La Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó a los brotes de viruela símica (mpox), o viruela del mono, en la República Democrática del Congo y otras regiones de África como una emergencia sanitaria global. En la Argentina, según el Boletín Epidemiológico Nacional, hasta el 11 de agosto de este año se detectaron ocho casos de viruela de mono, de los cuales ninguno fue fatal. Esto representa un aumento del 60% en relación con lo dado a conocer en el último informe oficial, que entregó las cifras disponibles hasta el 4 de agosto.
En lo vinculado a este tema, el neumonólogo y gerontólogo formoseño José Manuel Viudes aseguró que la situación que plantea es diferente a la originada por el COVID-19, aunque representa un riesgo para aquellas personas que tienen menos de 50 años, por lo cual evaluó que ese grupo etario debería considerar la posibilidad de recibir la vacuna contra esa enfermedad.
En este sentido, el profesional detalló que la alerta emitida por la OMS “no tiene nada que ver con la pandemia anterior, porque no se trata de un virus respiratorio” y que la viruela del mono sólo se transmite a través de “contacto estrecho, de piel con piel”; y precisó que de acuerdo a las últimas estadísticas referidas a esta enfermedad, el 94% de los pacientes infectados se contagió por “contacto sexual estrecho, más frecuente en hombres y en personas jóvenes de entre 34 y 38 años, porque los mayores de 50 tienen la vacuna contra la viruela”, inoculación que es eficaz para prevenir el virus.

Asimismo, el doctor dijo que luego de la erradicación de la viruela -que se concretó a nivel mundial el 8 de mayo de 1980-, los países dejaron de vacunar a la población contra esa enfermedad, por lo cual las personas menores de 50 años no recibieron la inoculación para prevenir este virus.
A continuación, consideró que aquellas personas menores de 50 años deberían analizar la posibilidad de recibir la vacuna contra la viruela, pero admitió que esto implica “toda una discusión científica”.
Por otro lado, recordó que la mpox tuvo su primer “pico” de casos en 2022, con una variante del virus original, y que en 2024 se conoció una nueva cepa; y expuso que aún no existe una explicación científica para comprender el origen de la variante identificada este año, que fue observada en niños, lo cual desconcierta a diversos expertos, porque esos contagios no se generaron por contacto sexual.
A su vez, mencionó que la viruela del mono genera lesiones vesiculosas o ampollas pequeñas, similares a las originadas por la varicela, en lugares como la cara o las palmas de las manos; y reveló que más del 70% de las muertes originadas por la viruela del mono se registran en personas inmunodeprimidas y con VIH.
“Toda persona que tenga un síndrome gripal, malestar general y lesiones en la piel debería concurrir al médico y no automedicarse, ni colocarse cremas sobre las heridas. Las nuestras que se toman son de la lesión y no de la sangre. En esos casos, lo ideal es aislarse, y no tener contacto sexual”, manifestó José Viudes.
Fuente: La Mañana.
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