El 10 de diciembre de 1983, el presidente Ricardo Raúl Alfonsín asumió el gobierno de la Argentina después de más de siete años de una dictadura caracterizada por el miedo, el derrumbe económico, endeudamiento, persecución ideológica, torturas, desapariciones y muerte.
Cinco días después, el 15 de diciembre creó a través del decreto N°187 la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), con el objetivo de aclarar e investigar las desapariciones forzadas que habían ocurrido durante la dictadura.
La comisión estuvo integrada por varias personalidades destacadas y secretarios que, durante varios meses, escucharon los testimonios de personas que tenían familiares desaparecidos o habían sido raptados y sufrido torturas en carne propia.
A pesar de constantes amenazas de muerte, la comisión recibió a 50 personas por día, muchas de ellas se oponían a filmarse y tenían miedo hasta de poner su firma en las declaraciones por miedo a las repercusiones que podrían sufrir. Después de todo, la dictadura había terminado hace poco y sus captores aún estaban conectados con las cúpulas del poder militar.
Los miembros de la comisión, además, viajaron a lo largo del país para recibir más testimonios y verificar aquellos lugares que los denunciantes apuntan como centros clandestinos de detención.
Todo este trabajo culminó en la entrega del informe final de la CONADEP al presidente el 20 de septiembre de 1984. El informe se compiló y publicó en un libro bajo el título “Nunca Más”.
El informe fue la culminación de diez meses de arduo trabajo. Los crímenes de la dictadura fueron tantos, que solo con diez meses de trabajo se pudo relevar denuncias por 8961 desaparecidos. El informe, sin embargo, aclaraba que se pudieron “constatar cerca de nueve mil», pero también explicaba que se tenían «todas las razones para suponer una cifra más alta, porque muchas familias vacilaron en denunciar los secuestros por temor a represalias”.
Tal es así que en su trabajo recorriendo el país, relevaron y reconocieron casi 500 lugares que se utilizaron para detener clandestinamente a las personas. En posteriores investigaciones este número fue creciendo hasta llegar hoy a 800 a lo largo del país.
En el NEA, fueron 16 los centros clandestinos de detención que se identificaron por la CONADEP. La provincia donde más centros clandestinos se identificaron es Corrientes, con dos en la capital (El Regimiento 9 y la Jefatura de Policía), el Batallón 121 (Compañía de Telecomunicaciones del Ejército), el Campo Hípico y una comisaría en Goya; y Paso de los Libres es la tercera localidad con la estancia La Polaca y el Regimiento de Infantería 5.
30 MIL PREGUNTAS FRECUENTES: Abro hilo 👇
¿No eran 30 mil?
El número de desaparecidos por la dictadura está estimado basado en varias fuentes de información ya que quienes realizaron estos crímenes se negaron a asistir con la búsqueda de la verdad y destruyeron los registros. pic.twitter.com/PesTCNDGsk
— Manolo Envido 🛰️ (@Envido32) March 24, 2019
En Misiones se reconocieron otros 5, (delegación de la Policía Federal; D-2 de la Policía de Misiones; comisaría 1ª de Posadas; Escuadrón de Gendarmería Alto Uruguay; y la «Casa de Mártires). Se reconocieron 2 centros clandestinos en la capital chaqueña y otros dos en Formosa.
En posteriores investigaciones, sin embargo, se fueron identificando más lugares que se utiliza como alojamiento clandestino o ilegal de personas privadas de su libertad durante la dictadura. Estos centros llegan a ser 10 en Chaco, 16 en Formosa, al menos 28 en Corrientes y cerca de 36 en Misiones.