Recibir un diagnóstico de cáncer puede dar mucho miedo e impotencia, pero no solo altera profundamente la vida de quien lo recibe, sino que también cambia la vida del resto de sus relaciones personales, especialmente en la pareja. Para muchas mujeres, enfrentarse al cáncer no solo implica luchar contra la enfermedad, sino también lidiar con la posibilidad de ser abandonadas por sus maridos o novios.
Hace días fue noticia que la actriz internacional Shannen Doherty logró divorciarse de Kurt Iswarienko un día antes de morir. El documento judicial firmado por ambas partes pocas horas antes de que la actriz falleciera debido a un cáncer que sufría desde hacía 9 años. Una de las razones del divorcio, según ella es que: “Kurt estaba eludiendo sus responsabilidades hacia su esposa moribunda durante más de 11 años»
Eso es sólo un ejemplo, pero este fenómeno, aunque doloroso y complejo, ha sido objeto de estudios que revelan un panorama preocupante para las mujeres. Sobre todo en el abandono y el impacto que éste pueda tener tanto en la recuperación de la enfermedad como en lo psicológico a largo plazo.
La realidad del abandono emocional y físico
Según estudios realizados por la Universidad de Michigan y el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, las tasas de separación y divorcio son significativamente más altas para las mujeres que para los hombres en situaciones similares de enfermedad grave.
Los estudios señalaron que en comparación con los hombres, las mujeres enfrentan un riesgo 6 veces mayor de que la relación se rompa cuando se enfrentan a enfermedades como el cáncer de mama o la esclerosis múltiple (para poner ejemplos).
La investigación confirmó estudios previos que indicaban una tasa de divorcio o separación en pacientes con cáncer del 11,6%, similar a la de la población general, aunque reveló que esa cifra trepaba al 20,8% cuando la mujer estaba enferma, comparado con el 2,9% en el caso de que el hombre tuviese la condición.
Pero el abandono no es sólo hacer las valijas e irse. También se habla del abandono emocional, donde, en este caso el hombre, retira todo su apoyo emocional y afectivo, comportándose distante y sin un ápice de ayuda en la situación de cuidado.
Factores que influyen en el abandono
¿Por qué sucede esto? Las razones detrás del abandono pueden ser complejas y variadas. Algunas personas temen la carga emocional que conlleva apoyar a una pareja enferma. Otras, tendrán todo tipo de excusas por su comportamiento.
Es difícil ver a un ser amado padecer un sufrimiento prolongado, como son los tratamientos o inclusive la enfermedad, ni hablar del miedo a la muerte. Eso parece ser uno de los principales motivos del distanciamiento emocional “si no lo veo, no sucede.”
Sin embargo, también se ven razones más dolorosas, por ejemplo, muchas mujeres que han tenido una mastectomía han sido abandonadas porque según los cánones de belleza de su pareja ya no las considera atractivas, lo cual hace al abandono injusto por partida doble.
Impacto psicológico y emocional
Para enfrentar una enfermedad tan dura, lo psicológico es esencial. El abandono durante el cáncer puede tener un impacto devastador en la salud mental y emocional de las mujeres afectadas. Sentimientos de abandono, soledad y traición se suman al estrés y la ansiedad causados por la enfermedad misma.
Las mujeres que experimentan el abandono de sus parejas enfrentan un mayor riesgo de depresión y otros problemas de salud mental, lo que puede afectar negativamente su tratamiento y su calidad de vida en general.
Aunque enfrentarse al abandono puede parecer desgarrador, es importante que las mujeres en esta situación encuentren formas de apoyo emocional y práctico. Organizaciones como LALCEC ofrecen comunidades de apoyo donde las mujeres pueden conectarse con otras personas que han pasado o están pasando por experiencias similares.
Además del apoyo de pares, amistades y afectos, es crucial que las mujeres busquen ayuda profesional, si es posible. La terapia individual o contención entre amistades puede ser fundamental para procesar los sentimientos de pérdida y traición, así como para desarrollar estrategias de superación.
No se habla mucho de este dilema, pero el abandono de las mujeres enfermas es un problema tan grave que ya se han puesto en marcha campañas de concientización. Un ejemplo es la iniciada por WeCancer en Brasil, que promueven la renovación de votos matrimoniales y la conciencia sobre el apoyo a las parejas en tiempos de enfermedad.
Mejor sola que mal acompañada
Sin embargo, y para cerrar con una nota positiva, el abandono de la pareja durante el cáncer no debería definir la experiencia de una mujer con la enfermedad. Aunque sea doloroso, puede ser una oportunidad para encontrar apoyo genuino y fortalecer las relaciones que sí lo valen en su vida.
Es fundamental que las mujeres en esta situación sepan que no están solas y que existen recursos y comunidades dispuestas a ofrecerles el apoyo necesario para atravesar estos desafíos con fortaleza y dignidad.
El cáncer no solo es una batalla física, sino también una prueba de las relaciones y el amor incondicional. A medida que avanzamos hacia una mayor comprensión y apoyo para las mujeres afectadas, podemos crear un entorno más compasivo y solidario para todos los que enfrentan enfermedades graves junto a sus seres queridos.
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