Pedro Puerta, diputado provincial misionero y referente del espacio Activar, oficializó su renuncia a la banca que ocupaba desde 2023. Su salida se produjo tras más de nueve meses de ausencia en la Cámara de Representantes, período en el que se mantuvo en licencia sin goce de sueldo y completamente alejado de la actividad legislativa.
El detonante fue el escándalo judicial que envolvió a su exaliado político, Germán Kiczka, quien fue condenado a 14 años de prisión por delitos vinculados a la tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil. Pedro Puerta había impulsado a Kiczka como candidato en 2021 y, aunque intentó despegarse de esa relación en su declaración escrita durante el juicio, el fiscal del caso, Vladimir Glinka, consideró su testimonio «dudoso» y pidió que se lo investigue por posible falso testimonio.
Durante todo este tiempo, Puerta optó por el silencio. No participó en sesiones ni en actos oficiales desde septiembre de 2024 y prorrogó su licencia en varias oportunidades. Mientras tanto, evitó dar explicaciones públicas y su única presencia visible fue en redes sociales, donde compartió imágenes de su boda y viajes internacionales, como su reciente paso por una feria en Taiwán.
Desde hace meses, dentro de la Legislatura crecía el malestar por su prolongada inactividad y el silencio en torno a una situación política y judicial de extrema gravedad. Su renuncia llega tarde, pero confirma lo que ya era un secreto a voces: Pedro Puerta no tenía retorno a la vida institucional después del papel que jugó en este escándalo.
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