Música para Volar vuelve a Resistencia con un show único. El 4 de agosto a las 20:00 h. la banda rosarina tocará en el Complejo Cultural Guido Miranda. Será una noche especial donde las obras de Soda Stereo, Charly García y Fito Páez serán interpretadas con arreglos originales de cuerdas y vientos.

Hace 12 años, en un pequeño bar de Rosario, cuatro músicos se reunieron con la idea de homenajear a Soda Stereo interpretando su icónico álbum «Comfort y Música para Volar» (1996). Supuestamente, tocarían una sóla noche, un evento único, pero lo que no sabían es que la gente les pediría “una más” y terminarían germinando la semilla de un proyecto que sonaría en escenarios a lo largo y ancho de América Latina.
Así nació Música para Volar, una banda santafesina (más específicamente de Rosario) que fusiona el rock con la majestuosidad de la música sinfónica. Está integrado por José Matteucci en batería y voz, Alexis Thompson en guitarra, Julieta Sciasci en bajo y voz y Bruno Moreno en piano, quien además se encarga de componer los arreglos para orquesta y coro.
De homenaje a fenómeno musical
El nombre «Música para Volar» surgió de manera espontánea después de esa primera impresión y quedó. Lo que comenzó como un tributo se convirtió en un fenómeno, con el grupo actuando regularmente y ampliando su repertorio para incluir no sólo a Soda Stereo, sino también a otros íconos del rock argentino como Charly García, Fito Páez y Luis Alberto Spinetta.
Lo nuevo de los sonidos era tal vez su cuna, el unplugged, ya que esa era la idea detrás del álbum de Soda Stereo. Tiene mucho que ver porque Música para Volar se distinguió por sus espectáculos sinfónicos, donde las composiciones originales fueron adaptadas para orquesta, banda y coro polifónico.
Este enfoque innovador permitió a la banda colaborar con muchísimos músicos y orquestas de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y otros países que también dejaron sus toques particulares o su impronta.
Soda, Charly y Fito
NEAHOY tuvo el placer de poder entrevistar a Julieta Sciasci, bajista de la banda, quien recuerda con cariño las presentaciones que ya han tenido en Chaco: “Bueno, la verdad que es muy lindo, ha sido siempre un encuentro con mucho cariño, con mucho afecto, así que estamos muy ilusionados con esta vuelta.”
“Confort y música para volar” es uno de los discos más hermosos de la historia del rock en castellano, aún nos emocionamos con Charly cantando “Seminare” bajo la lluvia y no hay quien evite seguir “Mariposa tecknicolor” cuando se la cruza. Por supuesto que encontrar estos temas en un sólo lugar e interpretados de manera tan encantadora son un show imperdible.
“Vamos a estar tocando canciones de Soda, de Charly García y de Fito Páez y armamos un recorrido entre estos tres artistas a través de su obra que abarca más o menos toda su discografía. Intentamos ir mostrando un pedacito de cada etapa”, explica Sciasci. “No es que está dividido en un segmento Soda, un segmento Charly o un segmento Fito sino que que la música va dialogando entre sí.”
Peculiaridades y arreglos
Música para Volar tiene algunas particularidades que sólo hacen que la figura de la banda se agrande. Por ejemplo, José Matteucci, que es uno de los vocalistas, es quien toca la batería. Este enfoque dual no solo destaca su habilidad como músico, sino que también subraya la dedicación y pasión que la banda pone en cada actuación.
Julieta también cuenta que Bruno Moreno, el tecladista, también es compositor de música académica. Con respecto a los arreglos de cuerdas y vientos, también explica que: “No sé si buscamos agregarle algo, pero sí es un diálogo que nos gusta hacer con estos instrumentos que no son los típicos, quizás, del rock”. Lo que la banda busca, según la bajista, es hacer un “diálogo diferente con esta sonoridad” .
La banda suele tocar con músicos locales donde se presentan y Chaco no es la excepción. “Compartimos con músicos locales, con músicos de allá y entonces eso también es algo que caracteriza a nuestro proyecto y es algo que disfrutamos mucho hacer”, responde Julieta sobre los artistas acompañantes. “Esto nos da la posibilidad de ir compartiendo con músicos de cada lugar al que vamos y encontrarnos en una sonoridad diferente.”
Con cada concierto, Música para Volar demuestra su capacidad de reinventar y revitalizar el repertorio del rock argentino a través de una perspectiva única y colaborativa.
De Argentina al Mundo
En cuanto a las experiencias vividas con la banda, la artista asegura que son muchas, ya que llevan 12 años tocando y compartiendo tanto con colegas de todo el país como músicos del exterior. “Hemos tocado en Paraguay, en Uruguay, en Chile, hemos hecho una gira recientemente por toda Bolivia”, cuenta animada y agrega: “Yo creo que lo que más me ha quedado marcado es esto de compartir con músicos de tantos lugares. En las orquestas hay músicos de todo el mundo.”

Que sea gente de tantos lugares y tantas vivencias es lo que le permite a la banda aprender y relacionarse con todo tipo de música. “Eso es algo muy rico, muy interesante y muy lindo”, explica Sciasci.“Para mí ha sido muy enriquecedor, porque de pronto uno está compartiendo con gente de lugares tan diferentes y estamos compartiendo esa música que es nuestra, que es de nuestros compositores.”
Con justa razón, Julieta califica este intercambio como “algo maravilloso, que nos emociona y que nos encanta. Es muy interesante de pronto estar tocando esta música con gente de tantos de tantos lugares diferentes.”
Música para Volar no es sólo una banda tributo, es un fenómeno musical que ha trascendido las fronteras del género y ha creado una experiencia artística única para sus seguidores. Con más de una década de historia rica en colaboraciones y exploraciones musicales, el grupo continúa emocionando audiencias con su fusión de rock y música sinfónica. ¡No te los pierdas!
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