Después de las repercusiones que generaron las medidas de control de precios por parte del Gobierno nacional, cabe preguntarse qué está generando la inflación ¿Es la devaluación de la moneda? ¿Es la emisión? ¿Son los formadores de precios?
El economista Martín Kalos, director de la consultora EPyCA y docente de la Universidad de Buenos Aires, habló con NEA HOY sobre los distintos mecanismos que producen la inflación y cómo esta impacta en la situación económica del país.
Inflación por devaluación
Según explica Kalos, uno de los mecanismos que está generando la inflación es el que opera por el lado de los costos de producción: ”Cuando el Banco Central interviene en el mercado del dólar comprándolos para acumular reservas y a cambio entregando pesos, genera devaluación por aumentar la demanda de dólares”.
“En Argentina, toda cadena productiva tiene algo importado. Un insumo, un repuesto, una maquinaria, algo”, aclara. “Al elevar el precio del dólar, se eleva el costo de producción y de comercialización de productos en Argentina”.
Sin embargo, el último año la suba del dólar estuvo por debajo del 20% en una curva que se va achatando todos los meses, por lo que este factor no puede explicar la totalidad de la inflación, que se encuentra en el 50% interanual. “Hoy este mecanismo está atenuado porque el Banco Central viene haciendo desde el 2021 que el dólar oficial, que es con el que se importa y exporta, suba menos que la inflación”, advierte el economista.
Inflación por demanda
Entonces, Kalos explica que para entender la inflación en Argentina hay que salirse de los supuestos más comunes y “analizar otros mecanismos por los cuales la emisión podría generar inflación”.
Otro de los mecanismos es operando sobre la demanda. “Generalmente se asume que si hay más dinero circulando, eso genera más inflación porque la gente compra lo mismo que antes con más cantidad de billetes”, explica, y si crece la demanda y no se puede producir más oferta, es natural que los precios suban.
Pero Kalos aclara que “eso no puede ocurrir en una economía que está funcionando muy por debajo de su capacidad instalada”. Con una producción por debajo de su capacidad, lo normal no sería que al aumentar la demanda lo que crezca sea la oferta y no los precios. “Hoy los mecanismos que operan por exceso de demanda no deberían estar causando inflación en Argentina”.
Inflación por inercia
Para el economista, en cambio, en Argentina se está generando una inflación “por inercia”: “Estamos acostumbrados a cierto nivel de inflación, y entonces se toman decisiones desde ese punto de partida”.
El problema, según explica, es que estas decisiones van generando la inflación por un efecto avalancha. Si cada sector de la economía va ajustando costos o incrementando ganancias a la espera de que haya una cierta inflación anual, esto termina repercutiendo en el resto de los sectores para que también reajusten en consecuencia y termine subiendo aún más la inflación.
“Nadie esperaba que la inflación este año sea menor al 35%, entonces ya ese era un piso, porque todo el mundo ajustaba sus contratos y sus precios por lo menos a esa inflación. Después, a medida que la inflación resultaba que era mayor que esa, había quien después tenía que aumentar más los precios y renegociar contratos, pero esa inercia te pone un piso a la inflación”, concluye Kalos.
El gran enigma: cómo salir de la inflación
Con este panorama, Martín Kalos aclara que reducir la inflación será un trabajo progresivo. “La inercia no se frena por sí sola, sino que se va bajando con ajustes año a año”, explica. Esto significa que, de una inflación “moderadamente alta” como existe en Argentina, “se sale con políticas que gradualmente van reduciendo la inflación”.
Pero lo más importante para él es remarcar que el foco debe estar en una recuperación de la economía. “Lo que hay que marcar es que no se trata solo de bajar la inflación, sino de apuntar a una recuperación de la economía en general que genere expectativas de que seguirá mejorando”.
De acuerdo con el economista, la retroalimentación entre la inflación y las crisis económicas es también lo que alienta esta inercia. “Las crisis provocan muchas veces que haya, por ejemplo, más demanda de dólares, y eso genera devaluaciones que aumentan la inflación, por lo que las crisis también parten obviamente de la inflación”.
Entonces, “hace falta que el proceso sea sustentable, en términos económicos, ambientales y de inclusión social, para que nadie esté esperando el próximo estallido, y podamos estar esperando que, de a poco, la economía se vaya normalizando y que cada año estemos un poco mejor que el anterior. Esa expectativa es la que falta”, concluye.
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