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Martes 17 de junio de 2025
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Tras la muerte del Papa Francisco: cómo es un cónclave y quiénes suenan como sucesores

Tras la muerte del Papa Francisco, comenzará el proceso para elegir a su sucesor. Los cardenales se deberán reunir en cónclave en la Capilla Sixtina, bajo estrictas normas de secreto y tradición, para definir al próximo líder de la Iglesia Católica. Estos son los posibles papables.

Tras la muerte del Papa Francisco, comenzará el proceso para elegir a su sucesor. Los cardenales se deberán reunir en cónclave en la Capilla Sixtina, bajo estrictas normas de secreto y tradición, para definir al próximo líder de la Iglesia Católica. Estos son los posibles papables.

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Tras la confirmación de la muerte del Papa Francisco, la Iglesia deberá elegir a su sucesor. Para ello, se convoca a los cardenales de todo el mundo a un “cónclave”.

La palabra cónclave, viene del latín “cum clave” es decir “con llave”. Se utiliza en esta oportunidad como referencia a la sala donde se reunían los cardenales desde el siglo XIII para elegir un nuevo papa, y que debía estar bien cerrada, para evitar que reciban presiones externas a la hora de votar.

Cómo será la elección del sucesor del papa Francisco

Para elegir al nuevo papa los cardenales deben asistir a la capilla Sixtina, a donde ingresan recitando el cántico “veni creator”. Una vez que hayan llegado todos, el cardenal camarlengo será el encargado de cerrar las puertas, diciendo: “Extra omnes”.

Los cardenales sesionan en la Capila Sixtina en 2013: Jorge Bergoglio sale como Francisco en el último cónclave.
Los cardenales sesionan en la Capila Sixtina en 2013: Jorge Bergoglio sale como Francisco en el último cónclave.

Esta frase significa “todos fuera” o “que no quede nadie”, y con ella se da por iniciada la clausura de los cardenales en la Capilla Sixtina. Luego se procede a que cada cardenal haga un juramento.

“Et ego …cardinalis… spondeo, voveo ac iuro silentium” (yo, … cardenal … prometo, me obligo y juro silencio)”, deben decir uno a uno, con la mano sobre el evangelio. “Sic me Deus adiuvet et haec Sancta dei Evangelia quae manu mea tango» (Que Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano)”, finaliza la promesa.

Tras el juramento individual, se realiza otro colectivo, donde todos al unísono expresan su compromiso de “observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas en la constitución apostólica del sumo pontífice Juan Pablo II ‘Universi Dominici Gregis’». Prometen también guardar el secreto de todo lo relacionado con la elección del Pontífice. A partir de allí comienza la elección.

Cardenales reunidos en la Capilla Sixtina tendrán que comenzar el proceso para elegir al nuevo Papa tras la muerte de Francisco.
Cardenales reunidos en la Capilla Sixtina tendrán que comenzar el proceso para elegir al nuevo Papa tras la muerte de Francisco.

La votación se realiza por escrito: cada cardenal escribe en un papel especial el nombre de su candidato, dobla en vertical y lo levanta para que todos lo vean. Uno por uno, se dirigen hacia al altar diciendo en voz alta: “Testor Christuum Dominum, qui me iudicaturus est, me eum eligere, quiam secundum Deum iudico eligi debere” («Pongo por testigo a Cristo Señor, que me juzgará, que doy mi voto al que, según Dios, considero que tiene que ser elegido»).

Dejan la papeleta que se deposita en una urna. Cuando todos han dejado la suya comienza el recuento, que es a viva voz. Tres cardenales comprueban cada nombre escrito, y luego se queman todos los papeles en una estufa, con salida al exterior.

La elección del pontífice

El humo de esa fogata será el que le indique al público si se eligió o no el nuevo papa. Si sale humo negro, no hay papa, si es blanco, hay nuevo pontífice. Para que un cardenal sea elegido, se necesitan dos tercios de los votos. Lograda esa cifra, el cardenal propuesto debe dar su consentimiento, para convertirse así en el nuevo papa de la Iglesia Católica.

El humo blanco desde el Vaticano anunciará si hay nuevo pontífice elegido por el cónclave.
El humo blanco desde el Vaticano anuncia si hay nuevo pontífice elegido por el cónclave.

