Argentina vuelve a ser noticia por una nueva ola de estafas financieras. Después de haber tenido casos como el del telar de la abundancia y Generación Zoe, los esquemas Ponzi no parecen querer irse del país. Un nuevo caso reciente, el de San Pedro y la plataforma de criptomonedas, pone en evidencia, una vez más, la facilidad con la que estos sistemas engañan a las personas.
El caso de San Pedro: el Ponzi con rostro digital
En la pequeña ciudad de San Pedro, ubicada en la provincia de Buenos Aires, una estafa enorme ha hecho saltar varias alarmas. Lo que comenzó como una simple conversación sobre criptomonedas, terminó revelándose como una de las operaciones más grandes de fraude financiero de los últimos años en Argentina.
La plataforma Rainbow Exchange, bajo el paraguas de la misteriosa Fundación Knight Consortium, había ganado terreno entre los sampedrinos, con promesas de ganancias diarias increíbles a través de criptomonedas. La estructura era atractiva: invertir dinero en la compra de criptos, recibir señales de inversión de una supuesta “La China”, y duplicar las ganancias en pocos días. Sin embargo, lo que los inversores no sabían era que ésto no eran operaciones legítimas de trading, sino una versión moderna del esquema Ponzi clásico.
El caso saltó a la luz gracias al trabajo de Maximiliano Firtman, un programador e investigador de fraudes financieros, quien, a través de redes sociales, destapó el fraude. Firtman, con su habitual mirada crítica sobre las estafas digitales, se adentró en el enigma de Rainbow Exchange, y tras una investigación minuciosa, descubrió que los supuestos directivos de la empresa eran actores polacos contratados para dar «credibilidad» al sistema.
«Fui descubriendo que, detrás de los nombres que ellos decían tener, no había nada. Fueron actores que vinieron a hacerse pasar por ejecutivos de la empresa para dar más seriedad a la operación», relató Firtman en una entrevista. A medida que las personas empezaban a darse cuenta de que sus inversiones no producían las ganancias prometidas, el esquema comenzó a caerse.
¿Qué es un esquema Ponzi?
El caso de San Pedro es sólo uno de los ejemplos más recientes de un esquema Ponzi, un tipo de fraude que existe desde hace más de un siglo. Para entender cómo funcionan estas estafas, basta con imaginarse un juego de chicos y caramelos.
Imagina que tenés un tarro lleno de caramelos y le decís a tus amigos que si te dan un caramelo hoy, les vas a dar 2 mañana. Sin embargo, no tenés caramelos para devolver. Lo único que hacés es pedir caramelos a otros nuevos amigos que van llegando, y con esos caramelos, les das a los que te los pidieron antes.
Mientras haya más personas que se sumen, el juego parece funcionar. Pero en el momento en que no llegan más caramelos (o nuevos amigos), el esquema colapsa, y todos los que invirtieron pierden. No hay caramelos para nadie, menos para los que llegaron últimos.
En un esquema Ponzi, no hay un negocio real ni una inversión productiva detrás del dinero que se promete. Los primeros participantes reciben dinero gracias a las inversiones de los nuevos. Pero a medida que el flujo de nuevos participantes disminuye, el esquema colapsa.
¿Por qué funcionan las estafas Ponzi?
A pesar de que los esquemas Ponzi son fraudulentos y colapsan inevitablemente, muchas personas caen en ellos por varias razones. La primera y principal es que estos sistemas ofrecen ganancias de mucho dinero de manera muy rápida. Cuando alguien te dice que en poco tiempo podés duplicar tu dinero, muchas personas no piensan 2 veces antes de invertir.
Otro factor es la confianza inicial. Cuando los primeros participantes reciben dinero, esto genera confianza entre las siguientes personas, quienes piensan que el sistema es legítimo. Si los amigos o familiares de una persona han invertido y ganado, es más fácil que otra persona también se sienta segura de hacerlo. Esto se dió mucho en la estafa de San Pedro donde un vecino vió a otro cambiar el auto y asumió que el sistema era legítimo.
