El 24 de marzo de 1974 fue el día que comenzó el “Proceso de Reorganización Nacional” que duró hasta el 10 de diciembre de 1983, dejando una herida en la historia argentina y la desaparición de 30 mil personas.
Desde hace 28 años se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, por las víctimas de la última dictadura militar. Esta fecha fue instaurada desde el 2002 mediante la Ley N° 25.633, que declaró día no laboral y lo pautó como una jornada para conmemorar a «quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976″.
El objetivo de esta fecha es “construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente”; este año será el primero sin la presencia de Hebe de Bonafini, la titular de Madres de Plaza de Mayo, que falleció en noviembre pasado, y supo ser la impulsora de las búsquedas de los desaparecidos durante la Dictadura.
La Masacre de Margarita Belén: memoria y conciencia popular
Esta fecha, tiene la particularidad también que recuerda la Masacre de Margarita Belén, que ocurrió el 13 de diciembre de ese mismo año, donde las fuerzas torturaron y asesinaron a un grupo de detenidos políticos en un operativo conjunto del Ejército Argentino y la Policía del Chaco a unos 30 kilómetros de Resistencia, camino a Formosa en la región del NEA.
La violencia y la represión marcaron al país en este período en el que las torturas, los secuestros y ejecuciones clandestinas dejaron 30 mil víctimas y una herida permanente en los ciudadanos y familiares de las víctimas que todavía piden Justicia y Verdad y levantan la bandera de “NUNCA MÁS”.
“El 24 de marzo es un día bastante triste para todos, sobre todo para mí. Es una de las épocas más oscuras que vivió tanto Argentina, como Chaco. La dictadura empezó mucho antes con secuestros y desapariciones y la proscripción del partido político”, dijo a NEA HOY Dafne Zamudio hija de Carlos Alberto Zamudio, militante asesinado Margarita Belén.
Miembro del Comité de Prevención de la Tortura, Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes, y una de las iniciadoras de la agrupación H.I.J.O.S en Chaco, Zamudio contó cómo fueron los años en los que iniciaron con el reclamo por encontrar los restos de los secuestrados y cómo vivir con el dolor.
“Es un día para hacer memoria por todos aquellos que lucharon para mantener la democracia más allá de los ideales y las utopías a las cuales se querían alcanzar, sobre todo el pelear por la democracia”, afirmó Zamudio.
“El eje es que más allá de los 47 años del golpe, queremos resaltar los 40 años de democracia, porque es un momento importante, estamos en un momento político realmente preocupante con una idea clara de donde no queremos volver y necesitamos que todos cuidemos esta democracia que tanto nos costó”, afirmó Dafne sobre las conmemoraciones de este 24 de marzo.
Sobre la Masacre de Margarita Belén, una de las impulsoras de la agrupación H.I.J.O.S en Chaco explicó cómo se vivió en esos momentos donde se intentaba “instalar el discurso de los dos demonios” justificando el Golpe de Estado, instalando la idea de que “había que establecer la seguridad Nacional” y de esta forma “buscaban el apoyo de la sociedad y así secuestraron, masacraron, robaron niños e hicieron desaparecer gente”.
“Costó mucho para los militantes que sobrevivieron el romper con el discurso de la teoría de los dos demonios. Actualmente también hubo un avance en el reconocimiento de lo que había sucedido empezando con el perdón que pidió Néstor Kirchner como representante del Ejecutivo, ese fue un paso muy importante”, explicó Zamudio.
Sobre la reparación de la Verdad y el Nunca Más
Sobre los fantasmas del pasado, Dafne explicó cómo se instaló la concientización de la Verdad y la Justicio y el Nunca Más, en Argentina y el mundo: “Yo creo que hay una gran parte de la sociedad que desconoce, y una gran parte que no reconoce por no hacerse cargo de su silencio y su complicidad silenciosa. Entonces de alguna manera debe justificarse y por eso se permite que haya un Javier Milei que puede decir las barbaridades que dice y sea reconocido, sobre todo por la juventud”.
A los 23 años, Dafne comenzó la lucha con H.I.J.O.S, un grupo de amigos y conocidos que también habían perdido a sus padres: “Nos sentíamos que compartimos una historia y un lenguaje y un dolor que solamente entendíamos entre nosotros, y eso nos contenía. Entonces eran reuniones para hacer catarsis y hablar lo que no podíamos en otros lados”.
Algunos de los hijos se conocían por las reuniones de familiares, que se realizaban a escondidas, todavía en el período de facto. Se organizaban para realizar los reclamos y las búsquedas de los desaparecidos. Así, Dafne de casi 12 años se conoció con tantos otros hijos que habían perdido a sus padres en la Masacre de Margarita Belén y fueron acompañando y tomando la posta de la lucha que aún continúa.
“En las casas había tanto dolor que no se hablaba del tema. Era silencio y compartíamos la ida al cementerio o íbamos a Margarita. Sobre la vida y la historia de mi viejo, hablaba sobre su adolescencia, pero no sobre el hecho”, se sinceró la hija de Zamudio, uno de los tantos desaparecidos que fue interceptado en Misiones, Oberá, donde fue secuestrado y posteriormente llevado a la brigada de investigaciones de Chaco.
“Todos tenemos marcas y cicatrices y hay cosas que uno se da cuenta y trata de superarlas y hay otras que te quedan marcadas”, se expresó Zamudio y recordó: “Yo tenía 6 años cuando mataron a mi papá. Desde la clandestinidad nos escribió muchas cartas que fueron muy importantes para nosotros para poder conocernos. Era una persona que se jugaba la vida por el otro, creo que una de las cosas que refleja lo que era él, es que tuvo la oportunidad de exiliarse y no quiso hacerlo porque él sentía que tenía una responsabilidad con los compañeros y no los iba a dejar”.
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