¿Quién puede ser el sucesor del Papa Francisco? Esta es la carrera de los cardenales papables para ser el nuevo Pontífice de Roma

  • El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, emerge como una figura central y uno de los favoritos. Su dilata experiencia diplomática y su papel en la administración de la Santa Sede le otorgan un perfil de estadista, capaz de navegar las complejidades del mundo contemporáneo. Su moderación y habilidad para el diálogo podrían ser claves en un momento de polarización global.
  • Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, representa una corriente pastoral centrada en la justicia social. Su cercanía a la Comunidad de Sant’Egidio y su mediación en conflictos internacionales le han ganado reconocimiento. Su enfoque en los vulnerables y su llamado a la solidaridad resuenan con quienes buscan una Iglesia comprometida con los desafíos del presente.
  • El actual Patriarca de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, añade una perspectiva crucial desde el corazón del conflicto en Tierra Santa. Su conocimiento de la región y su capacidad para dialogar con diferentes religiones lo convierten en una voz relevante en un mundo marcado por la división.
Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia
Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia.
  • Saliendo de Italia, la dimensión global de la Iglesia se refleja en la presencia del cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo emérito de Manila y actual Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización. Su carisma y su capacidad para dialogar con diversas culturas lo convierten en un puente entre la tradición y la modernidad, representando a creciente influencia del catolicismo asiático.
  • Peter Erdő, arzobispo de Budapest, aporta una sólida formación teológica y experiencia en el diálogo ecuménico. Su liderazgo en eventos internacionales y su capacidad para construir puentes entre diferentes confesiones lo sitúan como un candidato con un perfil intelectual y diplomático.
  • El cardenal Peter Turkson, de Ghana, quien lideró el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, se destaca como un defensor de la justicia social y el desarrollo sostenible. Su voz resuena en temas de ecología, pobreza y derechos humanos, presentando una opción para quienes buscan un pontificado enfocado en la doctrina social de la Iglesia. Su posible elección representaría un hito histórico, al ser el primer Papa africano en más de mil años. Sin embargo, su edad avanzada podría ser un factor limitante.
Peter Turkson, de Ghana
Peter Turkson, cardenal de Ghana.
  • En el ala conservadora, el cardenal Raymond Leo Burke, de Estados Unidos, se erige como un crítico de las reformas de Francisco. Su postura tradicionalista y su énfasis en la doctrina podrían atraer a quienes buscan un retorno a una Iglesia más rígida. No obstante, su perfil polarizante y su influencia limitada dentro del colegio cardenalicio podrían obstaculizar su elección.
  • En Canadá, el cardenal Marc Ouellet, ex prefecto del Dicasterio para los Obispos, representa una conexión con el papado de Benedicto XVI. Su experiencia en la selección de obispos y su conocimiento de la estructura eclesial son activos valiosos. Sin embargo, su avanzada edad podría ser un obstáculo en un cónclave que busca un liderazgo prolongado.
  • Robert Sarah, de Guinea, ex-prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, comparte con Burke una visión conservadora. Su defensa de la liturgia tradicional y su crítica a las reformas del Papa Francisco lo sitúan como un posible líder para quienes anhelan una Iglesia centrada en la doctrina y la disciplina. Al igual que Ouellet y Turkson, su edad podría ser un factor determinante.
El Papa Francisco deja una huella histórica marcada por reformas, diálogo interreligioso y compromiso con los más vulnerables.
El Papa Francisco deja una huella histórica marcada por reformas, diálogo interreligioso y compromiso con los más vulnerables.
  • España, con seis cardenales electores, también juega un papel relevante en la sucesión papal. Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, destaca por su cercanía al papa Francisco y su respaldo a las reformas. Su enfoque pastoral progresista lo convierte en un candidato con potencial.
  • Por otro lado, Carlos Osoro, arzobispo emérito de Madrid, es reconocido por su influencia y su afinidad con las ideas de Francisco. Su capacidad para conectar con las personas podría ser un activo valioso.
  • Otros cardenales españoles como Antonio Cañizares, Luis Francisco Ladaria Ferrer y Ricardo Blázquez, también podrían desempeñar un papel en el cónclave. La presencia española en el colegio cardenalicio asegura una voz influyente en la elección del próximo líder de la Iglesia Católica.

Fuente: La 100 / As

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