En este 2025, Formosa se consolidó como la provincia con el mayor incremento salarial a nivel estatal, alcanzando un porcentaje acumulado del 55%. Al analizar los datos de las provincias que reportaron sus subas, el promedio de los aumentos salariales durante el año se situó en aproximadamente el 23.49%. Esto no es menor considerando que el panorama salarial de los empleados públicos argentinos estuvo en una constante tensión contra la inflación y otros aumentos no considerados por el IPC.
Según se puede analizar del Índice de Precios al Consumidor del INDEC, de cerrar con una tendencia de 2% mensual la inflación acumulada a nivel país llegará o superará el 30%. Formosa, por otro lado, tuvo un incremento salarial acumulado de los agentes estatales del 55%. Es decir que los sueldos públicos formoseños no solo acompañaron la suba de precios, sino que la superaron.
El Ministro de Economía, Hacienda y Finanzas de Formosa, Jorge Ibáñez, destacó que este aumento ubica a Formosa entre las provincias con los mejores incrementos salariales del país en 2025. La provincia cuenta con un sueldo mínimo garantizado de $880.000, una cifra significativamente superior a los $334.800 que perciben los empleados a nivel nacional. Además, Formosa también lidera los salarios docentes en el NEA, con el sueldo neto de un docente de jornada simple sin antigüedad en $972.176, mientras que Corrientes registra $909.176, Chaco $801.696 y Misiones $630.264.
El mapa de los incrementos provinciales
Como se puede ver en el gráfico de abajo estos son los aumentos salariales del sector público provincial durante el año, que son encabezados por Formosa, seguido por Catamarca, La Pampa y Corrientes.
Corrientes cerró con un aumento total del 37%. En agosto de 2025, el Gobierno otorgó un incremento del 12% en el haber de todos los sectores de la administración pública, incluyendo docentes, personal de salud y policía, siendo esta la tercera recomposición salarial del año. Es una de las provincias que pudo ofrecer un aumento sobre la inflación, teniendo en cuenta que la inflación de noviembre fue de 2,5% y acumuló 31,4% en los últimos doce meses.
Una situación distinta se dio en Tucumán. Ahí, el aumento salarial provincial cerró en torno al 22%, luego de que en julio de 2025 el Gobierno provincial firmara un acuerdo con ATE que implicó una mejora de $80.000. De ese monto, $70.000 correspondieron a haberes no remunerativos y $10.000 a haberes blanqueados, lo que equivalía a un 12%. Si se considera la inflación acumulada del 13% hasta julio, el incremento total en la provincia alcanzó casi el 22%, pero por desgracia no alcanzó a superar el porcentaje de la inflación que se produjo posteriormente.
Mientras tanto, Jujuy ofreció un incremento salarial del 2.5% para noviembre (una suba sobre el 2% originalmente pactado). Para diciembre y enero, el gobierno propuso un bono de fin de año de $300.000 para empleados con sueldos menores a $1.400.000, o $200.000 para quienes superen esa cifra. Sin embargo, el gremio CEDEMS rechazó la oferta, considerándola insuficiente y exigiendo una recomposición del 15% y un bono de $500.000.
El cierre de 2025 estuvo marcado por la tensión en jurisdicciones como Entre Ríos. Los gremios ATE y UPCN finalizaron el año en conflicto, acusando al gobierno provincial de congelar la paritaria y negarse a reabrir la discusión salarial antes de fin de año. «El gobierno ha congelado la paritaria. Por eso con mucha claridad y firmeza hemos marchado para decirle al gobernador que necesitamos revisar los sueldos. Con una inflación que no da tregua, si no hay un ajuste ahora para febrero habremos perdido el 31% de poder adquisitivo frente a los precios», explicó Oscar Muntes, Secretario General de ATE Entre Ríos
En este contexto de lucha constante por un salario digno, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) a nivel nacional exigió la inmediata reapertura de la Paritaria Nacional, reclamando un salario mínimo para los estatales de $2.030.000, demandando aumentos por encima de la inflación y el cese del ajuste. Todo indica que la discusión salarial quedó lejos de clausurarse con el calendario de 2025.
En un año atravesado por el ajuste, la licuación de ingresos y la fragmentación de las políticas salariales, Formosa logró sostener una política de recomposición que superó la inflación mientras que en gran parte del país los aumentos quedaron rezagados o se apoyaron en bonos y sumas no remunerativas que no resuelven la pérdida estructural del poder adquisitivo, dejando abierto un conflicto que promete profundizarse en 2026.
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