La vida de la familia Malvino cambió rotundamente en el verano de 2006, cuando, de viaje por Brasil, Ariel, el hijo único de 23 años, fue asesinado salvajemente por tres varones de edades similares a la suya, según indicó el Ministerio Público Fiscal de Brasil.
Pasaron más de 18 años de aquel suceso. Ayer tuvo que empezar el juicio pero la Justicia brasileña lo suspendió. La familia Malvino no cesa en su búsqueda de Justicia.
“Que mal parados nos dejan a los argentinos”, expresó Ariel, según el testimonio de testigos que estaban cerca suyo, mientras veía una pelea entre turistas argentinos y brasileños a pocos metros de las playas de Ferrugem.
Era de madrugada. Al escucharlo, los tres jóvenes correntinos, imputados por el crimen, se acercaron y lo golpearon; uno de ellos tomó una piedra de alrededor de 18 kilos y se la arrojó a Malvino a la altura del estómago. Los forenses aseguran que un golpe en la cabeza fue lo que le ocasionó la muerte al joven de 23 años.

Los acusados señalados como “hijos del poder correntino”
Por el crimen fueron imputados Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo y Carlos Andrés Gallino Yanzi, los tres de familias correntinas de clase media alta, cercanos al poder político que en ese momento ostentaba Ricardo Colombi y su primo, Arturo.
En la actualidad, según reconstruyó Télam, a partir de distintas fuentes del entorno de los acusados, Braun Billinghurst está casado, tiene dos hijos y maneja la firma «Nordemaq» junto a su hermano Lautaro, quien lo acompañó en las vacaciones de aquel verano de 2006.
Ambos venden maquinarias pesadas como representantes de una marca internacional.
Asimismo, la madre de ambos, Nidia Billinghurst, se convirtió en los últimos años en jueza de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de la provincia.
Gallino Yanzi ya no vive en Corrientes. Se mudó a Neuquén y está en pareja.
Respecto a Pozo, está casado y tiene dos hijos, y si bien es veterinario está abocado a una empresa constructora propiedad de su familia.
Su padre, también llamado Horacio, desde 2017 es diputado provincial de la alianza Encuentro Liberal por Corrientes, banca a la que llegó tras abandonar la Subsecretaría de Turismo que había ocupado a partir de 2014.
Antecedentes de los imputados por el crimen de Malvino
Varios medios de comunicación se hicieron eco de las denuncias contra los acusados por el crimen de Ariel Malvino ya que no fueron señalados sólo por pertenecer a una “clase acomodada” en la sociedad correntina, sino también por sus reiteradas conductas violentas.
Uno de los casos que más han resonado sucedió en 2002. Según detalles de “El Ojo Digital” Lautaro y Eduardo Braun Billinghurst habrían apaleado, junto con sus amigos, a dos inspectores municipales que se dirigieron a su hogar para recriminarles por el elevado volumen de la música y ruido que provenía de la fiesta que estaban realizando.
De acuerdo al testimonio de los testigos, los inspectores no solo fueron golpeados por los Braun y su horda, sino que se les sugirió que no continuaran con el proceso pues podrían perder sus empleos. Las víctimas se llamaron rápidamente al silencio. No existió compensación económica para ellos.
En 2004, Lautaro Braun Billinghurst habría abordado a los golpes de puño a un muchacho que le había «mirado a la novia». Años después, en 2011, otro suceso trágico se le atribuyó: un siniestro vial en la autovía Nicolás Avellaneda, que une Resistencia con Corrientes en el que el vehículo que manejaba, un Audi Q-5, habría chocado violentamente desde atrás a un Volkswagen Gol Trend gris.
Dos personas, ambas iban en el Volkswagen, fallecieron. Más allá que fue imputado por doble homicidio culposo, Lautaro Braun Billinghurst no fue condenado.
Gallino y Pozo también tendrían antecedentes similares, y el proceder de todos ellos es siempre en forma de patota.

