A pocos días de conocerse la nueva disposición del Gobierno para abrir las importaciones de alimentos, con el objetivo de “frenar la disparada inflacionaria y hacer los precios más competitivos”, diferentes sectores productivos del país se pronunciaron en contra de la medida y reclamaron que esta competencia desigual terminará por aplastar a los pequeños supermercados y almacenes de barrio.
“¿A quién favorece esta medida?”, se preguntó el vicepresidente primero de la Federación Económica de Corrientes, Iván Vilas, en diálogo con NEA HOY y explicó que la medida apunta a “las grandes cadenas de supermercados que pueden importar, aunque todavía no está bien definido”.
En esa línea, agregó que lo importante es ver si se permite la importación de la cadena de almaceneros y pequeños supermercados porque, hasta el momento, el diálogo del Gobierno se dio con los referentes de las principales cadenas de supermercados como La Anónima, Carrefour, Coto, entre otras.
“Estas cadenas son las que hoy, en muchas ocasiones, están castigando a la población y se quedan con el grueso de la ganancia. Ahí es donde vemos que el tema es complicado y no podemos saber si se terminará favoreciendo al público”, sostuvo Vilas.
Castigo al productor local
El referente de la FEC se refirió al “castigo” que se le provoca al productor local: “Nosotros, para competir internacionalmente, tenemos grandes diferencias. Primero, el impuesto salarial ya que pagamos hasta tres veces más que los países limítrofes. Además, tenemos 170 impuestos y tasas en Argentina, contra países limítrofes que tienen tres o cuatro”, comentó, entre otros aspectos.
Y dijo que es esencial conocer contra qué economías competirá la Argentina y cuáles serán los productos que se habilitarán para la importación.
“Por ejemplo, carne porcina. ¿Vamos a competir con China o Brasil? porque, de repente, vamos a estar compitiendo con países que tienen subsidiados los alimentos y es imposible así”, agregó.
Por otra parte, ilustró el reclamo con el ejemplo de Brasil y Paraguay: “Paraguay tiene una tasa de inflación del 3,5% anual y los créditos se obtienen a una tasa del 5%. Acá los tenemos a una tasa del 95 o el 100%, hasta la semana pasada. ¿Cómo vamos a competir con estas herramientas tan diferentes, necesitamos que sean similares”.
Importaciones, una medida que está fuera del alcance de los supermercados del interior y que terminaría por aplastarlos
Vilas propuso analizar la realidad de los supermercados del interior provincial y de la capital correntina. Se preguntó cuántos estarán en condiciones de salir a importar, del modo que tienen cadenas más grandes como La Anónima, Carrefour, Coto u otros, quienes ya están realizando compras de productos internacionales.
“El pequeño supermercado de barrio no puede importar y va a seguir comprando a su distribuidor. Ellos van a tener que competir con las grandes cadenas que van a tener la posibilidad de importar directamente y de manejar los números”, comentó.
Y recordó que estas ventajas podrían ir en detrimento de los comercios más pequeños: “Recordemos lo que pasó en Buenos Aires, donde muchos comercios de proximidad cerraron cuando aparecieron las grandes cadenas que, al principio, vendían las mercaderías al costo con tal de hacer desaparecer los comercios barriales. Una vez que estos desaparecieron, manejaron los precios a su antojo”.
Por otro lado, Vilas remarcó otra diferencia visible respecto a los precios en los supermercados del interior y los de la Capital Federal. “Nos preguntamos cómo puede ser, si la mercadería sale de la capital y en el interior, con el costo de los fletes y menores posibilidades, tiene mejores precios”.
Además, resaltó: “No digo que no se tengan que ajustar los industriales, pero tenemos que lograr darle la misma herramientas que hoy se tiene internacionalmente. Si vamos a competir internacionalmente, no podemos darle a los industriales una carretilla y que vayan a competir con una industria que andan con Ferraris”.
La necesidad de industrias argentinas que produzcan alimentos y sean acompañadas por el Estado
Por último, el referente de la FEC reflexionó sobre la necesidad de valorizar el sector productivo local, frente a la apertura de las importaciones, porque genera mano de obra y es clave para el impulso de la economía nacional.
“Es fundamental que existan empresas argentinas produciendo alimentos. Es importante que tengan un valor acorde, que tengan ingresos adecuados, aunque no extraordinarios, porque la gente está pasando mal y necesita tener alimentos, como otro tipo de bienes y servicios”, agregó.
“Entre todos tenemos que hacer un esfuerzo, tanto el consumidor como el productor, para que podamos salir adelante. No existe otra forma”, finalizó Vilas.
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