El 16 de octubre es el Día Mundial de la Alimentación, fecha instituida desde 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo y de promover hábitos alimentarios saludables.
Este año el lema elegido por la FAO es “Nuestras acciones son nuestro futuro. Mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor”, como un llamado a la solidaridad internacional para ayudar a todas las poblaciones, y especialmente a las más vulnerables, a que se recuperen de la pandemia, y a hacer que los sistemas alimentarios sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Por segundo año consecutivo, se conmemora el día por una alimentación saludable en medio de una pandemia, la cual, sumada a la crisis mundial por la lucha contra el hambre, es una amenaza latente. Por tal motivo, el llamamiento a repensar los modelos productivos y destacar la agricultura familiar en el desarrollo local es significativo, no sólo un día como hoy sino de cara a la posterioridad.
Los pequeños productores y agricultores representan la forma predominante en el sector de la producción de alimentos, y juegan un papel importante en la lucha contra el hambre.
Este año, Naciones Unidas puso acento sobre el papel de los pequeños agricultores y la agricultura familiar, cuyo desempeño ayuda a conseguir la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición mientras se protege el medio ambiente y se ordenan los recursos naturales, señala la FAO.
Sin embargo, también es necesaria la articulación de políticas públicas de desarrollo y estrategias de trabajo en las provincias argentinas, como Formosa y Chaco, que cuentan con programas específicos destinados al fomento de la agricultura familiar.
En la provincia del Chaco se establecen diferentes líneas de acción para la agricultura familiar como Organizar y Sembrar Soberanía Alimentaria, mientras que en Formosa, desde la década del 90 se implementa el programa PAIPPA de autogestión productiva.
Agricultura Familiar en números
En Argentina, solo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada, señaló la Unión de Trabajadores de la Tierra.
En el país hay más de 64.000 unidades productivas de la agricultura familiar que se encuentran inscriptas. Durante el primer semestre de 2021 se sumaron 1.306, un 13% más que el año pasado, en el registro obligatorio y gratuito, la mayoría, de las provincias del NEA.
En toda América Latina, según cifras de la FAO, 60 millones de personas se emplean en la agricultura familiar, que aporta entre 57 y 67% de la producción alimentaria en la región.
Los trabajadores de la agricultura son un tercio de la población trabajadora del mundo.
Los campesinos producen el 80% de la comida en el mundo en desarrollo.
Sin embargo, la FAO señala que los sistemas agroalimentarios actuales están exponiendo desigualdades e injusticias profundas en nuestra sociedad mundial. Unos 3.000 millones de personas no pueden permitirse dietas saludables, mientras que el sobrepeso y la obesidad continúan aumentando en todo el mundo.
En Argentina son más de 110.000 niños que padecen desnutrición infantil, hay 260.700 que tienen sobrepeso y 170.000 chicos con problemas de obesidad. Son datos de la pobreza infantil que presentó el Gobierno Nacional desde el Consejo de Políticas Sociales en el marco del programa de Argentina contra el Hambre.
La pandemia ha subrayado la necesidad de un cambio de paradigma urgente por el aumento de la pobreza, que empuja a millones de personas a necesitar ayuda alimentaria de urgencia.
Según plantea la FAO se necesitan sistemas agroalimentarios sostenibles que sean capaces de alimentar a 10.000 millones de personas en 2050.
El camino que plantea la FAO es que los gobiernos deben reconvertir las políticas antiguas y adoptar políticas nuevas que fomenten la producción sostenible de alimentos nutritivos asequibles y que promuevan la participación de los agricultores.
Por ser el Día Mundial de la Alimentación y como productores que dignifican la tierra, el aporte que se realiza desde el sector en la cadena alimentaria -abasteciendo con la producción de alimentos al mercado interno, que va en constante crecimiento, fundamentalmente en la pospandemia- los trabajadores de la agricultura familiar son indispensables en el desarrollo de la Argentina y el fortalecimiento de las economías regionales.
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