La Masacre de Rincón Bomba se constituye como uno de los crímenes de lesa humanidad más ocultos en la historia oficial. Al igual que la Masacre de Napalpí, se cometió contra los pueblos indígenas a mitad del siglo XIX y se encuentra en instancia de juicio.
Los registros señalan que la Masacre de Rincón Bomba ocurrió entre el 10 y el 30 de octubre de 1947 en la zona de La Bomba en cercanías a Las Lomitas (Formosa). Allí, fueron asesinados al menos medio millar de indígenas pilagá que habitaban la región y, además, existieron cerca de 200 desaparecidos.
“Los más de 50 muertos por intoxicación, hambre y falta de atención médica y la desaparición de un número indeterminado de niños elevan las bajas a más de 750. Hubo 190 sobrevivientes” afirma el investigador Arturo Lozza en uno de sus reportes sobre la Masacre.
Según investigaciones del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), la justificación estatal para ejecutar esos crímenes había sido una supuesta “sublevación indígena”, cuando en realidad sólo había existido una reunión del pueblo pilagá en torno a su líder espiritual.
Sin embargo, “el Estado Nacional entendió que ese hecho merecía ser ‘normalizado’, justificando de esta manera la sangrienta represión en contra de la comunidad que ejecutó la Gendarmería Nacional”, cita el informe.
Pedido de Justicia por la masacre
En 2005 la Federación de Comunidades Indígenas del Pueblo pilagá, cuyos antepasados resultaron víctimas en Rincón Bomba, realizaron una presentación judicial ante el Juzgado Federal Nº1 de Formosa e indicaron a Gendarmería Nacional como responsable de la masacre contra el pueblo pilagá.
En 2019, una sentencia dictada por el juez del Juzgado Federal Nº 1 de Formosa, Fernando Carbajal (ahora exjuez), consideró, por primera vez, delito de lesa humanidad una masacre de pueblos indígenas en nuestro país.
La resolución, originada en una acción de resarcimiento civil interpuesta por el pueblo pilagá por la Masacre de Rincón Bomba, le impone al Estado Nacional Argentino la obligación de otorgar reparaciones patrimoniales simbólicas, y becas educativas para los descendientes de las víctimas y sobrevivientes de la matanza.
En 2020 la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia confirmó la demanda promovida por la Federación de Comunidades Indígenas del Pueblo pilagá. La sentencia ordena reparar patrimonial y no patrimonialmente a la comunidad, así como también hace lugar al planteo de la Federación considerar a la masacre como un “genocidio”.
Octubre pilagá
“Sigue sorprendiendo que la sociedad no indígena de Argentina, que ampliamente reconoce y rechaza las prácticas genocidas de la última dictadura cívico-militar, no logre hermanarse con las víctimas de torturas y desapariciones en otras geografías y momentos históricos”, escribió en 2020 Valeria Mapelman, documentalista y autora del libro “Octubre pilagá. Memorias y archivos de la Masacre de La Bomba”.
Octubre Pilagá es un libro que recorre los antecedentes y el desarrollo de un hecho ocurrido durante un Gobierno elegido por el voto popular -el de Juan Domingo Perón-, pero que sólo puede entenderse como parte de un proceso genocida iniciado con la llegada de los europeos a América.
La investigación de Valeria Mapelman posee una versión en video llamada “Octubre pilagá, relatos del silencio”, incorpora testimonios en la lengua nativa pilagá. Quienes hablan son miembros de la etnia y descendientes de víctimas y sobrevivientes de la masacre.
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