La causa
El vicepresidente segundo del Tribunal de Justicia del Estado de Santa Catarina, Carlos Adilson Silva, habilitó en 2019 a los defensores la tramitación de un recurso especial de efecto suspensivo del debate que el 29 de noviembre de ese año les fue rechazado.
Gallino Yanzi y Pozo serán juzgados llegado el momento por el delito doloso de «lesiones corporales con resultado de muerte», mientras que Braun Billinghurst por «tentativa de homicidio agravado», ya que se le atribuye haberle arrojado una piedra a Malvino cuando éste estaba tirado en el piso luego de haber sido derribado a golpes por los otros dos sospechosos.
Los imputados declararon en dos ocasiones ante la justicia, la primera en 2007, cuando presentaron argumentos y testigos para sostener que son inocentes.
En abril de 2016, la sala 1 de la Cámara Federal de Casación Penal declaró inadmisible un recurso extraordinario solicitado por las defensas para declarar la nulidad de las indagatorias tomadas vía exhorto en el juzgado federal correntino a cargo de Juan Carlos Vallejos.
El juicio que nunca llega
En marzo de 2017, hace más de seis años, los padres de Malvino recibieron la noticia que esperaban desde que comenzaron su lucha en busca de justicia: la jueza Elaine de Souza Freitas, en ese momento a cargo de la causa, había aceptado la acusación del Ministerio Público e imputó en forma definitiva a los tres acusados.
Un jurado popular definiría si Braun Billinghurst, Pozo y Gallino Yanzi eran culpables o inocentes. Sin embargo, el juicio se pospuso y le dieron nueva fecha para el 19 de octubre (ayer). Increíblemente, la historia se volvería a repetir.
“Con enorme tristeza recibimos la noticia de que el juicio no empieza el jueves próximo. Será reprogramado. Mientras tanto, la impunidad sigue ganando”, anunció a La Nación el padre de Ariel Malvino, el martes.
Ese día recibieron la noticia desde los tribunales de Garopaba: la jueza Rayana Falcao Pereira Furtado, una magistrada “suplente” que asumió en la causa el viernes pasado, suspendió el inicio del debate.
El obstáculo para comenzar el debate, explicaron las fuentes judiciales brasileñas, es que el juzgado informó que no había recibido la respuesta acerca de si se cumplió con las notificaciones a los acusados y a los 11 testigos que viven en la Argentina.
“Después de haber fracasado en mayo pasado porque no se iba a llegar a tiempo con las cuestiones formales previas, se había dispuesto nueva fecha para este jueves, a las 9, en Garopaba. Quedarían atrás casi 18 años de incertidumbre y frustración. El sufrimiento, por supuesto, nos acompañará de por vida, eso es irremediable. Sin embargo, el aire fresco que significa todo acto de justicia al menos nos permitiría transitar la vida de una manera distinta”, sostuvo Malvino.
El padre de la víctima remarcó: “Todo estaba previsto: las defensas presentaron sus testigos; la acusación, los suyos; se cambiaba el lugar de celebración del Jury. Los acusados habían nombrado a sus defensores, se había dispuesto la presencia del intérprete, de la policía, se había previsto el personal de limpieza, todo calculado con una precisión suiza. Nada se había dejado librado al azar.
A la noche viajaríamos a Florianópolis. Si se cumplían nuestras expectativas, el jueves tendríamos la justicia que Ariel merecía. Sin embargo, era todo un siniestro espejismo, era otra la amarga realidad para nosotros, los padres, nuestro hijo Luca, aquellos que amaban a Ariel, los testigos, y, sobre todo, una falta de respeto al propio Ariel”.
No es la primera vez que el expediente se paraliza por cuestiones burocráticas. En los primeros cuatro años de investigación, la causa no avanzaba por las demoras en la traducción al portugués de las declaraciones indagatorias de los acusados argentinos.
“Como el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto argentino, por medio de su órgano interno de Cooperación Internacional Penal, no hizo su trabajo o no se lo hizo saber a Brasil, no vamos a tener juicio.
Y, entonces, al largo camino de 18 años de incongruencias, retardos injustificados, testimonios prestados hasta tres veces por testigos y apelaciones rechazadas sistemáticamente, se suma un nuevo capítulo: la probable negligencia, irresponsabilidad e incompetencia de nuestros órganos competentes, a quienes nunca pedimos absolutamente ninguna prerrogativa, ningún favor, de los que solo pretendemos que cumplan con el papel que les corresponde ante a sus ciudadanos”, sostuvo Malvino.

La palabra de los acusados por el crimen de Ariel Malvino
En diciembre de 2013, en una de sus declaraciones indagatorias, Braun Billinghurst dijo ante el juez federal de Corrientes Juan Carlos Vallejos que todas las acusaciones en su contra eran falsas.
“Suponiendo que alguien haya tirado una piedra de 17,5 kilos y a eso sumarle la fuerza que multiplica el peso de ese objeto, el sentido común de cualquier persona diría que tuvo que haber dejado rastro alguno. Según me informa mi abogado de Brasil, en el examen cadavérico o autopsia en el cuerpo de la víctima no existía ningún indicio de lesiones provocadas por un objeto de semejantes características.
Y vuelvo a resaltar que nunca tiré ni vi que alguien haya tirado piedra alguna. Nunca vi a la víctima ni la conozco”, afirmó, según la documentación a la que tuvo acceso el diario La Nación.
Gallino Yanzi, entre otras cuestiones, sostuvo que no le pegó ningún puñetazo a Malvino ni a otra persona y aseguró que intervino en una pelea para separar a su amigo Horacio Pozo, que era golpeado cuando estaba en el piso, ensangrentado.
En su declaración indagatoria, Pozo afirmó: “No es verdadera la acusación que se me hace. La víctima de una golpiza producida por una patota fui yo, provocándome importantes lesiones, de las cuales he presentado pruebas”.
Luego, el joven fue más allá: “Según lo que pude averiguar, el hecho que se me imputa, para nuestra legislación penal, ya estaría prescripto, por lo que entiendo que se debería dar por finalizada la investigación en la que se me imputa. Más allá de esto, sigo a disposición para esclarecer el hecho”.
Son miles las preguntas que se hacen los ciudadanos al conocer este caso de violencia salvaje y presunta impunidad. La frase “todos somos iguales ante la ley” se derrumba ante este tipo de situaciones.
Y no son pocos los que se preguntan “¿llegará la justicia para Ariel Malvino?” ¿o los supuestos responsables seguirán impunes?.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Crimen de Fernando Báez Sosa: cuándo podrían recuperar la libertad los 8 condenados
Una por una, las condenas a los 8 rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa