Desde hace meses que se viene anunciando una “fuga de cerebros” en la Argentina, producto de los múltiples ajustes del Gobierno de Javier Milei y, más específicamente, el ahogo financiero para todas las instituciones científicas. Pero decirlo de esa manera lo hace parecer lejano, a la mayoría de las personas no parece afectarles cualquier tipo de pérdida de becados, pero es un problema más cercano del que creen.
La «fuga de cerebros», o la emigración de científicos, médicos, letrados, etc. es decir talentos altamente cualificados, es un fenómeno que tiene profundos efectos tanto a nivel individual como colectivo. Generalmente se habla del fenómeno como un hecho a gran escala, como afecta la economía de un país a largo plazo, pero para nosotros los mortales del día a día también tiene efectos calamitosos.
La falta de profesionales e insumos
Hace unas semanas, el Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas (CACI) emitió un comunicado alarmante sobre la crisis en el sector de la salud en Argentina. En el mensaje, advirtieron sobre el riesgo de que procedimientos vitales, como la colocación de stents y angioplastias, puedan dejar de realizarse debido a la crisis.
Los especialistas del CACI explican que la crisis es consecuencia de dos factores principales: el aumento desmedido en el costo de equipos y suministros médicos y la reducción sistemática de los honorarios profesionales, que muchas veces terminan emigrando.
El doctor Rubén Kervorkian, un reconocido cardiólogo intervencionista, subrayó que las enfermedades cardíacas y vasculares son la principal causa de muerte en Argentina, lo que recalca la urgencia de la situación.
Y cuando un país cierra la puerta, otro aprovecha y abre una ventana: en Europa, especialmente en la región italiana de Lombardía, se están buscando médicos y enfermeras argentinos y paraguayos para cubrir una significativa escasez de personal sanitario.
Esta región, que es el motor económico de Italia, ofrecerá entre 400 y 500 puestos de trabajo, junto con visas de trabajo y estudio, con salarios que superan los 3.000 euros mensuales. Esto refleja la alta demanda y el aprecio por la calidad de la formación y el trabajo de los profesionales argentinos en el mundo que acá no se está valorando.
Las especialidades, las primeras en sufrir la fuga de cerebros
La crisis en el sector de la salud en Argentina se manifiesta con particular gravedad en ciertas especialidades, entre ellas la patología. En Mendoza, por ejemplo, la situación es crítica: la provincia cuenta con solo 15 médicos patólogos, quienes deben dividirse para analizar cientos de muestras diarias en el sector público y privado. Esta insuficiencia de profesionales está llevando a los laboratorios al borde del colapso, afectando tanto a los médicos como a los pacientes que dependen de sus diagnósticos precisos para detectar tumores y cáncer.
La crisis también se ve agravada por los bajos honorarios que las obras sociales y prepagas pagan a estos especialistas. Estos ingresos insuficientes no cubren los costos de los insumos y la infraestructura necesarios, que además están dolarizados, exacerbando la situación.
En un contexto más amplio, la crisis en salud es un reflejo de una problemática mayor. En marzo, la Senadora Silvina García Larraburu expresó su preocupación al Ejecutivo Nacional sobre el impacto negativo de la política actual en ciencia y tecnología.
Según García Larraburu, la degradación del Ministerio de Ciencia y Tecnología a una Subsecretaría, junto con los recortes presupuestarios en universidades nacionales y organismos del sector, ha llevado al congelamiento de programas cruciales. Este desmantelamiento del sistema, argumenta, busca frenar la generación de conocimiento, la transferencia tecnológica y contribuye a una creciente fuga de cerebros en Argentina.
Las guardias y ganancias
La Asociación de Médicos de Argentina (AMRA) ha presentado una medida cautelar ante la Justicia para detener la restitución del Impuesto a las Ganancias impulsada por el gobierno de Javier Milei. Según AMRA, la reimposición de este impuesto agravará el déficit de personal en las guardias médicas y afectará negativamente los salarios de los profesionales de la salud.
Eduardo Taboada, secretario general de AMRA, explicó que el sindicato decidió recurrir a la justicia para revertir la medida sancionada por el Congreso a finales de junio. Taboada argumenta que «lo que es salario no es ganancia» y denuncia que el personal médico se verá perjudicado por el pago de un «impuesto al trabajo».
Recientemente, AMRA presentó un amparo contra la restitución de la 4° categoría del Impuesto a las Ganancias, que afecta a ingresos netos aproximados de $1.500.000 para individuos sin familiares a cargo ni deducciones, y $1.738.682 para quienes tengan 2 familiares a cargo, como hijos.
La reglamentación del impuesto, que elimina las exenciones para los servicios de guardias médicas y horas extras, ha generado una gran preocupación. Esta medida ha llevado a diversos actores de distintas fuerzas políticas, a prever consecuencias negativas: menos médicos disponibles, menor calidad de atención y mayor riesgo para los residentes.
Pablo Maciel, de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), advierte que la decisión de Milei “dejará a gran parte de la ciudadanía en riesgo de vida, ya que la atención en las guardias puede definir entre la vida y la muerte”.
¿Cómo impacta en el individuo la fuga de cerebros?
Esas son las consecuencias más directas de la fuga de cerebros, pero supongamos que se trata de una persona que no tiene ningún tipo de problema de salud, ¿eso significa que está eximida de la problemática? no realmente, porque hay otras cosas que le afectan indirectamente:
- Desigualdades en el Mercado Laboral: Cuando los profesionales cualificados abandonan un país, puede haber una escasez de habilidades especializadas en el mercado laboral local. Esto puede conducir a una mayor competencia por los puestos de trabajo disponibles, afectando a todos los trabajadores, no solo a aquellos en campos técnicos.
- Desarrollo Económico y Oportunidades: La fuga de cerebros puede estancar el desarrollo económico de un país. La pérdida de talentos puede limitar la capacidad del país para innovar y crecer en sectores clave, afectando el empleo y las oportunidades de negocio a nivel general.
- Educación y Formación: La salida de profesionales altamente cualificados también afecta al sistema educativo. Si los expertos se van al extranjero, hay menos profesionales capacitados para enseñar a la próxima generación de estudiantes. Esto también se entrelaza con el desfinanciamiento de las universidades.
Abordar este problema requiere un cambio radical del pensamiento de la nueva gestión y un descanso del ajuste asfixiante en los sectores científicos. Se necesita inmediatamente mejorar las condiciones locales, apoyar la educación y fomentar un entorno que retenga y atraiga talentos.
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