Ayer debían llevarse a cabo las sesiones preparatorias para que el Senado de la Nación elija las autoridades de la Cámara Alta. En medio de las tensiones y los rumores de una lucha de poder, quienes iban a resultar elegidos era toda una incógnita. Y lo seguirá siendo, porque no se alcanzó el quórum. La definición de cargos se pospone hasta una nueva convocatoria.
Un detalle no menor es que fueron miembros de la “oposición dialoguista” quienes no bajaron al recinto, hecho que refleja la fractura que atraviesa el oficialismo y las complejidades de los acuerdos en la Cámara alta, especialmente en el entorno de la Vicepresidenta Victoria Villarruel, quien se encuentra en medio de una lucha interna por mantener el control y la influencia sobre el Senado.
La elección de autoridades incluye la renovación de la presidencia provisional del senado, la secretaría administrativa y otros cargos claves. El mayor conflicto y desafío que parece tener Villarruel por delante es conservar a Bartolomé Abdala como presidente provisional del Senado, lugar que parece querer disputarle el propio Javier Milei.
La fractura interna del oficialismo y el quórum fallido
Para que haya quórum se necesitaba un mínimo de 37 legisladores. Las dos figuras claves que brillaron por su ausencia fueron 2 senadores de Santa Cruz: José María Carambia y Natalia Gadano. Al parecer los santacruceños ya venían enojados por la salida de YPF en dicho distrito, pero encima se desayunaron que el Gobierno transformó en Sociedad Anónima la minera Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
«Para que conste, obviamente que va a estar (en el acta y la versión taquigráfica de la sesión) pero no quiero que hoy quede así, que la ausencia de los dos senadores de Santa Cruz ha impedido obtener el quórum para esta sesión», señaló Juan Carlos Romero, integrante del bloque aliado Provincias Unidas y uno de los vocales del oficialismo
Este fallo en la sesión preparatoria también muestra la falta de cohesión dentro del bloque de La Libertad Avanza, que enfrenta no sólo la resistencia interna, sino también la presión externa de la oposición. La incertidumbre sobre los próximos pasos en el Senado deja claro que las internas de la coalición oficialista están lejos de resolverse.

La pelea por la presidencia provisional y el miedo a Milei
El principal punto de fricción dentro del Senado es la presidencia provisional, que actualmente está en manos de Bartolomé Abdala y es uno de los principales aliados de Villarruel. El problema es que desde hace rato viene siendo partícipe de una serie de controversias, como los 20 asesores que mantiene, a pesar de los supuestos principios libertarios de austeridad.
Al parecer, uno de los miedos de Villarruel es que Milei, en un intento de desplazar a los aliados más cercanos de la vicepresidenta, impulse al senador Luis Juez para reemplazar a Abdala. Aunque Juez dijo que no le interesaba el puesto y que otros aseguran que el presidente no intervendrá en el Senado, lo cierto es que otras lenguas dicen que es probable que Milei haga esa maniobra para erosionar la influencia de Villarruel en el Senado.
La secretaría administrativa
Otro cargo clave que está en disputa es la secretaría administrativa del Senado, actualmente ocupada por María Laura Izzo. Durante los últimos meses, la relación entre Villarruel e Izzo se volvió cada vez más tensa, especialmente debido a las decisiones de la vicepresidenta sobre despidos masivos de empleados del Senado, lo que ha generado malestar en los bloques dialoguistas.
Emilio Viramonte, estrecho colaborador de Villarruel y asesor en temas internacionales, será el reemplazante de Izzo en la secretaría administrativa. Viramonte es considerado una persona de confianza de la vicepresidenta, de hecho fue la persona con quien hizo su recorrida cordobesa por Jesús María. Pero como todo, su nombramiento no está exento de controversias.

Señales desde el ejecutivo
Una de las cosas que llama la atención de esta sesión es que desde la Casa Rosada no parecen haber movido un dedo para juntar los senadores suficientes como para llegar al quórum, mucho menos a los necesarios para salir airosos de un acuerdo. ¿Acaso es una señal del triángulo de hierro compuesto por Karina Milei, Santiago Caputo y Javier Milei?
Mientras tanto, como establece el reglamento, las autoridades de la cámara continúan vigentes: Bartolomé Abdala (LLA) sigue como presidente provisional, Silvia Sapag (UxP) como vicepresidenta, Carolina Losada (UCR) como vicepresidenta primera y Alejandra Vigo (Provincias Unidas) como vice segunda.
La situación en el Senado es cada vez más compleja para Victoria Villarruel. La falta de quórum en la sesión preparatoria del 24 de febrero ha demostrado que la vicepresidenta no cuenta con el apoyo total de su propio bloque para renovar las autoridades, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en su poder político. Además, la disputa por la presidencia provisional y la secretaría administrativa se mantiene abierta, con fuertes tensiones tanto dentro del oficialismo como con la oposición.
Aunque Villarruel sigue siendo una figura clave en la Cámara alta, su capacidad para mantener el control del Senado dependerá de los acuerdos que logre en los próximos días y de cómo maneje las internas dentro de su propio espacio político. La situación sigue siendo incierta, y el desenlace de esta disputa será crucial para definir el futuro político de la vicepresidenta y el rumbo que tomará el Senado en el segundo año de mandato de Javier Milei.
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