El resultado de las elecciones del domingo alertó a varios sectores de la población que consideran que una posible llegada de Javier Milei a la Presidencia de la Nación podría terminar con derechos fundamentales como son la salud, la educación y la seguridad.
NEA HOY recorrió el microcentro capitalino y dialogó con cuatro personas que compartieron sus opiniones sobre las propuestas del candidato de la Libertad Avanza.
¿La educación y la salud serían mejor si se privatizaran?
Una de las entrevistadas, docente de alrededor de 40 años, consideró que “la educación y la salud siempre tienen que ser gratuitas. Es más, en la Constitución Nacional dice que cada habitante del pueblo argentino tiene que recibir educación gratuita y obligatoria, es decir, todos deben estudiar”.
A su vez, remarcó que el peligro de privatizar ambos servicios públicos es alto. “Yo trabajo en una escuela a la que asisten personas con bajos recursos que no tienen para asistir al sistema sanitario privado”, dijo, y agregó que, días atrás, un estudiante suyo debió ser atendido y hospitalizado por más de cinco días, que, de no existir la salud pública, no hubiese podido acceder.
Los malos gobiernos en Argentina están llevando al país a dar un salto al vacío. Milei amenaza las instituciones al proponer eliminar ministerios de educación, salud, igualdad, cultura y ciencia, y al promover el odio, la grosería y la exclusión. Van de “Guatemala a Guatepeor”. pic.twitter.com/ShYK347aJf
— JULIAN DE ZUBIRIA (@juliandezubiria) August 14, 2023
Otro de los entrevistados, un hombre de cerca de 60 años que volvía de trabajar, aseguró a este medio que el candidato libertario no habló de privatizar la salud ni la educación sino se refirió a la implementación de un sistema de voucher que permitirá a los ciudadanos elegir qué servicio quieren utilizar. Esto llevaría a que los establecimientos escolares se vuelvan más competitivos.
En ese sentido, como bien se publicó en NEA HOY, el sistema de voucher se aplicó en Suecia aunque eso disminuyó la calidad educativa, muestra de ello es que el país cayó en los exámenes PISA.
Por otro lado, un joven de 25 años, opinó que “la privatización podría ayudar en la calidad del servicio educativo y sanitario, pero la pregunta es ¿quién tendría acceso a ese servicio? y si seguiría siendo un derecho para todos y no solo para algunos”.
Ese punto fue contestado días atrás por el titular de la Secretaría Administrativo-Financiero de la Universidad Nacional de San Juan, Ricardo Coca, quien aseguró que “tenemos que decirles a los alumnos que el arancel (que prometió el candidato presidencial de La Libertad Avanza) hoy estaría en el orden del 1,5 o 2 millones de pesos el año”.
Al respecto de la calidad educativa, debe mencionarse que la UBA (la cual es pública) este año fue elegida como la mejor del país por noveno año consecutivo, estando al frente de entidades privadas, según el Ranking Global QS.
Una cuarta entrevistada fue una docente de 60 años, que comentó que había votado a Milei el domingo y se mostró convencida de repetir la acción, de cara a las elecciones de octubre.
“Javier Milei no habló tanto de privatización sino de mejorar el rendimiento de los servicios a partir de dirigir los fondos a los lugares correctos y que no se queden en el medio; ya sea en los funcionarios o en algún estamento estatal”, señaló.
La ciudadana fue más allá luego, cuando hizo alusión a que el objetivo final de estas políticas es que “cada ciudadano, por mérito propio, pueda realizar su proyecto de vida sin recibir regalos”, es decir, sin incentivos económicos estatales.
Sobre si este método permitiría que los servicios de educación sean accesibles a toda la población, la entrevistada respondió que este derecho está garantizado por la ley 26.206 pero la pregunta que se debe hacer hoy es si existen oportunidades para todos.
¿La libre portación de armas solucionaría el drama de la inseguridad?
Sobre la posibilidad de acceder a armas de manera legal y la posibilidad de que esto disminuya el drama de la inseguridad en el país, las opiniones fueron un tanto más duras, ya sean de apoyo o por oposición.
“Es un arma de doble filo, porque así como el delincuente, hoy en día, puede conseguir un arma de forma ilegítima, tener una mayor cantidad de armas de forma legítima no asegura mayor seguridad. Solo asegura que se utilicen de forma equivocada”
“La portación de armas no podría solucionar, de ninguna manera, la cuestión de la inseguridad. Trabajo en un colegio con adolescentes y es de público conocimiento que entre los colegios se organizan para pelear en la calle. Eso es con las manos, imaginate lo que podría ser si tuvieran armas. Se van a matar entre ellos. Es un peligro, por eso estoy totalmente en contra”, dijo una de las docentes.
“Yo no portaría nunca un arma, pero es verdad que va a significar un costo más para el que viene a asaltarte. A mí me asaltaron unas cuantas veces a punta de pistola, encañonándome, diciéndome “te voy a matar’”, aportó uno de los entrevistados.
Asimismo, dejó en claro que no tiene una posición fija al respecto, aunque considera que Argentina es un país “complicado” para implementar este tipo de normas.
“Es un arma de doble filo, porque así como el delincuente, hoy en día, puede conseguir un arma de forma ilegítima, tener una mayor cantidad de armas de forma legítima no asegura mayor seguridad. Solo asegura que se utilicen de forma equivocada. No cualquiera puede tener un arma y menos saber cómo reaccionar teniendola y eso se prueba a partir de muchos casos de enfrentamientos de ciudadanos con la policía”, opinó el joven de 25 años.
La mujer que manifestó estar convencida de votar a Milei en octubre consideró que la libre portación de armas no lograría lo uno ni lo otro, pero, “al menos, generará responsabilidad civil”.
“También puede generar un peligro por el cual todos tendrías que estar armados y allí es donde se tiene que cambiar la ley con respecto a la imputabilidad de la delincuencia y el periodo que tienen las penas. A su vez, se debería modificar el sistema carcelario porque no se trata solo de tener o no un arma”, agregó.
Por último, aclaró que el modo en que se comporte la sociedad, en caso de que se llegara a aprobar la norma para portar armas de forma ilegal, dependerá de la educación de las personas y la reglamentación que se le de a la ley.
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