Tras el fallo de la Corte Suprema contra la constitucionalidad del artículo 132 de la Carta Magna de Formosa, que no establece límites a la reelección del Gobernador y Vice, el tablero político provincial se moverá en torno a la convención que reformará la Constitución provincial, un proceso que ya comenzó y que puede entenderse como una estrategia que pronosticó cómo sería el fallo de los jueces del Máximo Tribunal.
Según interpretó la Corte Suprema el artículo 132 de la Constitución provincial no condice con los “principios” republicanos y los artículos 5° y 123 de la Constitución Nacional (que textualmente no establecen límites a la reelección en cargo alguno). Este artículo cuestionado de la ley de leyes formoseña establece: “El Gobernador y el Vicegobernador durarán cuatro años en el ejercicio de sus cargos, y podrán ser reelectos”.

¿El final o solo el principio?
Con el fallo, la oposición formoseña aseguró que se asestaba un golpe definitivo al mandato y el movimiento político de Gildo Insfrán, aunque paradójicamente, abre el marco a una nueva estrategia política de largo alcance que, según puede analizarse, ya fue anticipada por el propio Insfrán al llamar a reformar la Constitución local, que claramente reconfigurará el tablero político provincial.
Según explicó el Diputado peronista y abogado constitucionalista, Rodrigo Vera, el fallo de la Corte “no cambia nada” ya que el Máximo Tribunal reconoce que “no puede inmiscuirse en el poder constituyente local, que es el único legitimado para decidir sobre la redacción de ese artículo, lo cual ya fue previsto por el Gobernador de la provincia al enviar el proyecto de ley de declaración de necesidad de reforma de la Constitución provincial en el mes de octubre”.

Es decir que con el llamado a la constituyente “ya quedó habilitada la discusión del artículo 132 y su redacción final no dependerá ni de la Corte Suprema ni de lo que diga nadie en Buenos Aires, sino que dependerá de lo que resuelva el pueblo formoseño votando a los convencionales constituyentes que darán la forma final al texto constitucional”.
Vale aclarar que el hecho de que la Corte señale que no puede existir una reelección indefinida no significa que imponga un límite ni plazos desde cuándo es el inicio de este. Es decir, no se descarta que una nueva candidatura de Insfrán sea habilitada si la constituyente lo permite.
De ser así, la elección de los convencionales será la “madre de todas las batallas” para el oficialismo y la oposición, porque la modificación del artículo 132 que ahora deberá establecer un límite definido a la reelección acatará el fallo de la Corte y será definido por una mayoría de 16 convencionales (de un total de 30).
Una carta esperada
El tener en cuenta que Insfrán llamó a la convención constituyente meses antes de que saliera el fallo permite pensar que ya era una carta que estaba esperando y que a la vez traerá una futura renovación política que no será cuestionada por fallos judiciales.
El discurso de la oposición de que en Formosa nada cambia quedaría invalidado y la obliga a tener que participar de la reforma constitucional si realmente quiere continuar con el proceso que esta misma inició, puesto que el fallo de la Corte fue el resultado de amparos presentados por referentes opositores, que reclamaron contra la constitucionalidad del artículo 132.
Por otro lado, el fallo llevó a la Corte Suprema a reconocer que más allá de la opinión sobre lo que implica el republicanismo y la división de poderes, no puede ser cuestionado el federalismo puesto que deja en manos de la Provincia la reforma, como bien explicó Vera.
Todo esto demuestra que en política, como en el ajedrez, las mejores jugadas no siempre son las que aseguran la victoria inmediata, sino las que construyen una posición de fuerza a largo plazo.
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