Además, la falta de conocimiento en muchas personas hace que no puedan identificar los riesgos involucrados. La mayoría de las personas no entiende cómo funcionan realmente los negocios o las inversiones, y el deseo de obtener dinero fácil puede nublar su juicio. De nuevo, vuelve a aparecer la carta del vecino o amigo, muchos piensan “Si tal persona pudo hacerlo, seguro yo también”.
En muchos casos, hay un componente social importante. Los líderes del esquema Ponzi suelen convencer a los participantes a través de su círculo cercano de amigos, familiares o compañeros de trabajo. Esta presión social, combinada con la promesa de «dinero fácil», hace que muchas personas se sientan atrapadas en un círculo vicioso de inversión.
El Telar de la Abundancia y Generación Zoe
Uno de los casos más notorios en Argentina fue el Telar de la Abundancia, un esquema Ponzi disfrazado de un supuesto proyecto de autosuperación y crecimiento personal. Aunque parecía ofrecer un camino hacia la riqueza y la prosperidad, el Telar de la Abundancia funcionaba exactamente igual a cualquier esquema Ponzi: el dinero de los nuevos participantes se utilizaba para pagar a los antiguos.
Las personas que participaban debían ingresar una cantidad de dinero, y luego buscar a otros para que se unieran al «telar». A medida que el número de nuevos participantes crecía, los primeros en unirse recibían sus pagos, pero el esquema colapsaba rápidamente cuando ya no había suficientes nuevos participantes. Este tipo de estafa fue especialmente peligroso porque involucraba un mensaje de espiritualidad y confianza que hacía que muchos lo consideraran algo legítimo.
Otro caso relevante en la historia reciente de las estafas Ponzi en Argentina fue el de Generación Zoe, una organización que prometía rendimientos en inversiones basadas en criptomonedas, pero en realidad era una estructura piramidal. Con líderes como Leonardo Cositorto, el grupo logró captar a miles de inversores en distintas partes del país.
Al igual que en el caso de Rainbow Exchange, el esquema de Generación Zoe explotó cuando dejó de ingresar dinero nuevo. Las autoridades comenzaron a investigar, y muchos de los líderes de la organización fueron arrestados. Pero lo más preocupante es que miles de personas se habían dejado llevar por la promesa de dinero fácil, y perdieron grandes sumas de dinero en el proceso.
La función de los líderes en las estafas Ponzi
Una característica común de los esquemas Ponzi es la presencia de líderes locales o «embajadores» que promueven el sistema. En el caso de San Pedro, el líder fue Luis Pardo, quien se autoproclamó como el primero en introducir la plataforma en Argentina. Los líderes son, en muchos casos, los que captan a los nuevos participantes y los convencen de que están participando en algo legítimo, cuando en realidad están siendo utilizados para mantener el flujo de dinero.
Algunas veces, los líderes realmente creen en el esquema, como ocurrió con muchos de los seguidores de Cositorto. Pero en otros casos, los líderes son cómplices conscientes que explotan la falta de conocimiento financiero de las personas para enriquecerse a costa de ellos. Tratándose de amigos, familia y actores, es muy difícil saber cual es cual realmente.
La responsabilidad de la justicia
A pesar de que los esquemas Ponzi son ilegales en muchos países, incluido Argentina, las autoridades suelen reaccionar tarde. En el caso de San Pedro, el Estado tardó en intervenir, y muchos de los inversores se sintieron engañados solo después de que la estafa se hizo pública. Firtman, el investigador que destapó el fraude, lamentó que la AFIP, la CNV y otras entidades no hubieran tomado medidas antes.
«Estamos hablando de más de 100.000 personas que podrían estar metidas en estos esquemas Ponzi. El Estado no puede dejar que esto continúe», expresó Firtman en una entrevista. La falta de regulación y control sobre las plataformas digitales y las criptomonedas ha facilitado la expansión de estos fraudes.
Las estafas Ponzi, aunque son antiguas, siguen siendo una amenaza en la era digital. Una justicia más activa y la responsabilidad personal son las claves para evitar caer en estas trampas. Mientras tanto, las estafas Ponzi seguirán siendo una amenaza en un mundo que, por su naturaleza, está lleno de personas buscando plata rápido y fácil.
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