Libres del Sur lanzó en todo el país una campaña de recolección de firmas para congelar los precios de los alimentos de la Canasta Básica Alimentaria y de las tarifas de los servicios públicos.
“Hay que profundizar las acciones ciudadanas para frenar el ajuste de Milei, vamos a continuar juntando firmas en todo el país para congelar precios y tarifas y promoveremos toda acción callejera, parlamentaria o institucional que apunte a frenar el modelo de miseria del gobierno”, afirmaron, dirigentes nacionales de Libres del Sur.
El referente Jesús Escobar remarcó que “es algo que venimos insistiendo desde que asumió Milei: no tienen que aumentar los precios de las tarifas de luz y de gas, deben congelarse, porque los bolsillos de los trabajadores, de las clases medias, de las pequeñas y medianas empresas no soportan un incremento más”.
“Estamos a diario escuchando a todos aquellos afectados por el ajuste. A los vecinos que no llegan a fin de mes, familias que no tienen para las cuatro comidas diarias, que tiene cada vez menos trabajo, que ve cómo se recortan los recursos en las escuelas, en las salitas de salud. También a los comerciantes cuyas ventas han mermado hasta un 40%, a las pymes que están desbordadas por las tarifas, alquileres, impuestos”, aseguró.
Pobreza en la Argentina
De acuerdo con la UCA, el 55% de la población no cubre sus necesidades básicas. Según el Observatorio de la Deuda Social de la organización, en el primer trimestre de 2024 el porcentaje de personas en situación de indigencia llegó al 18%. Se trata de los valores más bajos en más de dos décadas.

A pesar de que el fenómeno ha ido en aumento desde hace varios años, la política económica de shock implementada por el Gobierno de Javier Milei, junto con la recesión que siguió, fue clave. Según Eduardo Donza, sociólogo e investigador del Observatorio, la devaluación de la moneda se transmitió directamente a los precios internos, impactando en la calidad de vida de la población.
Según el experto, «el pico de pobreza se alcanzó en febrero, cuando trepó al 58%. Afortunadamente, la desaceleración de la inflación contribuyó a que bajara relativamente, estabilizándose en el 55%, que de todos modos es un valor muy preocupante».
El contraste entre los niveles de ingresos y pobreza es elocuente y ayuda a comprender la complejidad del contexto social. En abril, un hogar de cuatro personas necesitó $828.158 (unos 690 dólares a tipo de cambio informal) para no ser pobre y $373.044 para no caer en la indigencia. Sin embargo, el salario mínimo vital y móvil apenas subió a $234.315 (195 dólares) en mayo.
La remuneración mínima disminuyó en términos reales del 27,9% entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, según estimaciones de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
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