La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se refirió en las últimas horas al conflicto en Misiones, que incluye protestas de personal de policía, salud y educación, entre otros, y responsabilizó al gobierno provincial: “Ha puesto impuestos muy altos, aduanas internas, y todo ese dinero no se ve en los salarios públicos”, consideró.
“Son provincias que tienen mucho empleo público. Entonces ahogan a la producción, hay mucho empleo público y llega un momento que se hacen inviables”, aseguró.
Consultada de manera puntual por el reclamo de mejora salarial de la policía local, y cómo esa medida de fuerza podría impactar en la seguridad de los misioneros, Bullrich afirmó: “El gobernador y el ministro pidieron ayuda federal, y tenemos una obligación. Si un gobierno provincial se siente sobrepasado y siente que corre riesgo la población, porque la policía está levantada, nosotros acudimos a dar seguridad a los misioneros”.
“Ahí, donde la policía de Misiones no está, vamos a estar nosotros”, sostuvo, y agregó: “Hay una buena parte de la policía que no está levantada, y recuperar el comando radioeléctrico es una tarea que tienen que hacer ellos”. “El conflicto lo tiene que arreglar la provincia”, completó.
Cómo sigue el conflicto en Misiones
El gobierno de Misiones logró algo poco frecuente en la historia mundial: que los docentes sean recibidos por personal policial con aplausos y no con palazos.
Ocurrió en la noche del martes, cuando los distintos maestros y profesores que estuvieron alrededor de nueve horas cortando la Ruta 12 a la altura del Puente Garupá aceptaron la propuesta de las fuerzas policiales para acercarse al acampe frente al Comando Radioeléctrico de Misiones y armar un frente conjunto de reclamo ante los sueldos de pobreza y la hasta ahora escasa voluntad del gobernador Hugo Passalacqua, quien de momento no se expresó formalmente sobre la delicada situación que atraviesa su provincia.
Decidieron llamarlo “Comité de crisis del pueblo”, en clara respuesta al Comité de Crisis creado por el Estado misionero y el Ministerio de Seguridad de la Nación como reacción a los reclamos que distintos empleados provinciales vienen realizando desde la semana pasada.
El gobierno de Misiones logró algo impensado: que los docentes no sean recibidos con palazos por la policía, sino con aplausos. Está pasando ahora mismo, mientras maestros y profesores se acercan al acampe policial de Posadas para analizar activar un frente conjunto de reclamo. pic.twitter.com/sKx0rGOad8
— Juan Ignacio Provéndola (@juaniprovendola) MAY 21, 2024
La marcha de 20 kilómetros incluyó una larga caravana de autos, quienes fueron depositando a los docentes tres cuadras abajo del acampe policial con el objetivo, justamente, de llegar hasta la esquina propia pasando primeramente por la del Comando Radioeléctrico.
La ovación de los uniformados con los maestros y docentes fue inédita y conmovedora mientras se oía un cada vez más compartido cantito: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode”. La propuesta de este eje incluye un compromiso sensible y fundamental: la protesta ahora exige como condición que tanto policías como docentes alcancen el acuerdo paritario exigido.
Un acuerdo que eleva aún más la dificultad del gobierno misionero, quien parece más preocupado por arreglar con los primeros que con los segundos. En simultáneo, llega la noticia de que en Corrientes intentan replicar una apuesta similar.
“Nosotros no estamos cerrados. Esta gente es trabajadora como nosotros y todos tenemos los mismos problemas. Escuché a una docente decir que nosotros nos enfrentamos muchas veces con ellos. Yo les pido disculpas en nombre de autoridades que nos envían a hacer cosas que nos corresponden. Nos hacen pelear a pobres contra pobres”, había dicho el vocero de la policía de Misiones, Ramón Amarilla, días atrás.
Fuente: Infobae / Página 12
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