El anuncio de Elon Musk de que utilizaría X (ex twitter) para garantizar la libertad de expresión, al poco tiempo quedó demostrado que sería una red social de uso político. El magnate cercano a Donald Trump eliminó muchas de las restricciones de acceso y de moderación del discurso, dando rienda suelta a la utilización de granjas de trolls para insultar y perseguir a los que no tienen pensamientos conservadores.
Y este fenómeno se da en todo el mundo especialmente en periodos electorales, En las últimas elecciones argentinas como pasó en las de Brasil, la red social fue utilizada para instalar los temas promovidos por los candidatos de derecha y para insultar y suprimir las opiniones contrarias.
Esto fue provocado una migración de personalidades y usuarios X que aumentó especialmente en las elecciones norteamericana donde Donald Trump fue electo nuevamente. Muchos de ellos migran a otras redes sociales buscando un entorno más seguro y amigable donde expresar sus opiniones libremente.
Personalidades que se fueron de X
Uno de los primeros que pegó el portaso fue el célebre escritor Stephen King, quien ya se había quejado cuando Elon Musk implementó el cobro para las insignias de verificación. «¿Me cobran por estar en esta red social? deberían pagarme ustedes a mi«, se había quejado el autor de numerosos best sellers. Pero el mes pasado ya no aguantó más, y publicó un tweet afirmando “Me voy de Twitter. Intenté quedarme, pero la atmósfera se ha vuelto demasiado tóxica”.
Actrices como Jamie Lee Curtis, conocida por su activismo LGBT, también abandonó la red social tras haber sido víctima de persecuciones, doxeos, etc. La artista se unió a otros colegas que por las mismas razones habían dejado la plataforma anteriormente, como Bette Midler, Tom Holland (Spider Man en las películas de Marvel), Millie Bobby Brown (Once en Stranger Things) Ben Stiller y el director Guillermo Del Toro.
En Argentina muchos artistas también decidieron dejar la plataforma por su ambiente tóxico, como fueron el caso de María Becerra, quien se retiró dejando un emotivo mensaje sobre los daños que pueden producir las prácticas de trolleo en la salud mental.
Pero la huida que generó gran impacto fue la de The Guardian, el periódico de gran prestigio internacional. En un último tweet dirigido a sus lectores, el diario se refirió a la red social como promotor de “contenido a menudo perturbador promovido o encontrado en la plataforma, incluyendo teorías de conspiración de extrema derecha y racismo”.
Así también lo hizo «La Vanguardia«, periódico español de prestigio, que ya no vio fructífero publicar notas periodísticas con chequeo de datos y fuentes confiables. Si bien el diario notificó que los periodistas serían libres de permanecer en la plataforma con sus usuarios personales, su director Jordi Juan también abandonó la plataforma exponiendo que el contenido tóxico y manipulado había aumentado significativamente desde que Musk la compró.
Afamados periodistas como la española Angels Barceló o la mexicana Lydia Cacho también evaluaron su permanencia en la red social, mientras en Argentina la periodista María O’Donnell, quien ha sido atacada muchas veces por trolls mileistas, realizó posteos similares.
En definitiva, los escritores e intelectuales ya dejaron o tienen intenciones de dejar la plataforma por considerar que la misma no es propicia para la manifestación de ideas o disidencias. Así lo afirmaron también Martín Caparrós y Gioconda Belli, quien afirmó que la red social se convirtió en un arma de Musk.
¿Dónde van?
Tanto durante las elecciones norteamericanas como en el escándalo de Musk en Brasil, Bluesky ha registrado un crecimiento explosivo, sumando más de 700,000 nuevos usuarios en una semana, alcanzando aproximadamente 19 millones en total. La plataforma ha sido vista como una alternativa viable debido a su diseño similar a Twitter pero con un enfoque en la moderación del contenido y la reducción de bots y desinformación.
Bluesky se presenta como una alternativa atractiva a X (anteriormente Twitter), ofreciendo varias ventajas que han captado la atención de usuarios y personalidades. A continuación se detallan las principales ventajas de Bluesky sobre X:
- Descentralización: Bluesky utiliza el Authenticated Transfer Protocol, lo que permite que la plataforma funcione en múltiples servidores independientes. Esto otorga a los usuarios un mayor control sobre sus datos y la posibilidad de elegir el servidor que prefieren, a diferencia de X, que es completamente centralizado bajo el control de una sola compañía.
- Personalización del Contenido: Los usuarios de Bluesky pueden crear feeds personalizados y seleccionar qué contenido desean ver, pudiendo incluso desactivar algoritmos. Esto contrasta con X, donde el algoritmo determina el contenido mostrado sin opciones significativas para personalizarlo.
- Sin Publicidad: Bluesky no incluye anuncios en su plataforma, lo que mejora la experiencia del usuario al eliminar distracciones comerciales. En cambio, X ha sido criticada por la calidad decreciente de su publicidad.
- Transparencia y Control: La plataforma de Bluesky está diseñada para ser más transparente en su funcionamiento, permitiendo a los usuarios auditar cómo se manejan sus datos y cómo se modera el contenido. Esto contrasta con las prácticas más opacas de X.
- Opciones de Privacidad: Bluesky ofrece más herramientas y configuraciones relacionadas con la privacidad, lo que permite a los usuarios tener un mayor control sobre su información personal.
- Interfaz Familiar: A pesar de sus diferencias estructurales, Bluesky mantiene una interfaz similar a la de X, facilitando la transición para los usuarios que están acostumbrados a Twitter.
Estas ventajas han llevado a un aumento significativo en la adopción de Bluesky, especialmente entre aquellos que buscan un entorno más controlado y amigable para la expresión personal, mientras que X poco a poco se vuelve una cámara de eco para entusiastas de los políticos de derecha y las teorías conspirativas.
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