Esta semana el líder de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, que fue detenido por realizar estafas piramidales a personas de diferentes países y provincias de Argentina (entre ellos a 98 correntinos) y mantiene prisión preventiva, confesó haber aportado dinero a “gente de la Libertad Avanza” en un contacto telefónico con C5N desde el penal de Bouwer, en Córdoba. La causa judicial en su contra y contra sus principales colaboradores de Generación Zoe en Corrientes se reactivó en las últimas horas y las audiencias se reanudarán en julio.
Según los dichos de Cositorto, él y sus socios fueron los creadores de la imagen del león que utilizó Javier Milei para su campaña y que ahora utiliza constantemente en sus posteos de redes sociales. Además, aseguró haber abierto el partido político “Despierta Argentina” y dijo que “se nos infiltró el macrismo adentro de la empresa».
«Al chef Martiniano Molina (oriundo de la ciudad bonaerense de Quilmes) le he dado bastante dinero para la campaña y yo iba a participar de la campaña. ¿Pero qué hicieron? Una campaña sucia en una Argentina envidiosa, llena de corrupción», contó Cositorto.
¿Cómo sigue la causa judicial por estafas de Generación Zoe en Corrientes?
En la jornada de ayer el juez de Garantías de Goya, Carlos Antonio Balestra, decidió hacer lugar al pedido de la defensa de cinco de los imputados implicados en la causa por la supuesta mega estafa que habría liderado Leandro Cositorto, a través de Generación Zoe.
La defensa solicitó el aplazamiento de la audiencia por 30 días, ya que uno de los imputados, Lucas Damián Camelino, que tenía un abogado particular, recién ayer pasó a ser su defendido.
De acuerdo a la decisión del juez, las audiencias se reanudarán el 2 de julio y se llevarían adelante en la Sala de Audiencia de la Oficina Judicial de Goya. En ella participarán Leonardo Cositorto y Maximiliano Batista, mano derecha del líder de Generación Zoe; ambos, conectados vía remota desde el penal cordobés.
Vale mencionar que el abogado querellante, que representa a las 98 víctimas de las estafas piramidales de Generación Zoe en Corrientes, rechazó el pedido de suspensión de la audiencia ya que consideró que si bien el defensor oficial no ejercía la defensa de Camelino, sí la de los otros cuatro imputados en la causa: Miguel Ángel Echegaray, Javier Sebastián Medina, Nicolás Ismael Medina y Maximiliano Javier Batista. Por lo que, según su perspectiva, estaba al tanto de los detalles del caso.
En Goya, Cositorto operó entre mayo de 2021 y marzo de 2022, de la mano de tres ciudadanos locales: Lucas Damián Camelino, Nicolás Ismael Median y Javier Sebastián Medina. Montó una estructura para cometer las estafas bajo la sucursal “Zoe Empowerment S.A”, con local físico ubicado sobre la calle José E. Gómez 744.
“La sociedad tenía como primera finalidad captar inversores mediante el engaño de prometer exorbitantes ganancias, como por ejemplo un interés del 7,5 % mensual en dólares sobre el capital invertido, apalancamientos que oscilaban entre un 20 y un 50 % de este último, incrementos del capital inicial en los porcentajes señalados al momento de colocar el dinero, y el pago del mencionado interés más incentivos extras, logrando de esta manera que un alto número de personas ingresaran dinero y/u otros activos a su empresa”, explica, entre otras cosas, el informe judicial.
El testimonio de una de las víctimas de las estafas de Generación Zoe en Corrientes
En abril del 2022, NEA HOY entrevistó al fiscal goyano, Patricio Palisá, quien estimó que hubo unos 300 afectados por las estafas piramidales en Goya y, si bien se limitó a hablar de afectados en otros sitios de la provincia, no lo descartó.
Asimismo, una de las víctimas de las estafas de Generación Zoe en Corrientes, Lucio Fernández, de 42 años, contó: “Me decidí invertir con ellos en septiembre del año pasado. Me propusieron ingresar integrando un fideicomiso que consistía en 1.000 dólares. Tenía un tiempo de 3 años de contrato, una permanencia mínima de un año, por si uno quería salir”.
Los referentes de la organización les facilitaron una aplicación donde debían registrarse para ver los resultados de las inversiones de forma diaria y mensual de la renta que iban generando por la inversión hecha y les dijeron que era una billetera virtual aunque los afectados notaron otra cosa.
“No se parecía a una billetera virtual porque no podías hacer uso, en el momento, de tu rentabilidad”, señaló Fernández.
Luego, Generación Zoe implementó lo que llamaron bots sintéticos mediante los cuales podían invertir con contratos por un año. De la rentabilidad que obtenían por el dinero invertido, otorgaban un 20% mensual. Por su parte, Lució invirtió $1.200.000.
