Otra renuncia cruza al oficialismo. Esta vez se trata de un funcionario de Milei de tercera línea, que venía del gobierno anterior, pero el impacto de su salida se da por lo supuestos motivos que la generaron: una llamada intimidatoria de parte de un alto funcionario de Cancillería, la cartera a cargo de Diana Mondino, para intervenir en favor de un buque pesquero que pertenece a un empresario chino.
El funcionario que dio el portazo es Julián Suárez, hasta ayer, Director de Control y Fiscalización Pesquera. Suárez ocupó el cargo durante todo el gobierno de Albero Fernández, pero trabajaba hace 15 años como funcionario del área.
Ayer le presentó la renuncia indeclinable al Subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla. La subsecretaría está bajo de órbita de Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía (ex Agricultura), quien a su vez está dentro del organigrama de Luis “Toto” Caputo, ministro de Economía.
La llamada de Cancillería que detonó la salida del funcionario de Milei
La llamada que generó la renuncia de Suárez fue para interceder a favor de un barco pesquero llamado Tai An. Se trata de una nave de bandera argentina, radicada en Tierra del Fuego. El dueño de la empresa es Liu Zhijiang, un empresario de origen chino que vive en esa provincia dueño de la empresa Prodesur.
Días atrás, el Tai An estaba pescando en una zona prohibida de la codiciada merluza negra. Las tres están bajo un régimen de cuotificación que existe hace 15 años. O sea, no se las puede pescar sin autorización, ni para barcos locales ni extranjeros. La depredación y la pesca furtiva en la zona del Mar Argentino es más que importante.
El barco no tenía ningún tipo de cuota extra autorizada y se detectó que tenía 163 toneladas de estas especies de merluza, se notificó a Prefectura y se le ordenó que regrese inmediatamente a puerto. En ese momento llegó el llamado de Cancillería.
El (también) funcionario de Milei que llamó fue Pablo Ferrara Raisberg, Coordinador General en Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, quien también tendría una relación familiar con Mondino.
Con un tono fuerte e intimidatorio, pero no insultante, según pudo saber este medio, Ferrara cuestionó el procedimiento y ordenó que el barco no debería regresar a puerto. Cazorla tomó intervención en el caso y ordenó que no regrese, pero se mantenga fuera de la zona de veda de la merluza negra. “Finalmente, la llamada tuvo el efecto que buscaban”, dijo una fuente con conocimiento del tema.
“Es una intromisión desmedida en un área ajena a su órbita. Fue todo muy intimidatorio”, aseguró otro allegado. Suárez había renunciado en diciembre, cuando se fue el gobierno pasado, y le pidieron que se quede por su experiencia.
Además, según pudo saber Infobae, en las últimas horas le pidieron una lista de 50 personas para despedir y tuvo reuniones por desregulaciones que el funcionario interpretó como medidas que “no tenían criterio”. El affaire del pesquero de merluza negra fue la gota que rebalsó el vaso para este joven funcionario.
Por el momento, ni Cancillería ni el propio Ferrara emitieron comentarios sobre el tema.
Fuente: Infobae.
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