Recientemente existe un clima de incertidumbre en la localidad de Las Lomitas, donde el Intendente Atilio Basualdo, recientemente electo como Diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA), debe definir su futuro antes de diciembre. La encrucijada no es meramente personal; se trata de una disputa entre la postura LLA contra la aplicación de la Ley de Municipios, en un contexto donde el oficialismo provincial, el Frente de la Victoria (FdV), ha demostrado su fortaleza electoral en el propio distrito del jefe comunal.
Si Basualdo opta por la renuncia formal para asumir su banca en el Congreso, tal como lo exige la incompatibilidad de cargos, Las Lomitas se precipitaría a una elección anticipada que Basualdo, según sus declaraciones, no cree necesarias. El escenario está determinado por la ley, las acusaciones cruzadas de «acefalía» y el cálculo político que dejó la última contienda legislativa.
La voz de Basualdo: resistencia a las urnas y el análisis legal
El Intendente de Las Lomitas, ahora Diputado nacional electo, confirmó a medios locales que la decisión final (renuncia formal o solicitud de licencia) se tomará en diciembre. Él mismo señaló que su equipo jurídico está evaluando «qué es mejor para Las Lomitas» desde el punto de vista legal. Basualdo ha dejado entrever que su preferencia sería solicitar una licencia antes de asumir en el Congreso y formalizar la renuncia más adelante. Este movimiento sutil tiene un objetivo claro: evitar la convocatoria a una elección extraordinaria.
La Ley de Municipios de Formosa (1.028) establece que si un intendente renuncia o fallece antes de cumplir la mitad de su mandato, deben convocarse nuevas elecciones. Dado que el mandato de Basualdo finaliza en 2027, y si renuncia en 2025, aún restan 24 meses, la excepción que permite al Presidente del Concejo terminar el período no se cumple. Esto, según la interpretación legal que sostienen otros sectores ajenos a LLA, obligaría a votar a un nuevo intendente.
Desde su perspectiva sostuvo que «los comicios significan un desgaste enorme para la provincia y para cualquier pueblo». Además, señaló que Las Lomitas está «ordenada» y cuenta con un equipo de trabajo que no depende solo de él.
La resistencia de Basualdo a una convocatoria electoral inmediata tiene un fuerte anclaje en los resultados de las últimas elecciones legislativas nacionales, donde LLA, a pesar de lograr la banca del Intendente, fue derrotada en su propio bastión.
Los datos así lo reflejan: en Las Lomitas, la Alianza La Libertad Avanza obtuvo un 47.56% de los votos, mientras que el Frente de la Victoria se impuso con un 49.92%. Esta victoria local del peronismo formoseño en la ciudad gobernada por Basualdo es la clave que explica presunto temor de LLA a medirse en las urnas por la Intendencia.
La asunción interina: todo queda en familia
De concretarse la renuncia o la licencia de Basualdo, el mecanismo de sucesión inmediata es claro: deberá asumir el Presidente del Concejo Deliberante de Las Lomitas. Actualmente, ese cargo recae en su hijo, Pablo Basualdo.
Esto convertiría a Pablo en la figura central de la transición, al asumir el cargo de Intendente interino. Atilio, (su padre) señaló que la decisión final sobre la sucesión le corresponderá al Concejo Deliberante. Este cuerpo es crucial, ya que actualmente cuenta con cuatro concejales pertenecientes al sector de Basualdo (ahora LLA), y tras el 10 de diciembre seguirá manteniendo una mayoría favorable (tres de LLA contra uno del Justicialismo). Este control del Concejo es fundamental para la estrategia de LLA de extender la licencia y evitar la convocatoria a elecciones.
Reclamos a Basualdo y lo que dice la ley
Desde el lado del justicialismo provincial, las declaraciones son diametralmente opuestas y apuntan a forzar la aplicación de la ley para que Las Lomitas vote. El Concejal electo por el Frente de la Victoria, Jorge Martínez Meza, fue contundente al denunciar la ausencia del Intendente, acusándolo de haber «abandonado el Municipio» y de que la ciudad se encuentra «acéfala». Martínez Meza sostuvo que Basualdo «siempre priorizó su bienestar económico personal» por encima de las necesidades del pueblo.
A nivel institucional, la Dra. Sandra Moreno, integrante del Tribunal Electoral Permanente, confirmó la incompatibilidad de los cargos y el proceso a seguir. Según Moreno, el presidente del Concejo que asuma como interino tiene 30 días para convocar a nuevas elecciones, estimando un cronograma de 60 días para llevarlas a cabo. Esta interpretación choca de frente con la estrategia de licencia de Basualdo.
El desenlace de la situación en Las Lomitas dependerá, finalmente, de la decisión que adopte Basualdo y de la interpretación que prevalezca sobre la aplicación de la Ley de Municipios. Mientras tanto, el clima político permanece en vilo, con posiciones encontradas entre quienes reclaman la convocatoria a elecciones y quienes apuestan por una transición ordenada dentro del propio Concejo Deliberante.
Hasta entonces, Las Lomitas se mantiene expectante, a la espera de una resolución que permita recuperar la claridad institucional y la estabilidad en su conducción local.
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