La compleja situación de los incendios en la Provincia de Corrientes, que no cesa a causa de las altas temperaturas, la sequía y la acción (o inacción) de la ciudadanía, generó la necesidad de disponer de mayor tecnología para atender la prevención y combate de focos ígneos a tiempo, sobretodo en sitios de reserva natural como son los Parques Nacionales Iberá y Mburucuyá.
Así fue que el Gobierno nacional, a partir de la disposición del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, decidió asignar a ambos sitios drones que permitieran monitorear puntos de difícil acceso y se pudieran desplazar hacia otras áreas por cuestiones de emergencia.
Respecto al Parque Nacional Mburucuyá, cabe tener en cuenta, se trata de un área protegida de más de 17.000 hectáreas, ubicada en la localidad homónima.

En cuanto al Parque Nacional Iberá, se trata de un área natural protegida de 183.500 hectáreas, situado en el centro de la provincia de Corrientes, en medio de la reserva Iberá, que está bajo el dominio provincial.
Los drones tienen la posibilidad de acceder a lugares casi inhóspitos, mediante una red de radiocontrol, a la vez que proporcionan información en tiempo real a una estación terrestre para la ejecución de un sistema de detección temprana automático diurno y nocturno de incendios forestales.
Su versatilidad les permite transitar por espacios reducidos donde helicópteros o aviones no pueden volar
Una situación reciente en el Parque Nacional Los Alerces demostró la eficacia de este tipo de herramientas, al detectar un foco ígneo y permitir la rápida reacción de brigadistas para controlarlo antes de que se expandiera.

¿Cómo funcionan los drones para incendios?
Según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego este tipo de drones permite dar cuenta de posibles focos en zonas de alta sensibilidad ambiental y de difícil detección por otros sistemas. De esta manera, se contribuye a evitar incendios forestales de mayor magnitud y efectivizar los recursos que despliega en todo el país el Gobierno nacional.
Las aeronaves generan información fundamental para la elaboración de informes, avisos, reportes, alertas de peligro de incendio, búsqueda de personas y cazadores furtivos dentro de las áreas de observación.
A partir de estos datos, las distintas jurisdicciones pueden planificar y minimizar los impactos en el ambiente.

Utilización en todo el mundo
Una empresa argentina que se dedica al rubro de los drones y es parte de un grupo empresarial de Estados Unidos señala que en los últimos años comenzaron a utilizarse drones en incendios en muchos países.
A su vez, explican que los drones se pueden equipar con cámaras infrarrojas para tener una visión a través del humo, así como sensores para detectar la dirección del viento y otras variables climáticas que influyen en la expansión de los incendios forestales.
“Su versatilidad les permite transitar por espacios reducidos donde helicópteros o aviones no pueden volar. Así mismo, se desplazan a corta distancia del suelo, lo que permite capturar imágenes de alta resolución. Otra de las ventajas que aportan es el bajo precio por operación. Aunque sabemos lo costosos que son los drones, si se comparan con los medios tradicionales utilizados hasta ahora el ahorro es sustancial”, indican.
En relación a la precisión de este tipo de herramientas se señala que pueden ayudar a detectar de forma temprana otros incendios en áreas cercanas, saber el potencial del fuego y sobre todo ofrecer en tiempo real información que va a permitir tomar las mejores decisiones.
Además, ya se analizan las posibilidades que brindan los drones a los cuerpos de bomberos, y que van desde la contribución en las operaciones de búsqueda y rescate de personas y animales, detección del fenómeno «rayo latente», uso combinado de cámaras térmica y visual, vigilancia en quemas controladas y transporte de material ligero a lugares inaccesibles, entre otros.
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