporta productos agrícolas como el trigo, los cereales y una de las más importantes fuentes de ingreso del país: la soja. Pero esto no quiere decir que sólo importe por eso, no, también juega un papel geopolítico esencial ya que conecta el comercio internacional de la región.
Por eso no es casual el caos que ocasionó el anuncio del 21 de noviembre. Ese día el Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial la oficialización del llamado a licitación para la privatización de la Hidrovía. Mauricio Macri esperaba que usaran sus pliegos, Javier Milei (o su círculo cercano) fue por otro camino.
Macri vs. Milei
Desde hace varios años, Macri ha estado intentando que la empresa neerlandesa Boskalis, se quede con el negocio del dragado y balizaje de la vía navegable. Éste trato tiene que ver con la figura que resuena en nuestras cabezas cuando hablamos de alianzas con los holandeses: Máxima Zorreguieta, conocida del ex mandatario. Sin embargo, el negocio no se concretó cuando él era Presidente y durante el gobierno de Alberto Fernandez la Hidrovía se estatizó.
“Había un pliego para la Hidrovía que teníamos hecho nosotros, pensando que en el 2020 vencía la concesión y la íbamos a privatizar. Alberto Fernández la estatizó a la Hidrovía… ¡Agarren el pliego ese y liciten!” exclamó Macri en una entrevista a un medio nacional. Sin embargo, la administración de Javier Milei decidió ignorar esos pliegos y abrir una licitación nueva con condiciones más flexibles para las empresas internacionales.
Boskalis tiene una competencia directa, la empresa belga Jan de Nul. Santiago Caputo, uno de los más fieles asesores presidenciales de Milei y parte de su triángulo de hierro, parece preferir a Jan de Nul, que se hizo cargo de la hidrovía por más de 25 años, previo al 2021. De esta manera se produce el choque de intereses entre Caputo (Milei) y Macri, cosa que explica los últimos encontronazos entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA)
Las empresas cerealeras y la hidrovía
El consorcio que se va a encargar de la Hidrovía no está formado solo por gigantes del dragado, sino también por empresas del rubro cerealero que, dado lo clave que es el transporte por agua para sus exportaciones, tienen un interés directo en cómo se maneja la vía. Algunas de las principales firmas del sector agroexportador vienen participando de las negociaciones para la licitación.
Las empresas cerealeras tienen un papel clave en todo. Su influencia ha sido clave en las decisiones sobre la Hidrovía. Entre esas empresas están Cargill y Dreyfus, que son empresas estadounidenses y COFCO International que es una empresa china. Los conflictos son de esperarse ya que Estados Unidos considera la presencia china como una amenaza.
Los negocios de la privatización de la Hidrovía
¿El dinero hace al poder o el poder hace al dinero? Eso es un poco preguntarse sobre el huevo y la gallina. Lo cierto es que la cantidad de plata detrás de la privatización de algo tan grande, importante y único como la hidrovía es abismal. El hecho de que la duración de los contratos puedan ser de hasta 30 años nos da una pista de la magnitud del negocio.
El consorcio que se encargue de la Hidrovía tendrá la responsabilidad de modernizar la infraestructura, incorporar tecnología de punta como radares y sistemas satelitales, e implementar medidas de seguridad para el comercio internacional. Es decir que quien gane la licitación va a tener que contratar múltiples otras empresas para asegurar el correcto funcionamiento de la vía. Y donde hay negocios hay poder, poder político.
La fractura con el PRO
Por supuesto que la concesión de la hidrovía no es la única causante de la grieta entre LLA y el PRO. La Ley de Ficha Limpia busca dejar fuera de carrera a los candidatos condenados por corrupción y fue propuesta por el partido de Macri, en una movida para dejar fuera de las elecciones a Cristina Kirchner. Sin embargo, el proyecto fracasó en el Congreso y el ex-Presidente parece haberlo tomado a pecho.
“Esta semana, el Congreso de la Nación dejó pasar una oportunidad histórica para impedir que los corruptos condenados por la Justicia lleguen al Congreso y se garanticen impunidad con los fueros. Mientras los Diputados del PRO cumplieron con el mandato que nos dieron nuestros votantes, el Gobierno decidió estar del otro lado”, publicó la cuenta oficial del partido de Macri.
La respuesta oficial de LLA fue: “Durante el gobierno de Mauricio Macri no se trató ningún proyecto de Ficha Limpia, y se propuso como candidato a Vicepresidente al mayor defensor de los fueros en el Senado de la hoy condenada Cristina Fernández de Kirchner. No por ello elegimos sugerir que el gobierno de Macri fue corrupto o cómplice de la impunidad por intereses electorales. Es repugnante el oportunismo como herramienta de acción política”.
Sin embargo, una cuenta más críptica y que se rumorea, pertenece a Santiago Caputo simplemente comentó: “Mauricio por décima vez. No te vamos a dar la Hidrovía”. Esto puede sugerir varias cosas: que la hidrovía era un tema importante de negociación entre los partidos, que la candidata a ganar la licitación ya está elegida y, más impactante aún, que Macri está en una pulseada contra el Presidente que él ayudó a llegar al poder.
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