En lo que va de septiembre los jubilados recibieron dos noticias que perjudican sus bolsillos. La primera fue el veto que Javier Milei puso a la Ley de Reforma Previsional que habría dado un ligero aumento a las jubilaciones y hoy las mantiene en los $234.540,23 de mínima.
La segunda fue el anuncio de que el Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI), que cubre los medicamentos y tratamientos a los jubilados y pensionados, redujo el porcentaje de cobertura de una serie de medicamentos que antes cubría en un 100%.
Esto es especialmente grave para los adultos mayores, ya que mientras que la mayoría de ellos no llega a cubrir sus necesidades con lo que reciben de jubilación (la canasta básica para un adulto se encuentra en los $304.170), algunos tendrán que gastar una mayor parte de esta jubilación en medicamentos.
Y los adultos mayores son la población más sensible a los aumentos de precios en el sector médico. En muchas partes del mundo, la prevalencia de la polifarmacia (pacientes que tomas más de cuatro medicamentos por día) en adultos mayores puede ir del 30% al 70%.
Debido al aumento y prevalencia de enfermedades crónicas y deterioro propio de la vejez, la mayoría de los jubilados acarrea problemas de salud que los lleva a depender de distintos tratamientos y la ingesta diaria de varios fármacos para mantener un mínimo de calidad de vida. Teniendo esto en cuenta, la Defensoría de la Tercera Edad elabora una Canasta Básica específica para jubilados, que este año ya está superando los $800.000.
Los medicamentos que el PAMI ya no cubre al 100%
Concretamente, son 44 los medicamentos que el PAMI dejó de cubrir al 100%. Algunos de ellos seguirán con coberturas de hasta el 80% del valor, otros bajaron al 60, al 50 o al 40%, debiendo los jubilados pagar el 60% de su costo en caso de que necesiten tomarlos.
Muchos de estos medicamentos se tratan de antibióticos o corticoides (antiinflamaorios). Estos últimos afectan particularmente a los jubilados, ya que se trata de medicamentos utilizados para calmar dolores en las articulaciones, que abundan a esta edad.
Desde agosto, el PAMI bajó la cobertura de estos medicamentos tan comunes del 100% al 50%, es decir que ahora los adultos mayores deberán gastar de su jubilación la mitad del precio de estos medicamentos que pueden rondar desde los $5.000 hasta los $15.000.
Los suplementos de calcio, como los elaborados con carbonato o citrato de calcio, es usado para prevenir indigestión por personas que llegaron a la edad jubilatoria con bajos niveles de ácidos estomacales, deficiencia de absorción o tengan alguna enfermedad intestinal inflamatoria.
PAMI ya notificó a las farmacias que se acabó la cobertura de ciertos medicamentos. “Los jubilados vienen con las recetas y dicen ‘dame solo lo que tenga cobertura’. Ni siquiera preguntan qué es, aunque sea importante no lo pueden pagar” pic.twitter.com/sAqFFO0se7
— Arrepentidos de Milei (@ArrepentidosLLA) September 3, 2024
El PAMI redujo la cobertura de éste medicamento al 60%, por lo que ahora los jubilados que tengan estos padecimientos deberán pagar el 40% de las pastillas que toman cada almuerzo o cena. El gasto se hace aún mayor si el suplemento les fue recetado para prevenir o tratar la osteoporosis.
El Cilostazol es otro medicamento muy común en la tercera edad. Se trata de un vasodilatante utilizado por aquellos que sufren de dolor de piernas al caminar. Estos medicamentos pueden costar entre 10 y 20 mil pesos las tabletas de 30 comprimidos, y si bien antes los pacientes del PAMI gozaban de cobertura plena, ahora deberán pagar al menos el 40% de su valor.
Finalmente, la pregabalina es un medicamento recetado para adultos mayores que sufren de dolores neuropáticos crónicos causados por daños cerebrales que pudieron haber estado asociados a diabetes o herpes zoster. Muchos jubilados necesitan tomar una o dos pastillas al día para calmar estos dolores y poder dormir.
Este es otro de los medicamentos que el PAMI bajó su cobertura al 50%, es decir que estos pacientes deberán gastar parte de sus jubilaciones para comprar estos medicamentos que en general se encuentran por encima de los 20 mil pesos.
¿Cuánto gastan?
Consultando con algunos médicos, construimos algunos escenarios de los que suelen encontrarse brindado atención médica a pacientes de la tercera edad, con las enfermedades y padecimientos más comunes y los medicamentos que tendrían que tomar en cada caso.
