Desde la semana pasada, en el NEA se vive una ola de calor extremo que actualmente motivó a una alerta roja en la región, y que como agravante causa un colapso energético al aumentar el uso de equipos de aire acondicionados y ventiladores para aliviar la sofocante situación. Según se explicó, las provincias están en un sistema interconectado a nivel nacional que registra importantes fluctuaciones cuando la temperatura supera los 42°, lo que provoca deficiencias en los servicios de Formosa, Chaco y Corrientes. Según explicó el ingeniero Benjamín Villalba, gerente general de la empresa REFSA (Formosa), las tres provincias están en “un sistema interconectado nacional” que es el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) y cuando se supera un determinado consumo “en la línea de 500 mil voltios presenta algún tipo de inconvenientes y el transformador número dos de la Estación Transformadora (ET) Gran Formosa sale de servicio”.
Situación similar ocurre en las otras provincias nombradas.
Detalló que en el horario de 13 a 16 horas pueden ocurrir el colapso energético, ya que en esa franja horaria es cuando se registran las temperaturas y sensaciones térmicas más elevadas, las cuales ocasionan el pico de consumo.
La interconexión del sistema incluso llega hasta Paraguay, donde actualmente también hay problemas en el servicio, donde hace días atrás quedó fuera de funcionamiento una línea de 220Kv, alrededor de las 15:30.
El colapso energético en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) obliga a las provincias a tener que actuar rápido para restablecer el servicio. En ese sentido, desde REFSA se indicó que “a pesar del restablecimiento del servicio por parte de las cuadrillas operativas en la Distribuidora, los colapsos del SADI resaltan la importancia de abordar la inversión en infraestructura energética en la región, para hacer frente a las demandas crecientes y asegurar la continuidad del suministro eléctrico en situaciones climáticas extremas”.
“En este sentido, es importante destacar que la empresa distribuidora REFSA no tiene responsabilidad sobre el SADI y promueve en los ámbitos correspondientes los reclamos y solicitudes pertinentes de inversión para mitigar las problemáticas surgidas de las olas de calor”, indica un comunicado de la empresa.
Al respecto, la compañía encargada del mercado mayorista de la energía, CAMMESA, da cuenta en su página web cómo los picos de demanda afectan al sistema nacional.
El colapso energético en medio de un ajuste nacional
Sin embargo, el colapso energético no solo revela la necesidad de fondos para el mantenimiento del sistema en general sino que además señala que las inversiones deben continuar para fortalecerlo y beneficiar de la comunidad, lo que no parece ir en línea con los planteos de recortes económicos a nivel nacional. En ese sentido, en Formosa se ha paralizado obras energéticas que según entiende la empresa REFSA son sustanciales en materia energética para la provincia. Estas obras son: ET GRAN FORMOSA – PIRANÉ – IBARRETA 132 KV Y TORRE 80 220 KV GUARAMBARÉ – CLORINDA.
“Ambas son de vital importancia para el desarrollo de la provincia”, señaló Villalba ya que “contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fortalecen y promueven a una economía en constante crecimiento”.
El colapso energético no sería el único problema que traería el ajuste económico: las transportadoras de energía de todo el país exigen el pago de deudas a CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima) que debe abonarlas en concepto de obras energéticas a través del Tesoro de la Nación (es decir, dependen del Ministro de Economía Luis Caputo).
“Este contexto no sólo produce un perjuicio económico a nuestros asociados, sino que también afecta la cancelación de los costos operativos corrientes, al tiempo que genera incertidumbre para la planificación de las inversiones en mantenimiento y el desarrollo normal de las tareas, poniendo en riesgo la continuidad operativa del Sistema Argentino de Interconexión (SADI)”, advirtieron las empresas de transporte energético.
Todo ello hace que el problema del colapso energético en la región esté en una situación compleja que sin dudas demanda a un Estado presente a nivel nacional.
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