La inserción laboral de personas con discapacidad es esencial para que éstas puedan desarrollar su proyecto de vida de forma autónoma. Así lo entendió el Instituto Privado de Educación Especial de Corrientes (IPEEC, por sus siglas), que desde hace más de 30 años trabaja con la discapacidad y brinda, desde hace casi 20 años, talleres de formación laboral.
NEA HOY se acercó a la institución y dialogó con su directora, la licenciada Mariana Merlo, el docente coordinador de la formación laboral, el licenciado Marcelo Collinet, y la trabajadora social que acompaña el desempeño de los estudiantes, la licenciada Guadalupe Soto.
Estos explicaron que, actualmente, trabajan con seis docentes de educación especial y un tallerista de panadería. “Es un trabajo que se conoce poco”, reconocieron, pero señalaron que cada vez son más las empresas privadas y los organismos estatales que se interiorizan de la labor.
“Lo que se ve de la formación laboral, lo que se puede mostrar, es la punta de iceberg, es el 30%, el otro 70% son años de trabajo, la filosofía los estudiantes: la idea de que el que va creciendo va sabiendo que al momento de llegar a formación laboral, después del nivel primario y secundario, la posibilidad de tener un trabajo y de hacer una pasantía es real”, resaltó Collinet.
A su vez, Merlo remarcó que trabajan en pos de la “igualdad en el sentido de que las personas con discapacidad tengan los mismos derechos y obligaciones que cualquier persona”.
Por otra parte, comentaron que el espacio de formación laboral inició hace seis años pero, en sus inicios, las producciones eran para el consumo interno. Fue entonces que pensaron en abrir el horizonte y comenzaron a comercializar los productos a sus familias, conocidos y personas que transitan por las calles de la institución. Así llegaron a vincularse con la feria municipal de la plaza de La Cruz, donde se establecen todos los jueves.
Asimismo, indicaron que “desde el 2020 estamos cada año con 10 personas aproximadamente que pasan por experiencias de pasantías. Son entrenamientos que duran 6 meses porque se dan en el marco de un programa nacional”.
Sin embargo, mencionaron que de esta cantidad de personas que realizó la experiencia de pasantías en los últimos cuatro años, hasta el momento, solo una persona se encuentra trabajando en planta permanente.
Por otro lado, el docente a cargo de formación laboral mencionó que la institución hace foco en la cuestión actitudinal para el momento de conseguir un empleo: “El aprender a hacer las actividades es lo que más fácil pueden hacer. Limpiar un lugar, reponer góndolas, el amasado o la preparación de panes o chipacitos, porque los entrenan cotidianamente. En lo que más énfasis hacemos son las cuestiones actitudinales, que tienen que ver con las relaciones laborales, el cumplimiento, de cómo resolver problemas con un compañero, si llego tarde que hago, y que la escuela no sea un intermediario entre la empresa y ellos”.
Merlo agregó: “Se los pone en situación constantemente. Por ejemplo, los días de lluvia, que a veces se piensa en no ir a la escuela, pedimos que tengan una actitud laboral donde no se puede faltar por esos motivos”.
La trabajadora social también señaló que los estudiantes “van a trabajar a la mañana y después vienen a la escuela. Siempre hay un referente de la empresa que nos hace una devolución y nos indica que factores se deben mejorar y en la escuela lo reforzamos para su actividad laboral”.
NEA HOY se interiorizó del trabajo de los estudiantes y recorrió los diferentes talleres que tiene el espacio de formación laboral del IPEEC.
En el taller de panadería, de las integrantes, de nombre Candela, explicó el proceso completo de producción de un budín de naranja. El docente a cargo, Juan Martín Macías, señaló que también producen budines de zanahorias y marmolados, alfajores, pizzas y otros platos que son comercializados.
También en el taller de carpintería el estudiante Alejandro indicó que producen mesas, sillas, sillones y mesas plegables. Jesús, otro miembro, explicó que la madera la toman de los pallets que desarman con diferentes herramientas.
Alexis, uno de los miembros del mismo taller, mencionó: “Me gusta trabajar acá. Desarmar los pallets, hacer banquitos, sillas”, y contó que trabajó anteriormente en la empresa de comidas Betos donde armaba bandejas de comidas y tomaba pedidos a los clientes.
Mariano, del taller de plantines, indicó los materiales que utilizan para la producción y su compañero, Maximiliano, comentó el proceso de trabajo.
“Eve”, otra integrante del taller, contó que trabajó en la firma Grido y manifestó que se sintió cómoda, que la tratan bien. “Todos me quieren, mis compañeros supieron hablar por mí, que querían que vuelva porque trabajé bien”. “En Grido limpio, atiendo a la gente, llevo uniforme de trabajo y nunca falto”, agregó.
En el taller de producción de anotadores, Braian explicó a este medio el proceso de trabajo. “Acá cero mates, no jugamos, cuando se trabaja, se trabaja a full”, comentó otro de los estudiantes. También Gonzalo, otro miembro del taller, contó que trabajó en Filomena durante seis meses y dijo que le sirvió para “salir adelante”. “Con la plata me compraba mi ropa, o cuando se me rompía la moto salía de mí. Y eso me gusta, no depender de los demás”, cerró.
En grupo A, encargado de hacer mermeladas caseras durante la visita de NEA HOY, Nicolás contó el proceso de trabajo y señaló que comercializan los productos para reponer los materiales, para juntar para su viaje y otros utilizan lo recaudado para gastos propios, como para sus familias.
Los docentes de este taller indicaron que los estudiantes también se encargaron de realizar los diseños que tienen las tapas de los frascos en los que se envasa la mermelada.
Rocío, una de las estudiantes oriunda de la localidad de Itatí, indicó que están trabajando en ventas de empanadas hace tres años, todos los jueves y viernes a la tarde. “Nos sentimos bien, contentos por juntar plata para saber cómo vivir la vida cotidiana. Nos hace sentir feliz que la gente nos pueda comprar”, manifestó. Además, indicó que suelen comercializar entre sus familias, los docentes del instituto y sus compañeros.
Alejandro, oriundo de Paso de la Patria, también parte del taller, contó que lleva seis años vendiendo artículos de limpieza a domicilio, que produce a partir de la compra de materiales. También contó que hace empanadas y que trabaja con los estudiantes del taller de carpintería.
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