Entre lo más cotidiano es encontrarse con pacientes que llegan a la edad de jubilación con enfermedades crónicas, como hipertensión arterial y diabetes tipo 2. En estos casos es muy común que se le recete Losartan para controlar la presión y Metformina y Glibenclamida antes o después de las comidas para controlar la glucosa.
La Metformina a 500 mg ronda los $7000 la tableta de 30 comprimidos, mientras que la Glibenclamida a 5mg puede estar unos $2700. Si se deben tomar 3 veces al día esto significa un gasto superior a los $29.000 al mes. Por suerte para los pacientes del PAMI, estos medicamentos siguen cubiertos al 100%.
No es el caso del Losartan, que sale unos $21.000 los 30 comprimidos de 100 mg de los cuales el PAMI cubre un 80%. Suponiendo que el paciente deba tomarlo cada 12 horas, significaría un gasto de $42.000 al mes sin cobertura o $8400 con cobertura del PAMI.
El problema es que estas enfermedades crónicas no vienen solas, y es muy común que los jubilados necesiten algún tratamiento multimodal para tratar algún dolor, falla o insuficiencia que pudo haber causado estas enfermedades a lo largo de los años.
Si la persona además sufriera de trastornos de la microvascularización, muchos médicos le recetarían omeprazol, ácido tióctico y ácido acetilsalicílico (aspirina). La aspirina es la más barata, rondando los $800, mientras que los otros dos se encuentran a $28.000 el ácido tióctico (30x600mg) y $17.000 el omeprazol (30x20mg). Suponiendo que el paciente deba tomar el tióctico 2 veces por día, sumaría un gasto de $73.000 al mes sin cobertura, mientras que con el PAMI, que cubre hasta un 50% de ambos medicamentos, estaría en los $36.000.
En caso de que el paciente tenga insuficiencia cardiaca, puede que se le recete 5mg de tomar amlodipina y enalapril dos veces al día y una pastilla de omeprazol 20mg al día. Esto sumaría un gasto de $41.200 por mes ($8.900, $3.000 y 17.200 respectivamente), que con la cobertura del PAMI podría bajar considerablemente a $17.000.
Los jubilados que además sufren de artrosis probablemente se les recete etorocoxib, que se encuentra a $28.000 los 30 comprimidos de 90 mg y que el PAMI solo cubre el 50% ($14.000). Si tuviera trastornos del sueño secundario podría agregarse Clonazepam, que los 30 comprimidos de 1mg se encuentran por $5600 y bajaría a $2800 con la cobertura.
Puede que para la insuficiencia cardíaca el médico quiera agregar Rosuvastatina, aunque es un medicamento que se encuentra asociado a transtornos mentales si el adulto tiene el colesterol por debajo de los 300. En caso de que se recete junto con amlodipina y fenofibrato (para reducir la presión y controlar los trigliceridos), necesitaría sumar al menos $93.000 a sus gastos de medicamentos o $40.000 si contara con la cobertura del PAMI.
La jubilación que se va en medicamentos
En definitiva, un jubilado con hipertensión, diabetes tipo 2 con hipercolesteroemia e hipertrigliceridemia estaría gastando $43.617 por mes en medicamentos aún contando con cobertura del PAMI ($148.863 sin cobertura), lo que equivale al 18,5% de una jubilación mínima.
Si, en cambio, tuviera hipertensión arterial y artrosis, gastaría 136.801 al mes solo en medicamentos. Aún con la cobertura del PAMI, que lo bajaría a $54727, seguiría gastando el 23,3% de una jubilación mínima en la farmacia (sin contar tratamientos y diagnósticos). Si además tiene diabetes tipo 2 y muestra trastornos de la microvasculación terminará pagando $59758.
Un jubilado que tenga Hipertensión, diabetes tipo 2 e insuficiencia cardíaca estará comprando medicamentos por $113.966 todos los meses. Si cuenta con la cobertura del PAMI este gasto podría bajar a $24.000, pero aún sería el 10% de una jubilación mínima con la que no podrá contar.
Finalmente, un jubilado con HTA, hiperlipernia, insuficiencia cardíaca y transtornos del sueño secundario también estaría gastando alrededor de $53.600 con la cobertura del PAMI, mientras que si debiera pagar el precio total su gasto en medicamentos estaría por los $126.298.
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