La semana pasada por primera vez la justicia misionera autorizó a una pareja de Jardín América a tener un hijo mediante el método de vientre subrogado. Es la primera vez que este procedimiento se realizará en Misiones, lo que sienta un precedente importante para todos los misioneros que están intentando tener hijos.
En NEA HOY, hablamos con Elena Pona, abogada que llevó el caso y especialista en salud reproductiva, sobre la importancia que tiene éste fallo y cómo podría beneficiar a los misioneros.
Subrogación de vientre
La subrogación de vientre es un método de reproducción asistida, en la que una mujer se ofrece a gestar al hijo de otra pareja que no puede concebirlo. Los óvulos y el espermatozoide son aportados por la pareja, por lo que aunque el niño haya sido gestado por otra persona, tendrá el material genético de la pareja.
De acuerdo a la abogada, la fertilización asistida se encuentra aprobada por Ley desde el 2013, cuando el congreso sancionó la Ley 26.862. Además, es una de las fuentes de filiación que se encuentran inscriptas en el nuevo código civil y comercial que entró en vigencia desde el 2015.
Sin embargo la subrogación de vientres propiamente dicha no se encuentra regulada en ninguna provincia, a pesar de que en el país ya se realizan entre 200 y 500 subrogaciones de vientres por año.
El proceso es complejo, ya que involucra al deseo de una pareja y el derecho del niño por nacer a una tercera persona. Por ello, es necesario pedir la autorización de un juez y realizar un seguimiento de un equipo multidisciplinario para asegurar que el proceso se lleve a cabo.
Requisitos
Elena Pona enumera los requisitos para que una pareja o persona pueda acceder a la posibilidad de subrogación de vientre.
“En principio, que la madre intencional tenga un impedimento para concebir, pudiendo ser éste impedimento por distintas causas como ausencia de útero, alteraciones o anomalías uterinas, enfermedades que impidan la gestación o que un embarazo llegue a término, lo deberá determinar el médico a través de la histórica clínica” aclara Pona.
Existe una polémica alrededor de la subrogación de vientres particularmente porque en otros países existen casos de famosos y personas de mucho poder adquisitivo que utilizan el procedimiento con fines más superficiales, pagando a otra mujer para cursar el embarazo a pesar de que la madre no tenga impedimento para hacerlo.
En cambio, en el país se exige que los padres hayan tratado de tener un hijo bajo otros métodos para asegurar que no se vuelva un mercado.
Por eso también, Elena Pona aclara que otro requisito en Argentina es que “la subrogación debe ser altruista, es decir que no haya una compensación económica para la gestante”. En cambio, aclaró que “se debe cumplir con todos los gastos que requiera para que su estado de salud sea óptimo, tanto física como psicológicamente”.
“En segundo término que la gestante tenga por lo menos un hijo y todos tienen que estar en condiciones psicológicas como para poder afrontar ésta situación, es decir, debe haber sido evaluado en un informe psicológico y deben tener una contención psicológica permanente desde antes del inicio del proceso, durante el proceso y posterior al proceso legal, durante el proceso médico y hasta que el niño sea entregado a los padres intencionales”, explicó Pona.
Según la abogada, el requisito de que la persona subrogante tenga un hijo es porque se espera que de ésta manera haya menos riesgo de que la persona se apegue al niño que está gestando. Por ésta misma razón se exige un acompañamiento psicológico, tanto a los padres intencionales como a la persona subrogante.
Si bien el proceso legal inhibe a la persona de cualquier reclamo posterior sobre el nacido, gestar un niño es un proceso complejo y de alta carga emocional, por lo que los profesionales debe asegurar no solo que esté en pleno uso de sus facultades para tomar la decisión sino también que esté en condiciones de transitar el proceso.
“Por lo tanto requiere de análisis e informes tanto fuera como dentro del proceso judicial a través de un equipo disciplinario, tanto para control como para contención de los padres y la gestante”, aclaró Pona.
La historia
La pareja es de Jardín América de alrededor de 40 años que venía desde hace un tiempo intentando tener hijos. Después de varios tratamientos sin éxito, decidieron probar con éste método y acudieron al estudio de Elena Pona para hacerlo.
“Ellos vinieron a mí ya con la gestante, que era una amiga de hace muchos años de la pareja, con la intención de que yo los ayudara a llevar adelante el proceso legal, y aún sabiendo que en Misiones no había antecedentes de esto, decidí aceptar el desafío”, explicó Pona.
“Lo primero que se hizo fue imprimir un trámite sumario, esto fue a principios del 2022, hace más de un año y medio, y obtuvimos el fallo ahora a principios de octubre”, relató la abogada, “tardó más de lo que debería tardar un trámite sumario porque hubo mucho control judicial, porque éste tema es nuevo y hay muchas personas involucradas y se ponen en juego los derechos del niño al nacer”.
El fallo positivo, sin embargo, es importante para otras familias misioneras que estén intentando tener un hijo. Con éste antecedente, pueden animarse a realizar el procedimiento dentro de la propia provincia.
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