A poco más de un mes de las elecciones provinciales en Corrientes, el oficialismo de Vamos Corrientes, que lidera el gobernador saliente Gustavo Valdés, definió su estrategia: apostar a la continuidad con un apellido repetido y, al mismo tiempo, ensayar un cambio discursivo para capitalizar el descontento con el gobierno nacional de Javier Milei.
En ese marco, Juan Pablo Valdés, actual intendente de Ituzaingó y hermano del gobernador, fue presentado este sábado 12 de julio como el candidato a gobernador del oficialismo. Durante el acto, pronunció un extenso discurso que buscó posicionarlo como heredero del modelo provincial, pero también como un dirigente con capacidad de conducción propia. Entre promesas de obras, equilibrio fiscal y fortalecimiento del sistema de salud, lanzó también críticas hacia la Nación, acusando al gobierno de Javier Milei de haber «dejado sola a la provincia».

«Aunque nos dejaron solos como provincia, nosotros estuvimos ahí para todos los correntinos. Nosotros no nos escondimos», sostuvo Juan Pablo Valdés en uno de los momentos más aplaudidos de su discurso, en una clara referencia al retiro de fondos nacionales y a la tensión financiera entre la Casa Rosada y los gobernadores.
¿De aliado a crítico? El oficialismo provincial busca obtener votos de todos los frentes
Sin embargo, el tono confrontativo de Juan Pablo Valdés contrasta con la política de acompañamiento que el gobierno de Corrientes mantuvo hacia Javier Milei desde su asunción en diciembre de 2023. Lejos de representar una oposición, el oficialismo provincial fue una de las principales patas de apoyo en el Congreso para que el Ejecutivo Nacional avanzara con su agenda legislativa.
Basta repasar los antecedentes recientes: los legisladores nacionales de Vamos Corrientes, encabezados por el senador Eduardo “Peteco” Vischi, jefe del bloque radical, fueron claves para que se apruebe la Ley Bases, que otorgó al presidente facultades delegadas, habilitó privatizaciones y redujo organismos estatales. También respaldaron la ratificación de un acuerdo con el FMI por más de 20.000 millones de dólares que incrementa la deuda externa, siguiendo el mismo camino iniciado en 2018 con Mauricio Macri y el actual ministro Luis Caputo.

Además, el oficialismo correntino acompañó con sus votos los vetos presidenciales al aumento jubilatorio y a la ley de financiamiento universitario, y se opuso al tratamiento de proyectos de contención social en el Congreso. Por el contrario, muchas de estas iniciativas fueron frenadas o desestimadas con el aval del radicalismo correntino y sus aliados (Camau Espínola, ex peronista, Sofía Brambilla del PRO, Federico Tournier de ELI, entre otros).
Uno de los episodios más polémicos fue el rechazo a la creación de una comisión investigadora por la estafa con la criptomoneda Libra, donde el voto clave que faltó fue el del senador correntino Eduardo Vischi. Paradójicamente, el proyecto había sido presentado por su propio bloque, lo que evidenció el alineamiento con la estrategia de blindaje del oficialismo nacional.

El dilema del relato heredado de Juan Pablo Valdés
En este contexto, el discurso de Juan Pablo Valdés aparece como un intento por reconfigurar el lugar del oficialismo provincial en el mapa político: ya no como socio legislativo de Milei, sino como supuesto defensor de los intereses correntinos frente al ajuste nacional.
El giro no es menor: se da en una coyuntura en la que gran parte del electorado manifiesta un fuerte malestar por la pérdida de recursos para salud, educación y asistencia social. Por eso, desde la Rosada advierten que Vamos Corrientes intentará canalizar el voto de sectores defraudados por el gobierno libertario, del peronismo no alineado o incluso del radicalismo tradicional crítico de Milei.
Sin embargo, esa estrategia enfrenta al menos dos desafíos: la falta de credibilidad del relato opositor, luego de meses de apoyo explícito al oficialismo nacional; y la creciente intención de voto hacia fuerzas alternativas, incluso dentro del propio campo del radicalismo, donde Ricardo Colombi aparece como una posible opción que podría romper con la lógica de sucesión familiar.

Elecciones en Corrientes: lo que está en juego el 31 de agosto
Corrientes elegirá el 31 de agosto a gobernador y vice, renovará legisladores provinciales, e irá a las urnas en casi todos los municipios para definir intendentes y concejales. En juego está no solo la continuidad del modelo de Gustavo Valdés, que lleva ocho años al frente del Ejecutivo, sino también el grado de legitimidad que puede obtener una fórmula construida en torno al apellido del actual mandatario.
Frente a un escenario económico crítico, con pérdida del poder adquisitivo, tensiones institucionales y demandas sociales crecientes, la apuesta del oficialismo es ambiciosa pero riesgosa: tratar de mantener el poder heredando el apellido, mientras cambia el discurso para captar nuevos votos.
La gran incógnita es si el electorado le cree a Juan Pablo Valdés cuando promete “estar al lado de los correntinos” luego de haber estado, hasta ahora, al lado de Javier Milei.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Esta semana podría haber nuevo paro de colectivos en Corrientes: UTA exige pagos atrasados