La firma del Decreto 446/2025 por parte del Gobierno nacional de Javier Milei, que desregula el mercado de Gas Licuado de Petróleo (GLP), encendió las alarmas en distintos puntos del país. La medida, que pretende abrir el mercado a la competencia, trae aparejada una consecuencia inevitable: aumentos en los precios de las garrafas, un insumo esencial para millones de familias, especialmente en regiones donde la red de gas natural no llega.
En Formosa, donde el gas en garrafas es prácticamente la única fuente energética para cocinar y calefaccionarse en vastas zonas del interior, el impacto podría ser dramático.
Formosa, a contramano de la desregulación de las garrafas de gas con su planta fraccionadora
Frente a este escenario, el subsecretario de Defensa al Consumidor y Usuario de la provincia, Édgar Pérez, aseguró en diálogo con AGENFOR que Formosa está en condiciones de “garantizar la competencia y el ámbito de acción que tiene nuestro Gobierno hoy”.
Pérez destacó que, por decisión del gobernador Gildo Insfrán, existe en el Parque Industrial formoseño una planta fraccionadora de gas licuado, una infraestructura estatal que permite al Gobierno provincial comprar gas con logística propia, fraccionar garrafas y fijar precios subsidiados.

“Hace posible que con inversión propia del Gobierno se pueda comprar ese gas con logística propia, ir a buscar ese combustible, traerlo a la planta fraccionadora, llenar las garrafas, intervenir en el precio y fijar un valor razonable que lo pueda pagar, subsidiar el transporte y llegar a localidades de nuestro interior donde jamás iría ni va a ir un privado a llevar en un camión una garrafa”, afirmó el funcionario.
No se trata solo de una cuestión técnica o económica, sino de una definición política que Pérez vincula con el denominado “Modelo Formoseño”: “Allí está presente el Gobierno de la provincia de Formosa, el Modelo Formoseño, para que esto que está haciendo hoy el Gobierno nacional no lo resienta el pueblo formoseño. Independientemente de la camiseta que tenga puesta, del lema al cual pertenezca, en Formosa siempre va a estar presente este producto que es esencial”, subrayó.
Desregulación económica: una burbuja que podría explotar
Pese a este blindaje local, persiste la preocupación sobre cuánto podrá sostenerse un esquema subsidiado en un contexto de inflación persistente, caída de recursos coparticipables y creciente presión del mercado.
Además, la desregulación nacional podría generar disparidades de precios entre provincias, dejando a Formosa en una situación de posible desabastecimiento si los proveedores nacionales priorizan mercados más rentables. Mientras tanto, en los barrios formoseños ya se escucha la pregunta que inquieta a miles de familias: ¿cuánto costará la próxima garrafa?
Con información de Agenfor.
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