Los pagos se venían realizando según lo acordado, explicó Fernández, pero no les entregaron el contrato de la inversión ya que, supuestamente, se encontraban formalizándolo en la plataforma digital llamada Back Oficce, donde nunca apareció.
Durante su permanencia en Generación Zoe en Corrientes, en cinco meses, Lucio reclamó que se lo entregaran pero no lo hicieron.
Cuando la difícil situación comenzó a ponerse de manifiesto, en febrero, y los referentes notaron que no iban a poder afrontar los pagos, les anunciaron que no iban a pagar el monto mensual.
Desde entonces, se continuó una seguidilla de promesas nunca cumplidas por parte de los líderes de Zoe que intentaban aplacar la incertidumbre de los socios para que la situación no fuera peor.
Lucio comentó que, incluso, prometieron devolverle el capital aportado y les enviaron un nuevo link para completar una planilla con sus datos personales y las distintas inversiones realizadas. En su caso, comenta, fueron 14.000 dólares; en pesos argentinos, unos $2.500.000, solo teniendo en cuenta el capital aportado, sin los intereses.
Sin embargo, mediante este mecanismo intentaron hacer desaparecer el sitio inicial de Generación Zoe y trasladar la información a otro sitio, con el nombre de otra empresa. En definitiva, intentaron continuar operando ilícitamente.
Lucio Fernández relató a este medio los diferentes momentos en que tuvo contacto con los imputados por la causa de estafas; Lucas Camelino, los hermanos Javier y Nicolas Medina y Macarena Bernal, a quien identificó como la que realizaba los pagos.
Señaló también los intentos de estos por cambiar el nombre de la asociación, una vez iniciado el conflicto que tuvo trascendencia internacional, y la estrategia de propaganda que consistió en cambiar toda la cartelería del local donde funcionaban en Goya.
Por último, Fernández expresó la difícil situación que vive, como los demás afectados de su localidad. Remarcó que se encuentran anímicamente muy mal, particularmente porque “cuesta conseguir trabajo“. Algunos tienen más de 40 años y eso los limita, mucho más, teniendo en cuenta que la oferta laboral local no es grande.
“No tengo con qué sobrevivir el día a día; vivo ayudando a unos amigos, atendiendo por ahí cuando necesitan, un negocio, o hay quienes me prestan dinero y en su momento veré como se los voy a devolver. Tengo esperanzas de que ahora que están tras las rejas que devuelvan la plata y digan, que dónde está, hay bienes embargados, pero la angustia y la desazón que tenemos hace que la pasemos muy mal”, expresó.
También se refirió al mecanismo utilizado por uno de los imputados en la causa para obtener la prisión domiciliaria. “Mientras estaban afuera del país hacían uso de la plata, se mostraban en autos y viajes y ahora que están encarcelados dicen que están enfermos, que les sube la presión, que están angustiados. Imaginate en mi caso que invertí parte de mi indemnización y ahorros que tengo de toda la vida y ahora estoy prácticamente sin un peso”, finalizó.
El desembarco de Generación Zoe en Paraguay
Además de países como España, Colombia y Argentina, Generación Zoe operó en Asunción hasta que la Comisión de Valores del Paraguay comunicó que la organización no contaba con las autorizaciones requeridas para ofrecer al público la posibilidad de invertir en su plataforma virtual de coaching.
Aunque no se conoce el número de ciudadanos paraguayos que invirtieron en la organización, se estima que son varios los que invirtieron, algunos por ejemplo sus ahorros de toda la vida.
La polémica de Generación Zoe en Paraguay estalló el 16 de septiembre del 2021, pocos meses después de que la organización haya instalado su primera oficina en la capital del país.
Una de las víctimas contó que recibió el primer contacto que pretendía que se vuelva un inversor más de Zoe Cash. En este sentido, lo que llamó la atención del mismo fue la alta rentabilidad que se prometía mediante el uso de bots de trading -supuestamente-, una red flag común en muchos de estos esquemas.
El documental de Generación Zoe en Netflix
El escandaloso caso de estafas piramidales inspiró un material que ya está disponible en la plataforma de contenidos streaming. La producción no tardó en volverse tendencia en la Argentina.
“El vendedor de ilusiones: El caso Generación Zoe” es el documental que se adentra en la historia de la organización financiera argentina que captó a miles de inversores con promesas de altos retornos y un estilo de vida lujoso, pero que resultó ser una estafa piramidal como tantas otras.
La obra, dirigida por Matías Gueilburt, explora el ascenso y la caída de Generación Zoe, desde sus inicios como una empresa de coaching y desarrollo personal hasta su transformación en una plataforma financiera que ofrecía inversiones en criptomonedas y otros activos pero que en realidad era una gran estafa.
A través de entrevistas a ex inversores, víctimas, empleados, periodistas e investigadores, se reconstruye los hechos que llevaron al colapso de la organización, dejando a miles de personas con pérdidas millonarias.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Cositorto resaltó que no tiene “un peso” para devolver a los denunciantes